CAPITULO 6.

862 57 10
                                    

La noche anterior había salido mejor de lo que esperaba, In Na había dejado de insistir con el tema de mi ropa. Había llegado al departamento de Daniel, él aun no llegaba pues tenía que esperar a que todos los invitados de su padre se marcharan. Estaba cansado, tenía un punzante dolor en la cabeza causado por la chillante voz de mi novia. Tomé una larga ducha, me sequé y me vestí, enseguida me tiré a la cama envolviéndome con las sábanas, suspiré sobre la almohada al sentir el aroma de mi chico.

No sabía cuanto tiempo había pasado, me había quedado dormido. Con los ojos aun cerrados me di cuenta de que Niel había llegado ya, pues podía escuchar la llave de la ducha. Me removí en la cama y después sentí ésta hundirse.

- ¿Duermes? - me preguntó acariciando mi mejilla. Negué con la cabeza.

Le sentí meterse entre las sábanas, levanté mi brazo dejando que se acomodará ahí, acercó su rostro hasta mi pecho y yo le rodeé la espalda mientras me acercaba más a él con su brazo en mi cintura.

- Buenas noches ByungHunnie - me dijo cariñoso.

- Buenas noches mi Nielu - le di un pequeño beso en la frente.

A la mañana siguiente, desperté yo primero, con mucho cuidado hice a un lado a Daniel y caminé aun dormilado hacia el baño. Me enjuagué la cara y me lavé los dientes para luego secarme. Tenía pensado regresar a la cama pero tomé el camino hacia la cocina, revisé la alacena, preparé unos waffles para el desayuno, había visto a Niel hacerlos anteriormente así que no fue problema. Escuché la puerta de la habitación cerrarse de golpe ¡Demonios! No la había cerrado, apreté los ojos esperando el grito de Daniel.

- ¡Lee Byung Hun! - gritó fuerte, corriendo hasta donde yo estaba.

- Ho-hola cariño- dije nervioso. - Te preparé el desayuno.

Esperé un grito más, pero Niel se quedó viendo el plato con los waffles, sus ojos brillaban y sus labios gruesos se encontraban semi abiertos.

- ¿En serio son para mi? - preguntó aun no creyéndoselo. - Tú nunca...

- Lo sé - le interrumpí, sonreí y lo acerqué a la mesa. - Es la primera vez que cocino para alguien... No tengas miedo, no creo que te intoxiques con unos simples waffles.

Comenzamos a comer, Niel repetía en cada bocado que el desayuno era perfecto. Levanté la vista del plato, no pude evitar ver aquellos labios llamativos llenos de migas de panqueque, aquello era tierno. Estiré mi mano hasta el rostro de Daniel, donde acaricié con mi pulgar su labio inferior eliminado todos los pequeños rastros de comida.

- Hyung... - susurró bajito.

Miré sus chocolatosos orbes, ese brillo en ellos me rogaba que le besara. No me negué y me apoderé de sus carnosos labios, era un completo adicto a ellos, tan suaves y esponjosos, le mordí arrancándole un suspiro terminando de enloquecerme, estaba dispuesto a follarlo ahí mismo, sobre la mesa si era posible pero el sonido del timbre nos hizo alejarnos, le miré con el ceño fruncido.

- ¿Esperas a alguien? - Pregunté.

- No... espera, iré a ver quien es.

Se levantó de la silla y yo seguí comiendo. Escuchaba murmullos, y me sobresalté cuando identifiqué la voz de In Na.

- ¿Oppa? - preguntó entrando al pequeño comedor. - ¿Qué haces aquí?

Me encogí en el asiento, y miré a Niel quien se encontraba pasos atrás de In Na, sus ojos se abrían con sorpresa y sus labios temblaban.

- Dormí aquí - dije, aclaré mi garganta y clavé mi mirada en la de ella. - Teníamos demasiado trabajo que no pudimos terminar en la oficina por la repentina fiesta de tu padre, era urgente terminarlo así que nos desvelamos trabajando, era muy tarde cuando terminamos y Daniel-ah me ofreció dormir en el sillón.

No More Perfume On You. NIELJOE/L.NIELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora