Anatomía de Tú y Yo - [Pedri González]

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PAULA

📍
Sevilla

Hoy era un día muy importante, al menos para mi familia. Estábamos en el aeropuerto mis padres y yo esperando nuestro vuelo, mientras que mi hermano había llegado ya a Barcelona junto al equipo.

El partido de hoy era en el Camp Nou y no podría estar más emocionada. Barcelona siempre me había parecido una ciudad hermosa y llena de oportunidades; de hecho, esperaba con ansias el próximo mes donde ya pudiese estar cursando ahí un año de universidad junto con mis prácticas.

— Ya vengo.- dije levantándome para buscar la cafetería cerca de la sala de abordaje.

— Tráeme una revista, por favor hija.- dice mi padre sin despegar los ojos de su móvil.

— Vale ¿la que sea?.- pregunté.

— Sí, sí la que sea.- dijo contestando a una llamada, supongo que de negocios.

Llegué a starbucks, pedí un latte frío y cogí la revista que me había pedido mi padre.

Al pagar, la portada se llevó toda mi atención, ya que era uno de los chicos del barça, a quienes se enfrentaban hoy los sevillanos. Me pareció muy mono a primera vista, pero aún más sorprendente fue el título de la nota: "Pedri González, la joven estrella del Club Barcelona, es visto con una chica la noche anterior. ¿Quién será la afortunada?" Fruncí el ceño y hojeé la revista por curiosidad, buscando lo que decía la dichosa nota y efectivamente encontré las fotografías algo pixeleadas, dónde se observaba al futbolista con una mano en la cintura de una rubia más alta que él.

¿Cómo algo tan estúpido como eso puede ser la portada de una revista?

Regresé a donde mis padres y 30 minutos después ya estábamos listos para el despegue.

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— Madre mía, qué calor hace.- comentó mi madre poniéndose sus Ray Ban una vez fuera del aeropuerto.

— Ni que lo digas.- respondí sacándome el suéter que llevaba. Eran las 2pm y el sol estaba en su esplendor.

No tardó en llegar el taxi que nos llevaría al hotel Sofía, muy cerca del estadio. Subimos nuestro equipaje al maletero y mi padre tomó el asiento del copiloto mientras hablaba con el chofer como si fuesen amigos de la vida. Yo sólo podía mirar por el cristal las maravillosas calles que nos rodeaban y todas las áreas verdes. Claro que la ciudad estaba repleta de anuncios del barça.

Lo primero que hemos hecho al llegar, fue comer en un restaurante con vista a la playa más cercana.

Mi hermano, Matteo, estaba hospedado junto al equipo en el mismo hotel, así que aprovechamos y dimos un paseo. Pasó un brazo por mis hombros mientras caminábamos por las llenas calles, admirando la vista. Nuestros padres caminaban de la mano detrás de nosotros. Aún quedaban 4 horas para el inicio del partido.

— ¿Nervioso?.- pregunté mirándole.

— Que va.- sonrió.- Es uno difícil, el barça es fuertísimo, pero confío en el equipo.

— Lo vais a hacer genial.- dije dándole unos golpecitos en la espalda.

— Gracias peque.- Matteo me abrazó y seguimos caminando, hasta que su móvil vibró.

— ¿Qué pasa?.- preguntó mamá.

— Me tengo que ir. Os veo al rato.- se despidió de todos y fue directo al estadio, mientras que mis padres y yo regresamos al hotel.