Forbidden wish [+18 Sae Itoshi x fem! reader x Rin Itoshi]

Capítulo 6

"Una vez, un sabio dijo: quién te hace daño, es quien al final te necesita."

[...]

Tragué duro. ¿Estaba insinuando que le hiciera una mamada? Claramente lo estaba haciendo.

― ¿Estás diciendo que te la chupe...?― Casi susurré eso último.

― Bueno― El chico se encogió de hombros―, ¿tú qué crees?

Vale. Estaba ordenándome que se la chupase. Cerré un momento los ojos con fuerza y luego los volví a abrir para centrar mi mirada en la del Itoshi, quién me la devolvía con aires de realeza. No tenía de otra.

Di un paso, y luego otro. Caminé indecisa hasta que me paré delante de él, y entonces me agaché frente suyo. Sae no hizo ningún movimiento más que seguirme con la mirada y esbozar una leve sonrisa pecaminosa. Respiré hondo. Nunca en mi vida había hecho nada similar, pero sí había leído incontables libros eróticos y mangas yaoi, por lo que intenté tranquilizarme pensando en que al menos, algo de teoría me sabía. Así que, con todo eso en mente, alargué mis manos hacia el elástico del pantalón del chico, quien lucía uno cómodo pero a la vez elegante para estar por casa, y liberé su masculinidad tras deslizar mínimamente dicha prenda junto con los oscuros boxers. Y volví a respirar hondo.

Cabe recalcar que tampoco había visto nunca en mi vida un miembro viril, pero el de Sae me pareció excesivamente grande. Igualmente, tampoco podía ponerle pegas, así que me tragué mis quejas y mis dudas sobre si eso me cabría en la boca, y acerqué mi boca al glande del chico. Le di una pequeña lamida, llevándome conmigo un poco del líquido preseminal , y me pregunté entonces cómo proseguir. Estaba llena de nervios y de dudas, pero sobre todo de miedo; miedo a saber qué pensaría Sae de mí.

― Vamos, niña, es para hoy. Me da igual cómo lo hagas, simplemente hazlo, y ya te castigaré luego si es necesario― Gruñó el mayor como si hubiera leído mis pensamientos.

Genial, con lo que me acabas de decir me has animado más. Por favor, capten mi sarcasmo.

Así que, bueno, decidí optar por tomar su virilidad con una mano y comenzar un movimiento de masturbación con esta mientras atendía su glande con mi lengua. El chico soltaba leves gruñidos, pero nada más allá de eso, lo que me llevó a cuestionarme si lo estaba haciendo mal. Entonces, Sae llevó sus manos a mi cabeza, para enredar sus dedos con mi cabello, y hundir repentinamente su miembro en mi cavidad bucal. Ahogué un quejido de sorpresa contra su sexo, pero el contrario comenzó a embestir mi boca con sus manos y un movimiento auxiliar de sus caderas, echando la cabeza hacia atrás. Me atraganté con su miembro mientras él no dejaba de enterrarlo en mi boca para después sacarlo, y así sucesivamente. Me entraban arcadas de los profundo que entraba, llegando a ser doloroso, pero al chico únicamente le complacían mis quejas, por lo que no frenaban sus movimientos.

Intentando poner de mi parte de alguna forma, intenté aumentar el gozo ajeno con movimientos de mi lengua, cosa que creo que me salió bien, pues creí escuchar un gemido ahogado del contrario. Y, sin dejar de embestirme la garganta con ayuda de sus manos enredadas en mi cabello, sentí como su miembro palpitaba contra mi boca, por lo que supuse que se vendría en poco tiempo. Así que, para aumentar el placer ajeno, pellizqué ligeramente sus testículos antes de jalarlos hacia abajo, provocando un gemido ahogado por parte del contrario, quién dejó que finalmente su esencia brotase y llenase mi cavidad bucal. Me atraganté con ella y tosí cuando el chico salió de mi boca.

― Enseñamelo― Exigió el contrario cuando hubo liberado mi boca de su gran sexo. Acaté su orden y separé mis labios mostrando como su blanquecino semen descansaba en mi cavidad bucal―. Traga― Imperó, a lo que yo obedecí, tragándome su esencia levemente amarga, aunque un poco de esta se escapó por la comisura de mis labios, descendiendo hasta mi barbilla―. Buena chica.