CAPITULO 5.

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Estacioné el auto frente a esa gran casa, bajé del auto y caminé hasta la puerta del copiloto para abrirla y ayudar a bajar a mi acompañante. La admiré mientras ella se colgaba de mi brazo, su vestido largo azul oscuro, contrastaba con su blanca piel, ella capto mi mirada y levantó la vista mientras sonreía. Su sonrisa me capturó por un momento, realmente se veía hermosa.

-Buenas noches noona -Escuché una melodiosa voz muy conocida para mí -Buenas noches Byung Hun.

- ¡Daniel! -Gritó In Na - Deberías ser más respetuoso, L.Joe es tu Hyung.

-Buenas noches Hyung - Niel puso los ojos en blanco.

Asentí con la cabeza sonriendo, quité mi atención de In Na para fijarme en Daniel; se había peinado y acomodado el cabello, traía unos pantalones muy pegados que, seguramente hacían resaltar su trasero, traía una camisa celeste y un saco que juraba y se le podía ver unos cuantos destellos. Entramos a la casa, estaban unos cuantos familiares de In Na que ya conocía así como otros hombres, supongo que socios de la empresa del padre de mi novia. Después del algo extenso discurso del señor, nos sentamos todos en el comedor. Reí un poco cuando Daniel se sentó a mi lado derecho, mientras In Na se sentó a mi lado izquierdo.

Nos sirvieron la comida; algunos platicaban sobre negocios mientras yo me mantenía callado, y si me preguntaban algo, sólo contestaba con un monosílabo. Piqué una vez mas mi alimento, me sobresalté un poco cuando sentí la mano de Niel sobre mi muslo. Levanté la mirada encontrándome con sus ojos pícaros y su sonrisa de medio lado. Sonrojado devolví mi mirada al plato mientras sentía como Daniel empezaba a pasear su mano por mi muslo por debajo de la mesa.

-¿Sucede algo oppa? - pregunto In Na y Niel apretó mi entrepierna haciéndome morder mi labio.

- N-No -Tartamudié mientras intentaba acallar un suspiro.

- Oppa tienes las mejillas rojas, ¿Tienes fiebre?

-Estoy bien, In Na no te preocupes. -Dije más seguro para volver a concentrarme en mi plato mientras sentía las traviesas caricias de mi chico quien soltó una pequeña risa.

Después de terminar de comer, las pláticas siguieron mientras todos estaban en el salón de estar, algunos sentados en los sillones tomando vino, otros parados observando los objetos de la casa, yo simplemente mantenía una coversación común con In Na. Recibí un texto en el móvil, me metí a KakaoTalk mientras mi novia seguía hablando de algo que había sucedido con su amiga o algo así.

De: Niel♥

"Vamos a mi antigua habitación"
"Muero de ganas por estar contigo... a solas"

Acepto que sonreí como un idiota. Busqué con la mirada a Daniel, y lo encontré subiendo las escaleras mientras me sonreía.

- Tengo que ir al baño - Le dije a In Na - No tardo, hermosa.

Le planté un beso en la frente, y casi corrí siguiendo a Niel. Él se adentro a una habitación, misma donde minutos después entré, cerré la puerta asegurándome de haberle puesto pestillo. Mi dongsaeng se encontraba sentado en la que había sido su cama.

- Hola Nielu- me acerqué a él mientras sonreía.

Se aflojó la corbata mientras se mordía el labio y cruzaba su pierna. Me paré en frente de él sin despegar mi mirada de sus ojos que contenían cierto toque de lujuria. Le tomé de la barbilla para levantarle el rostro.

- Estas muy guapo L.Joe-Hyung -Me dijo tomandome de la camisa para que me inclinara un poco

- Tú igual mi Nielú, te encuentras muy provocativo hoy - Rocé mis labios con los de él.

-Deberiamos darnos prisa, tu novia es algo impaciente ¿Lo sabías?

Tenía razón. Coloqué mis dos manos en su rostro pegando por fin mis labios a los suyos, el me abrazó por la cintura atrayendome más a él. Gimió cuando penetre su boca con mi lengua, sentí el ligero sabor a vino cuando su lengua tocó la mía, me excitó aun más. Niel sacó mi camisa y metió sus manos en ella para acariciar mi torso.

- Talla equivocada -Dijo refiriéndose a mi camisa que como siempre me quedaba algo larga.

Volví a adueñarme de sus labios ignorando su comentario, clavé una mordida en su labio inferior haciéndole suspirar. Lo empujé por el pecho para que se acostara en la cama, le di un corto beso y me levanté para dirigirme a sus pantalones, desabroché su cinturón y su pantalón, lo bajé rápidamente con todo y su ropa interior, inconscientemente pasé mi lengua por mis labios al ver el ya erguido miembro de Niel. Hice lo mismo con mi pantalón para luego subirme a la cama posicionandome entre sus piernas.

- Lo siento Daniel, pero tenemos prisa

Besé sus labios y tomé su miembro entre mi mano derecha para masturbarlo mientras con la izquierda tomaba mi propio miembro y lo dirigía a la entrada de Niel. Ahogó un gemido de dolor cuando de una sola estocada estuve dentro de él.

- Eres una bestia - Susurró después de golpear mi hombro.

Reclamé sus labios ferozmente, y comencé a moverme. Le tomé de la cintura levantando un poco su camisa para ver su delgado abdomen. Así como yo, él mordía su labio inferior para no emitir ningún gemido. Apretó las sábanas cuando toqué su punto dulce, el movimiento de sus caderas tenía el mismo ritmo que las mías. La situación era más que excitante, sabía que en cualquier momento alguien podría preguntar por nosotros. Los gestos que Daniel hacía, y el hecho de que cada vez que golpeaba su próstata él me apretaba muy fuerte, hizo que pronto sintiera un cosquilleo en todo el cuerpo. Agarré su miembro que pedía atención, Daniel se retorcía de placer debajo de mí, su torso subía y bajaba muy rápido y su castaño cabello se pegaba a su frente debido al sudor. Soltó un suspiro largo y profundo manchando mi mano con su semen. Apoyé mi frente en su hombro cuando senti el latigazo de corriente en mi columna al momento de liberarme dentro de él.

Salí de su cuerpo, en la mesa de noche que había ahí, note un paquete de pañuelos, tomé algunos para limpiar el semen que corría por las piernas de Niel. Me subí los pantalones, para luego ayudar a Niel a incorporarse, le subí los pantalones y le di un casto beso en los labios.

-Tu camisa - la señaló yo bajé la mirada viendo que en esta quedó una mancha de la esencia de Niel.

Intenté limpiarla con un pañuelo, pero sabía que eso no era suficiente. Acomode mi ropa.

-Creo que no se notará - le dije al ver que dentro de mi pantalón sólo se dejaba ver un poco, casi nada, de aquella mancha. Tuve la intención de agarrar los pañuelos sucios pero Niel me detuvo.

-Deja eso ahí, ve con tu novia -recalcó la palabra con ironía -Debe estar como histérica buscándote.

Hice una mueca con los labios y salí de aquella habitación. Bajé las escaleras y enseguida un menudo cuerpo se colgó de mi cuello.

- Tardaste mucho, ya me había preocupado.

- No tenías de que In Na.

La tomé de la mano para salir con ella al jardín. Estuvimos un rato observando las estrellas, ninguno de los dos decía algo, realmente yo no quería hacerla hablar. Estaba disfrutando este momento en silencio sólo sujetando su mano, para que negarlo, a quien me imaginaba a mi lado era a Niel, por eso... por eso no quería que ella hablara, por que haciéndolo, rompería aquella burbuja que yo había formado.

- Tienes unos cuantos brillos en el saco -Dijo In Na, solté un suspiro.

Sabía que el silencio no iba a durar mucho. Bajé mi mirada, ciertamente, a contra luz, en mi saco y en parte de mi camisa se notaban unos pequeños destellos, seguramente del saco de Niel.

- Y tu camisa tiene una pequeña mancha.

La abracé para intentar evitar el tema pero ella seguía insistiendo.

- Se manchó estando en mi casa, ya era tarde no me pude cambiar -dije separándome de ella.

Quizás se convenció, pero sé que aun tenía la duda sobre los destellos en mi ropa. Sonreí un poco y suspiré. Daniel querido, brillos y perfumes: haz que desaparezcan.

No More Perfume On You. NIELJOE/L.NIELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora