Forbidden wish [+18 Sae Itoshi x fem! reader x Rin Itoshi]

Capítulo 22

"Qué bonitos se ven tus ojos después de besarnos."

[...]

Volvimos a casa en silencio. No me había dado cuenta de la hora que era, era más de media noche.

Nada más cruzar el umbral de la casa, nos topamos con Sae. Pero no un Sae cualquiera, no; un Sae completamente cabreado, con los brazos cruzados y la mirada tan fría que te podría congelar con ella si la mirabas. Debe de sonar estúpido, pero en cuanto lo vi, mis mejillas se sonrojaron y sentí un tirón de amor en mi estómago hacia él que me hizo delirar.

Al verme, mi hermanastro mayor levantó la barbilla y me evaluó a través de sus espesas pestañas. Ay diosito que hermoso es.

― Quiero que me digas ahora mismo qué mierda has estado haciendo para volver a casa a las dos y treinta y cuatro de la madrugada. Y eso sin decir que ha tenido que ir Rin a por ti, porque si no, a saber a qué hora volvías― Exigió el Itoshi mayor.

Mierda. Esto es malo, se sabe hasta los minutos exactos en los que he vuelto. Bien, TN, prepárate. Dios, sé que soy tu mejor guerrera, pero, por favor, deja de mandarme esta clase de conflictos. Adiós, mundo cruel.

― Eh, uhm... Bueno, verás...

― ¿Y a ti que te importa, nii-san?― Me cortó Rin, sonando tan enojado como su hermano― No eres nada para ella. Solo, cállate.

― Cierra tu estúpida boca, ¿tú qué sabrás?― Rabeó el otro.

― ¡Más que tú!― Gritó el pelinegro.

― ¡Chicos! ¡Dejad de discutir, por la mierda! ¡La culpa fue mía, ¿vale?!

Nada más acabé de gritar eso, los dos se callaron y me miraron, Rin incrédulo y Sae con una mezcla de sensaciones que no supe descifrar.

Como nadie más dijo nada, opté por subir a mi habitación, ninguno me lo impidió.

[...]

Era sábado. Mamá y papá volvían de su luna de miel ese día por la tarde, ellos volverían a casa desde el aeropuerto en Uber.

Rin había salido a entrenar, y yo estaba en el salón, leyendo un nuevo yaoi que había salido y que me había enganchado, cuando Sae entró por la puerta. Vestía unos vaqueros ligeramente ajustados y una camisa de vestir blanca que llevaba arremangada por encima de los codos, mostrando sus antebrazos perfectamente venosos de forma sexy. Él se acercó a mí y yo intenté no mirarle, aún recordaba la pelea que tuvo con Rin la noche del día anterior.

― TN― El de cabellos granates se sentó a mi lado en el sofá y clavó su mirada en el suelo―, debido a tus acciones, a veces pienso que no quieres a tu amo.

Sus palabras dichas así, como quien no quiere la cosa, me clavaron en el sitio. Saqué mi mirada del manga y comencé a sudar frío. No sabía muy bien cómo responder a eso. Yo a Sae lo quería mucho, quizá de alguna forma enfermiza, pero estaba muy segura de que el chico me gustaba.

― Y-yo...

Sae negó con la cabeza, fijando sus ojitos en los míos. Conectamos miradas en silencio hasta que al fin me digné a hablar.

― Yo sí que quiero a mi amo― Susurré.

― Unas palabras, si no van acompañadas por acciones, no valen nada― Resolvió él con un suspiro.

Me mordí los labios, nerviosa. No acababa de recordar muy bien lo que había pasado la noche anterior durante la fiesta, sólo tenia varios recuerdos efímeros de Bachira haciendo groserías conmigo... Tampoco recordaba cómo era que yo había acabado en esa situación.