Capítulo 20

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"Y el Sol le dijo a la Luna: "hagamos un trato, yo te pienso y tú me sueñas."

[...]

Tenía a Bachira encima de mí.

No sabía qué había pasado, ni por qué estaba tumbada en una cama que no era la mía, con mi amigo besando el valle de mis senos sin descanso, subiendo sus besos por mi torso hasta alcanzar mi clavícula, la cual llenó también de saliva, luego besando mi cuello, dejando pequeñas mordidas traviesas aquí y allá. Después volviendo a besar mis pechos antes de subir sus labios a mi mandíbula para, por consiguiente, arrastrar sus labios en un movimiento juguetón por mi piel hasta presionarlos sobre los míos.

Gemí.

¿Qué estaba pasando?

Mejor dicho, ¿qué había pasado? ¿Cómo había acabado así?

― Ey, ey, shhh― Bachira se despegó de mi boca, y, al hacerlo, de nuestros labios pendió un hilo de la mezcla de nuestras salivas que acabó cayendo sobre mi rostro al sucumbir ante la fuerza de la gravedad.

El mayor me sonrió desquiciadamente y dejó un nuevo beso húmedo sobre mi boca. Me miró con sus ojitos vivaces y me sonrió ampliamente, masajeando uno de mis pechos con su mano tranquilamente, acercando su rodilla a mi centro, ejerciendo una leve presión que me hizo jadear y respirar profundamente.

― Shhh, oh, cariño, qué ruidosa eres, ¿lo sabías?― Dijo, pero por la forma con la que me miró, no parecía que esto le disgustara en lo absoluto.

Me mordí el labio y arqueé la espalda cuando sentí la intromisión de su pulgar en mi centro, acariciando mi clítoris por encima de la delicada tela de mi lencería.

¿Huh? ¿Lencería? Yo me ponía esas prendas en contadas ocasiones. Seguía sin saber, ¿qué había pasado?

Creo que esa noche bebí mucho. Lo supe en esos momentos porque cuando Bachira volvió a besarme, el beso supo a alcohol... y muy dulce...

― Ey, ey, tranquila, ten paciencia― Rió el de orbes amarillos enredando sus dedos en mi cabello sudado―. Ahora voy, ¿sí? Espera un segundo.

Hasta que no dijo eso, no me percaté de que tenía mis piernas enredadas desesperadamente en sus caderas, buscando un poco de fricción en mi sexo. Él se relamió y sus ojos brillaron en la oscuridad de la habitación. Ciertamente, estábamos iluminados por la luz de una lamparita de noche que había en la habitación, reposando en la mesita a un lado de la cama que olía a Yuri...

Espera.

― ¡Ah! ¡Uhm!― Mis gemidos fueron ahogados contra los labios de Meguru cuando él volvió a presionarlos sobre los míos.

Bachira tenía un dedo acariciando mi intimidad, con mi clítoris hinchado completamente a su merced. Me agarré a las sábanas al sentir la piel desnuda de su pecho acariciar mis pezones erectos cuando se inclinó a besarme más profundamente, él no tenía camiseta. El de mirada amarilla se apartó de mi boca y llevó su lengua para atender mi vientre, besándolo pasionalmente. Enterré mis dedos en su cabello. No sabía cuándo fue, pero yo ya no llevaba tampoco la prenda inferior de mi conjunto de lencería blanca. Bachira debió de haberla lanzado por ahí.

Entonces él me tomó de los muslos y los subió a sus hombros. Su carita se perdió ahí en mi entrepierna y sentí su lengua lamer toda la extensión de mi vulva. Eché los ojos hacia atrás debido al placer y arqueé mi espalda, aferrándome con mayor fuerza a su cabello, enredando mis dedos en él.

― ¿Te vas a correr ya?― Tarareó él metiendo uno de sus dedos en mi coño húmedo.

No fui capaz de verbalizar nada más diferente que un gemido y las primeras letras de su nombre mal balbuceadas.

Forbidden wish [+18 Sae Itoshi x fem! reader x Rin Itoshi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora