XIII

3.4K 409 17
                                    

Respuestas

Lia salió de la enfermería una semana después, aún algo adolorida. Y en todo ese tiempo, cada vez que Ellie o Joel iban a verla, no había podido mencionar que sabía que eran a ellos a quienes sus atacantes buscaban.

En parte era porque cuando estaba Ellie, también estaban Jesse y Dina, y no le parecía correcto darle luz al tema con ellos dos en frente, ya que parecían desconocer la situación.

Y Joel no se quedaba el tiempo suficiente. Le bastaba con preguntarle si estaba bien y si necesitaba algo, y luego se excusaba diciendo que debía irse de patrulla.

En el camino a su departamento, Dina la acompañó.

—Estuve cuidando a Fred —mencionó. Lia la miró con los ojos muy abiertos—. Perdón si te molesta, yo...

—¡No! Dios, no... Fred... ni siquiera me había acordado de él —le dijo—. ¿Cómo está? —le preguntó.

—Está bien, come bastante —Dina rio—. Pero creo que está triste, supongo porque te extraña.

—Pobrecito... —se lamentó Lia.

Dina tenía la llave del departamento de Lia, por lo que ella fue la que abrió la puerta.

Y al parecer tenía razón sobre Fred. El gato, a penas ver a Lia, se levantó del sillón con energía y se acercó rápidamente hasta su dueña.

—Hola, Fred —le dijo la chica, alzándolo en brazos y acariciándolo tras sus orejas. El gato ronroneaba complacido.

—¿Necesitas algo? —le preguntó Dina.

—Descansar un poco más —le respondió Lia.

—Por cualquier cosa que necesites, estoy en frente —le dijo con una sonrisa.

—Gracias, Dina.

—Para eso son las amigas —le dijo antes de marcharse.

Lia estaba exhausta, a pesar de haber estado en cama más de una semana.

Fue hasta su habitación y se acostó con Fred abrazado a su pecho. Al poco tiempo se quedó dormida.

No sabía que hora era cuando volvió a despertar. Se había sentado en su cama, atontada.

Tocaron la puerta.

Esa debía haber sido la razón de su despertar.

La tocaron una vez más.

Caminó con los pies de plomo hasta ella, encontrándose con Ellie del otro lado.

—Hola —le dijo la de ojos verdes.

—Hola.

—¿Puedo pasar?

Lia se hizo a un lado y Ellie entró cabizbaja.

—¿Cómo estás?

—He estado mejor —Lia intentó bromear.

Ellie le sonrió.

Ésta era su oportunidad. Era el momento indicado para sacar el tema.

Pero Ellie le ganó de mano.

—Yo... lo siento —le dijo.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Jesse nos contó que estas personas estaban buscando a un...

—Sí, a un hombre y a una niña —la interrumpió. Lia la miraba con tanta intensidad que era imposible que Ellie no se diera cuenta de que sabía.

—Sí... un hombre y una niña —repitió—. Pero esa niña ya no es más una niña —dijo.

—¿Cómo lo sabes?

—Porque esa niña era yo —le dijo.

Lia alzó las cejas y su boca se entreabrió levemente, sorprendida. No esperaba que fuese tan directa.

—Continúa.

Ellie suspiró.

—Antes... Joel y yo hicimos bastantes cosas para poder sobrevivir. Maté a personas y Joel... él mato por mí. Varios de esos sobrevivientes ahora nos buscan para cobrar venganza y lamento tanto que los hayan encontrado a ti y a Jesse en lugar de a Joel y a mí. Si hubiésemos sido nosotros te juro que no hubiesen salido con vida.

<Si te sirve de consuelo, los encontramos a todos —añadió.

Ellie dio un paso hacia a ella. Sus ojos brillaban.

—Yo... conozco un poco de la historia —confesó Lia.

—¿Qué? —Ellie frunció el ceño.

—Se expandió como la pólvora la descripción de un hombre y una niña buscados por Las Luciérnagas. Muchas personas querían asesinarlos, pero nadie podía dar con ellos. Era como si hubiesen desaparecido de la faz de la tierra —suspiró abatida ante la mirada de Ellie; no sabía si reflejaba la sorpresa o la traición—. Al primero que conocí aquí fue a Joel y no pude relacionarlo del todo, pero cuando te vi a ti junto a él, lo supe.

Había omitido algunas partes, era consciente de ello, pero Lia no estaba lista para decirlo y sabía que Ellie no estaba lista para oírlo.

La de ojos verdes dio un paso atrás.

—¿Lo supiste todo este tiempo?

—Sí, pero no sabía cómo decirlo. Y ni siquiera sabía si valdría la pena. No cambiaría nada.

—¿Qué más sabes? —le preguntó. Lia negó.

—Nada más...

—No me mientas —le dijo Ellie, dando un paso hacia ella.

—Yo... no te estoy mintiendo —mintió.

—Lia...

—Hay un montón de cosas que no me has dicho, asique no me exijas nada —le soltó de repente. Ellie frunció el ceño.

—¿Lia qué es lo que sab...?

—Nada, Ellie. No sé nada.

Ellie se alejó una vez más. La de ojos verdes parecía estar más golpeada que Lia.

—Yo... yo no quiero que nada se arruine entre nosotras —dijo Ellie—. Cuando ambas estemos preparadas, hablaremos, ¿te parece?

Lia la miró sin pestañar.

Asintió lentamente.

Y luego Ellie la abrazó.

—Lamento todo esto y si alguna vez te lastime —le dijo al oído.

Cuando se separaron, sus rostros quedaron tan cerca que podían sentir la respiración de la otra.

—Lo sé —le respondió Lia, abrazándola nuevamente. 



----

Publicaré el próximo capítulo esta noche, ya que ayer no pude publicar :(

Contara con un salto temporal que comenzará a guiar la historia tal y como la conocemos (con la excepción de Lia, de quien aún no saben mucho). 

Espero que les haya gustado, saludos <3

A whistle in the wind | Ellie Williams (tlou)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora