3 días después...
PAULA📍
AlmeríaLas últimas 72 horas habían sido las más pesadas de mi vida y Pedri seguía sin darme ninguna señal. El equipo y yo habíamos llegado hasta Arsenal para el partido de la noche. Agradecí tener dos semanas libres de clases y poder viajar de aquí a allá junto a Matteo sin tener que preocuparme de mucho, además de que Xavi y Martha habían insistido en que fuese al partido como auxiliar.
— Madre mía que nervios.- dijo Martha a mi lado mordiéndose las uñas.
— Ni que lo digas.- Sira apoyó.
Yo también estaba nerviosa hasta los cojones como antes de cualquier otro partido, pero había algo sobre no jugar en casa que siempre me ponía el vello de punta. El haberme alejado tan repentinamente de Pedri me había afectado mucho más que lo que me gustase admitir, tanto que en mi último examen había sacado una nota bajísima que me dejó sobrepensando toda mi existencia por un par de días.
Comenzó el partido y no tuvimos que esperar mucho para que Raphinha anotase el primero gol de la noche. Como siempre la afición estalló y hasta las palomitas de mis amigas salieron por los aires cuando nos abrazamos celebrando.
Continuó ahora el segundo tiempo y el equipo de Almería atacaba aún más hambrientos, pero el equipo se mantuvo alerta. Casi al final, Pedri cruzó desde la mitad del campo y un pase de Gavi fue suficiente para que anotase con éxito. Nuevamente todos los culers estábamos a explotar, pero mi corazón se detuvo cuando vi a todos acercarse hasta nuestra esquina y Pedri hizo su famosa celebración de lentes con ambas manos para después señalarme. Toda la grada celebró con silbidos y mis amigas sólo me empujaban por el brazo con una sonrisa traviesa. Pude ver cómo mi rostro de confusión estaba plasmado sobre la pantalla del estadio, enfocando toda la atención sobre mí.
— ¡Pues muy cabreado no está, hombre!.- gritó Sira sobre todo el ruido.
Sólo pude reír de nervios, de duda, de amor, de rabia, etcétera, etcétera. Ni siquiera mi hermano me dedicaba goles así.
El árbitro pitó el fin del partido llevándonos la victoria y las tres corrimos hacia el túnel de los jugadores. Esperamos unos minutos y vi a Pedri bajar los escalones junto a Xavi, pero él se quejaba con el ceño fruncido mientras señalaba su pierna.
— Pau ¿puedes checar a este chico?.- le dió unas palmaditas en el hombro y asentí, después nos encerré a ambos dentro de uno de los cuartillos de enfermería.
Pedri se sacó el jersey quedando únicamente con la camiseta de compresión que se ajustaba magníficamente a su definido cuerpo. Se sentó en la camilla y yo me quité el abrigo para comenzar a revisar su pierna, pero antes de que pudiese hacerlo me detuvo y me miró profundamente a los ojos.
— ¿Qué pasa?.- pregunté.
— Tenemos que hablar.- dijo firme.
— ¿Qué hay de tu...?
— Lo he fingido. Sólo necesito que me escuches Paula, por favor.
— Bien.- dije borde.- Habla.
— Perdón si te hice creer que no estaba tomándote en serio, en ese momento no supe qué mierda hacer ni qué decir pero, joder, jamás quise que te sintieses así.- tomó mis manos y me acercó.- No quería que fuese la manera en la que todos se enterasen.
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Anatomía de Tú y Yo - [Pedri González]
FanfictionPaula comienza un nuevo año de universidad en Barcelona, dejando a su bella y antigua Sevilla para iniciar una nueva etapa de su vida estudiando fisioterapia. Pedri, en cambio, es uno de los jugadores más aclamados de toda España y el mundo. Parecie...