Forbidden wish [+18 Sae Itoshi x fem! reader x Rin Itoshi]

Capítulo 10

"Me dicen que estoy loco. Y lo estoy (pero por ti)."

[...]

Cada día veía a Bachira unos minutos antes de meterme en la academia, y siempre hablábamos de cosas sin importancia, riéndonos de tonterías, pero otras veces le contaba asuntos más serios, y él me atendía con interés, siguiendo mis movimientos con sus alegres ojitos amarillos. Como un día en el que le hablé de los Itoshi.

― No me lo puedo creer― Dijo abriendo sus ojos con desmesura―, ¿en serio eres hermana del grandioso Itoshi Sae?

― Hermanastra.

― Entonces... ¿Eso significa que fue él el que me borró de tus contactos?

― Sí...

El contrario se quedó pensativo unos minutos, en los cuales me observó tan detenidamente que me dio vergüenza y sentí como mi rostro comenzaba a arder.

― Oye, TN, ¿tu eres virgen?

Su pregunta me tomó completamente desprevenida. Y más aún que la formulase con esa mirada inocente que me mataba. Tartamudeé un poco al contestar.

― N-no...

Me avergonzaba admitir algo así en voz alta, pero por algún motivo el chico me transmitía confianza. Sentía que a él podía contarle las cosas. El más alto únicamente me observó con curiosidad, pero sin una nota de asombro en su mirada, parecía que se esperaba esa respuesta.

― Ya veo. Fue uno de tus hermanos, ¿no?

― Hermanastros.

― Hum, no lo has negado. Conque fueron ellos... ¿Sae, tal vez?

― No... Fue Rin...― Corregí bajito― ¿Por qué la pregunta?

― No sé― Él se encogió de hombros―. Mi monstruo me lo dijo.

Ya veo. Su monstruo...

Tras eso, él no volvió a tocar el tema. Y sobra decir que yo tampoco.

Unas semanas después durante las cuales los Itoshi no me hicieron absolutamente nada, Bachira me jaló de la manga de la camisa y me estrechó entre sus brazos con fuerza, abrazándome sorpresivamente y hundiendo su rostro en la curva de mi cuello, aspirando mi olor.

― ¡Bachira! No hagas eso...― Pedí avergonzada, y aún más porque estábamos cerca de la entrada de la academia y alguien nos podía ver.

― ¿Por qué?― Preguntó él con su alegre voz separándose levemente de mí.

― A-alguien podría vernos...― Y decírselo a Rin...

El contrario únicamente sonrió de oreja a oreja infantilmente, viéndose increíblemente tierno, y se separó completamente del abrazo al fin. Luego, cuando estaba a punto de despedirme de él ya que apenas quedaban minutos para que empezasen las clases, el mayor volvió a tomarme del brazo, impidiéndome que me fuera de su lado.

― ¿Qué ocurre, Bachira?

― Meguru... Llámame Meguru― Su mirada suplicante me impidió oponerme a su petición.

― E-está bien... M-meguru― Dije, sintiendo como mi rostro comenzó a arder locamente. El chico rió ante mi reacción, rellenando el aire con su vibrante risa.

― Te ves linda así. Oye, hoy no vayas a clase. Ven conmigo.

Lo observé atónita.

― ¿P-por qué? Y... ¿a dónde iríamos...?― Pregunté cm vergüenza.

Ante mis palabras, el peli castaño sonrió y me tomó de las mejillas.

― ¡Eso significa que es un sí! Vayamos a mi casa, mi mamá no estará en la mañana, se fue a una galería de arte. ¡Ven! Quiero enseñarte sus cuadros.