CAPITULO 4.

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Me encontraba sentado en mi cómoda silla detrás del escritorio, ya había acabado el papeleo esta mañana por lo que ahora me encontraba leyendo un libro, mientras constantemente miraba la hora en mi reloj de mano, mantenía la cortina abierta esperando poder ver a Daniel pasar por ahí para luego entrar a mi oficina y sentarse en su improvisado escritorio de trabajo. Empecé a desesperarme, quería verle ya. Me mordí el labio suprimiendo una sonrisa al observarlo caminar hacia el escritorio enfrente de mi oficina, podía verlo a través de la pared de cristal, quizás estaba pidiendo los papeles del día para revisarlos. Estaba de espaldas por lo que me permití, detallar su espalda y bajar mi mirada hasta su trasero, volví a morder mis labios. Se dio la vuelta, quizá notó mi penetrante mirada, le sonreí haciéndome el inocente, él arqueo una ceja apoyando sus codos en el alto escritorio.

Después de que recogió unas cosas, entro por fin a mi oficina, guardé silencio viendo como cerraba las cortinas para que nadie pudiera ver lo que sucedía aquí adentro.

Se acercó lentamente a mí, como si de un felino se tratara, se sentó a horcajadas sobre mi cadera, yo no aparté mi vista de sus ojos.

Se pasó la lengua por el labio, provocándome. Le tomé de la nuca, rocé mis labios con los de él en apenas una caricia, capturé su labio inferior y lo succioné. Coloqué mis manos en su cintura, mientras pasaba mi lengua por sus labios para hacer que Niel me diera paso en su boca. Pronto inicio una pelea de lenguas, el beso se volvió muy candente por lo que Niel, movió su cadera, frotando su trasero con mi pelvis.

-Mmh -Soltó un gemido al sentir mi miembro crecer debajo de él.

Siguió moviéndose mientras yo me encargaba de hacer más profundo nuestro beso, él enredó sus manos en mi cuello, se hizo hacia adelante pegando su erección a mi abdomen. Le sentí sonreír encima de mis labios, abrí los ojos encontrándome con los suyos. Me tomó con ambas manos el rostro y me plató un sólo beso para luego acercarse a mi oído.

- ¿En la oficina otra vez, jefe? -Me preguntó con picardía. Yo asentí con la cabeza.

- ¿O prefieres en los sanitarios como la última vez?

-La oficina esta bien -contestó de inmediato.

Mordió el lóbulo de mi oreja y contuve un gemido, bajo por mi cuello, yo hice hacia atrás mi cabeza dejándole espacio para que besara cuanto el quisiera.

-Ahh Niel -gemí al sentir como succionaba en mi manzana.

Pasó su lengua por mis clavículas mientras desabotonaba mi camisa y quitaba mi corbata completamente, tocó mi pecho descubierto haciéndome sentir frío, me miro a los ojos mientras empezaba a jugar con mis pezones, los dejo erguidos y luego bajo sus manos por mi abdomen. Sentí su dedo índice pasar por las lineas marcadas de mi abdomen, hasta bajar donde se encontraba el cinturón, lo desabrochó para luego jugar con el botón del pantalón.

- Estas jugando mucho Niel - Le dije pues mi miembro ya empezaba a doler.

Él se rió un momento, me volvió a besar y bajó de mí, quedando con su rostro entre mis piernas, desabrochó el botón de mis pantalones y tiró de ellos hacia abajo. Se mordió el labio al ver como se marcaba mi miembro en la ajustada tela. Pasó su húmeda lengua por encima de mi erguido pene, causando en mi unos exquisitos escalofríos. Se apiadó de mi bajándome el bóxer, me sentí libre literalmente. Tomó con su delgada mano mi miembro y lo presionó haciéndome erguir la espalda, su caliente lengua recorrió mi glande, me mordí el labio casi haciéndome sangrar, pues lo que menos convenía era hacer ruido. Volvió a pasar su lengua pero ahora desde la base hasta la punta.

- Ahh... mmh... Niel más - Le pedí cuando introdujo mi glande a su boca precionándolo.

Capturó la mitad de mi miembro con su boca, y empezó a hacerme la más placentera felación. Tomé de su cabello para marcarle un ritmo, le provoqué algunas arcadas pero no se quejó. Lo tomé de los hombros para levantarlo, lo empotré en el escritorio, haciendo a un lado los papeles y la laptop que yacía ahí. En segundos ya lo tenía desnudo, era tanta mi necesidad que no me tomé el tiempo para quitarle delicadamente cada prenda, simplemente se la quité casi arrancandosela. Rebusqué entre uno de los cajones una botellita transparente que escondía.

Sentí la piel de Niel erizarse cuando el líquido cayó entre sus nalgas.

-¿Desde cuando...? - sabía lo que iba a preguntar por lo que le interrumpí.

-Aquí no podemos jugar mucho - contesté regando el líquido en mi mano para luego pasarlo por mi falo.

Adentré dos dedos en él, lo cual fue fácil gracias al lubricante. Empecé a abrirlos en forma de tijera y luego los retiré. Daniel arqueó la espalda cuando toqué su entrada con la punta de mi pene. Me deslizé dentro de él.

- Mmh aún estas estrecho Nielu.

Lo tomé de las caderas, jalándolo hacia atrás al mismo tiempo que hacía mi pelvis hacia adelante.

- ¡Ahh! Byung Hun no seas tan tosco - Me dijo pues sin querer se le había escapado un gemido muy sonoro.

Yo repetí la acción pero no escuche regaño alguno. Regulé mis embestidas, Niel pegaba su mejilla al escritorio mientras cerraba los ojos y mordía sus labios para no gemir. Aumenté la velocidad de las estocadas.

- ¡Ahh! ¡Ahí! Byunnie de nuevo ahí.

Me hizo saber que estaba golpeando su punto dulce por lo que las estocadas se hicieron más rápidas, heché la cabeza para atrás cuando Niel contrajo su entrada presionándome. Me retiré de mi chico para hacerlo subir al escritorio con las piernas abiertas, tomé de su cintura para acercarlo más a mí. Y volví a sumergirme en él, su piernas a mi lado me servían de soporte. Me moví dentro de él intentando encontrar de nuevo aquel punto que le enloquecía. Supe que estaba dando ahí, cuando hizo su pecho hacia delante y la cabeza hacia atrás, le besé el torso mientras el número y velocidad de las embestidas iba en aumento, jugué con sus pezones, los mordí y los estiré, dejándolos erguidos y morados. Tomé su miembro para empezar a masturbarlo a la velocidad de las estocadas.

- Me-me vengo -dijo con dificultad mientras su pecho bajaba y subía rápidamente.

Sentí el líquido viscoso y caliente sobre mi mano, Niel precionó su entrada al terminar haciendo que yo me derramara dentro de él. Salí del cuerpo de Daniel y me deje caer a la cómoda silla, él se bajo del escritorio y luego se sentó en mis piernas mientras regulabamos nuestras respiraciones.

Le acaricié su cabello húmedo por el sudor, quería quedarme así, pero el teléfono sonó.

- ¿Sí? - contesté, era la secretaria.

-Señor, la señorita In Na se encuentra aquí, ¿la dejo pasar a su oficina?

Niel que oyó esto, rápidamente se vistió, guardo el lubricante y acomodo mi escritorio para luego comenzar a abotonar mi camisa.

- Dile que espere un momento, estoy checando unos papeles importantes -colgué para abrocharme el pantalón y acomodar mi cabello.

Niel se veía normal, como si nada hubiera pasado, exceptuando por su manera de caminar, se sentó en su pequeño e improvisado escritorio después de poner unos papeles encima del mío. Le pregunté con la mirada si me veía bien y el asintió riendo.

- Ya puedo decirle que pase.

Minutos después la puerta de la oficina se abrió, miré a Daniel que fingía escribir algo en su lap.

- Hola oppa - dijo In Na corriendo hasta a mi para plantarme un beso. -Hola Niel-ah~

- ¿Qué te trae por aquí? -Le pregunté después de que Niel la saludó.

- ¿No me extrañabas? -hizo un puchero infantil con sus labios.

- Demasiado -contestó Niel por mí, mirándome con gracia -No te imaginas cuanto.

- ¡¿Oppa habla de mi?! -preguntó emocionada, yo agaché la cabeza apenado, en lo menos que pensaba era en ella.

- No le para la boca - dijo Niel y luego se rió.

- ¿Es cierto oppa? - Yo asentí. - Bueno la verdad vine hasta acá, porque me mando omma, va a hacer una cena y quiere que ustedes dos vayan.

Los dos asentimos, Niel regreso su mirada a la laptop.

-Oppa sólo era eso, saldré de compras con Suzy - Dijo In Na y se dirigió a la puerta. -Nos vemos en la noche. Bye~ Niel-ah. Oppa te amo.

Y salió quizás esperando que yo le contestara, miré a Niel y él me miro con duda, yo me encogí de hombros. Le sonreí y me lanzó un beso haciéndome soltar una pequeña carcajada.

No More Perfume On You. NIELJOE/L.NIELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora