Forbidden wish [+18 Sae Itoshi x fem! reader x Rin Itoshi]

Capítulo 27

"Me confundes. A veces siento que me quieres y a veces siento que no. No sé cómo lo haces, porque yo estoy queriéndote siempre."

[...]

Había sido invitada a un mismo partido por parte de tres personas.

Sí, Rin también me pidió que fuera. Era casi la hora de ir a dormir cuando lo hizo, yo estaba por ir a mi cuarto para tirarme sobre mi cama cuando pestañitas menor me indicó que entrase a su habitación. Intrigada, le hice caso y le seguí hasta su cuarto.

― Que sepas que aún me duele el castigo del otro día― Gruñí en desagrado, sentándome en su cama como si fuera la mía.

Rin arqueó las cejas y me miró desde arriba, ya que él estaba de pie frente de mí.

― Por algo es un castigo, ¿no?― Resolvió cruzándose de brazos― Como sea, este es mi cuarto, ¿qué haces comportándote como si fuera el tuyo?

Me encogí de hombros.

― Eres mi hermanastro― Apunté como si fuera lo obvio.

Él rodó los ojos y se inclinó sobre mí hasta estar a la altura de mi oreja.

― ¿Eso es lo que quieres que sea para tí?― Susurró contra mi oído con su voz que me hacía delirar.

Por consiguiente, se reincorporó y una sonrisa de triunfo se dibujó en su rostro.

― Bueno, a lo que iba. Mañana tengo un partido, quiero que vengas a verme― Comandó devolviendo su rostro a la normalidad: serio y frío como el hielo.

― Está bien― Suspiré como si le estuviera haciendo un favor al decir que sí―, iré.

Así que ahora tenía tres entradas, ya que los tres chicos me habían dado una cada uno, por lo que vendí las otras dos que no necesitaba por internet. No le dije nada de mi negocio a nadie, sería un secreto entre mí y mi comprador virtual. Saqué un buen dineral por la venta, así que me compré varios mangas yaoi.

Ahí estaba yo, ya era el gran día, era un sábado especialmente soleado, eran exactamente las doce menos cuarto del mediodía cuando me encontraba buscando mi asiento en las abarrotadas gradas del estadio en el que iban a jugar los tres chicos más importantes de mi vida. Sae me había llevado en su coche hasta allí. En esos momentos, él debía de estar en los vestuarios.

Me sentía nerviosa, era la primera vez que iba a ver un partido de fútbol... La primera vez también que lo vería en vivo y en directo.

Finalmente, me senté en una silla, en primera fila frente al estadio, y me dispuse a mirar la hora en mi móvil, aún faltaban unos minutos para que el partido comenzase, por lo que me dispuse a entretenerme con él, mas estaba tan nerviosa que ni Wattpad ni Tik Tok me lograban calmar. Así que no tuve más remedio que guardar mi celular y comenzar a morderme los labios como loca ante el nerviosismo que inundaba cada milímetro de mi ser, haciéndome sentir con unas ganas locas de moverme y correr; idear alguna forma de calmarme.

Mi mirada se paseó por todas las gradas a reventar de fans que coreaban el nombre de Sae, con pancartas enormes mostrando su nombre con la bandera de Japón de fondo. Algunos hinchas gritaban también el nombre Aiku y coreaban el nombre del equipo sub-20 de Japón.

Suspiré cuando el comentarista comenzó a hablar, su voz inundando todo el estadio, y un poco después, los dos equipos comenzaron a desfilar en línea recta hasta que cada jugador ocupó su lugar correspondiente. Me sorprendió ver que Rin llevaba la banda de capitán de su equipo, pero lo cierto es que no esperaba otra cosa.

Nerviosa y ansiosa como estaba, pegué un brinco en mi asiento y corrí hacia la barandilla que me separaba del campo, inclinándome sobre esta. Pude ver a Bachira recorriendo las caras de los espectadores en busca de mí, y, cuando me encontró, me saludó como niño feliz y gritó mi nombre, cosa que hizo que Rin se voltease a verme también. No podía ver bien sus rostros de lejos, pero sabía que ambos estaban un poco más aliviados al ver que yo estaba ahí, apoyándoles en medio de toda esa gente que animaba al equipo contrario.