Capitulo 10.

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A la mañana siguiente, nos dimos el lujo de despertar tarde. Mis piernas enredadas en las suyas con su rostro pegado a mi pecho, aspiré el olor que emanaba de su cabello castaño y le acaricié la espalda, emitió un pequeño gemido y aproveché a robar varios besos de sus carnosos labios. Sonrió cuando me alejé y despertó.

- Es bonito despertar así hyung - dijo con la voz ronca, le volví a besar.

- Todo es bonito cuando estamos juntos.

Susurré y me levanté de la cama para ir al baño. Hice mis necesidades y lavé mi rostro, salí del sanitario y en la cama Niel estaba mirando el techo, me lancé a su cuerpo riendo mientras me acomodaba entre sus largas piernas.

- Feliz cumpleaños mi Niel - acaricié su nariz con la mía y rió. - ¿Qué hiciste conmigo Daniel?

- Lo mismo que hiciste tu conmigo, ¿Te estás enamorando de mi Lee Byung Hun?

Le miré a los ojos, ¿Me estoy enamorando de Ahn Daniel? Tal vez. Sonreí a causa de ello y hundí mi sonrojado rostro en su hombro. Niel rodeó mi cintura con sus piernas y levanté la mirada para verle sonreír coqueto.

- Ahora no, pequeño travieso - le dije riendo y el hizo un mohín con los labios, piqué sus costillas haciéndole retorcerse debajo de mi y soltar grandes carcajadas.

Besé constantemente sus labios, apenas pegándolos y separándolos en segundos, mi rostro estaba sonrojado al igual que el de él. Era uno de los mejores momentos con Daniel.... Niel estoy cayendo por ti, estoy enamorándome.

Avisé en el trabajo nuestra falta, fui a mi departamento por el coche y una maleta con un poco de cosas personales para nuestro pequeño viaje. Regresé, le mande un mensaje para que bajara y supongo bajó corriendo pues enseguida le vi salir con su hermosa sonrisa casi tatuada en el rostro.

- Hola - dijo entrando en el auto y aventando su mochila en los asientos de la parte de atrás.

- Hola - contesté acariciando su muslo con mi mano.

Arranqué el auto hacia el hotel en el que había reservado antes, el sol comenzaba a caer y Daniel miraba por la ventana con los ojos brillosos llenos de alegría. Mantenía mi vista en la carretera pero entre ratos desviaba para mirarle, me gustaba observarle, sus mejillas estirándose por su gran sonrisa y sus manos jugueteando entre sí.

- Estas muy feliz - le dije y el asintió.

El trayecto en el auto fue silencioso, sólo la radio sonando a volumen demasiado bajo casi como un susurró. A lo lejos localicé el hotel, era apartado de la ciudad, era grande y elegante. Estaba seguro que le gustaría tanto como a mi me atrajo al verlo en internet.

Sus ojos se abrieron con sorpresa al ver la entrada, estacioné el auto, abrí la puerta del copiloto para que saliera, tomé su mano sin ningún temor y él se puso nervioso. Entramos al hotel, nos dirigimos a recepción, Daniel mantenía sus labios abiertos acariciando de vez en cuando cada objeto de lujo con la curiosidad plasmada en su rostro.

Después de dar los datos que la chica me había solicitado, me extendió la tarjeta de entrada para la recámara, volví a tomar la mano de Niel, y caminamos hacia el asensor. Poco me importo las mirada de desaprobación de algunos señores ya mayores en edad.

Caminamos por los pasillos después de haber salido del ascensor, pasé la tarjeta por el codificador cuando encontramos la puerta y esta accedió a abrirse. Era una suite, sí, sabía que Niel merecía algo así; la sala de estar fue lo primero que vimos. Él dio una vuelta por la pequeña cocina, el mini-bar, la terraza y por último la recámara.

- Oh por Dios - le oí exclamar desde adentro de la habitación mientras yo dejaba las mochilas en el sofá. - Esto es hermoso...

Me retiré la sudadera y la coloqué junto a las mochilas, caminé hasta donde Niel estaba y le abracé por la cintura, besé la parte de atrás de su cuello, volteó sin necesidad de separar mis brazos y me vio con los ojos llorosos.

La habitación estaba a oscuras, iluminada por unas cuantas velas -entonces pensé que tenia que recomendar este hotel por su buen servicio- pétalos rojos regados en el suelo como un mar de sangre, llamativo y hermoso. Las sabanas de la cama hacía juego con los pétalos de rosas, seguramente la tela sería de buena calidad. El clima dentro de esas cuatro paredes era cálido, excitante para nuestra velada de amor. El aroma que volaba por el aire, llenaba nuestros pulmones incitandonos más a entregarnos mutuamente, en cuerpo y alma.

Por qué, hoy, le entregaría mi corazón por completo a Daniel, por que sí, nunca deseé amar a este chico pero en este preciso momento sólo quiero perderme en su mirada y saciarme de sus besos, por que estoy totalmente enamorado de él.

Esta noche te envolveré con amor entre mis brazos.

Holi -deja esto por aquí y se va lentamente- siento mucho la demora, pero estuve un poco bloqueada con este fic, como es muy especial para mi quiero que lo que escribo sea igual de especial. Ahora les aviso que actualizare cada dos semanas para que esten pendientes. Nos leemos pronto.

No More Perfume On You. NIELJOE/L.NIELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora