Los siguientes días estuvieron llenos de trabajo. Daniel y yo pasábamos toda la tarde trabajando y por la noche llegábamos agotados al departamento, comencé a dormir unas noches en mi departamento sin la compañía de mi chico y por eso ahora nos encontrábamos con una gran tensión sexual.
Estamos en la mitad de una junta cuando accidentalmente mi pierna golpeó la de Daniel, él hizo un gesto de dolor y por debajo de la mesa froté mi mano sobre su zona lastimada mientras le susurraba un lo siento. Sin embargo no esperaba aquel gemido bajito pero no ignorado por los demás en la sala como respuesta.
- Lo siento - se levantó rápido al ver que todos le miraban, estaba rígido y con las mejillas sonrojadas. - Algo me ha hecho daño y necesito ir al baño. Permiso.
Se retiró de la sala de reuniones a paso rápido después de inclinarse hacia las demás personas. La reunión se extendió dos horas y cuando ésta acabó me sentía agotado y sin ganas de pensar en nada más. Llegué a mi oficina y me acosté en el sillón, ignoré que Niel estaba sentado en mi silla giratoria y con las piernas estiradas sobre el escritorio. Pasados unos minutos en los que ninguno habló, me incorporé para quedar sentado.
- Cariño, he dejado los papeles en la sala de reuniones. Ve por ellos por favor y déjalos sobre mi escritorio - le pedí mientras recargaba mi cabeza sobre el respaldo del sillón.
Oí los pasos de Daniel y la puerta ser abierta y cerrada. Minutos después llegó con los papeles e hizo lo que le pedí, se acercó al sillón donde yo estaba y se sentó a un lado mío subiendo sus pies.
- Byung Hun, siéntate en el suelo - me pidió, abrí los ojos y vi su gran sonrisa.
Con lentitud me bajé del sillón sentándome sobre la alfombra y puse mi cabeza sobre sus piernas, él jugó un momento con mi cabello, acarició mi cabeza y bajó sus manos hasta mis hombros donde apretó, adivinando que eso era lo que necesitaba.
- ¿Qué ha pasado en la sala de reuniones? - pregunté y sus manos se detuvieron por un momento pero tomaron su tarea casi enseguida.
- Sólo ha pasado... - le oí dudar. - No hemos tenido contacto físico estos días, ha pasado ya dos semanas desde la última vez que tuvimos intimidad. Me siento un poco desesperado por ti, lo siento.
- Sí es eso... prepara hoy la recamara, dormiré en tu departamento.
Me levanté quedándome de rodillas entre las piernas de Niel. Toqué sus costados con mis dedos y pellizque su piel haciéndole reír y retorcerse en el sillón. Su risa, soñaba hermosa, cansada tal vez, pero aún así me resultaba cautivadora.
*
Estacioné el auto, decidí usar las escaleras en vez del ascensor y corrí hasta mi departamento. Mañana no habría tanto trabajo por lo que podía llegar tarde. Entré y tomé una pequeña maleta para guardar una muda de ropa y mi pijama, aunque sabía que esta no la utilizaría. Me duché y perfume, cuando estuve preparado tomé la maleta y salí de mi hogar.
Caminé hasta el departamento de Daniel como era de costumbre, saludé al portero y a la anciana que siempre estaba en la puerta, subí hasta el piso de Niel, tomé el duplicado de su llave y entre sin avisar. Dejé la maleta sobre el sillón y me acerqué a la recámara, ya de cerca pude escuchar que Daniel estaba en la ducha. Así que me quité la playera y desabroché mis pantalones, me tiré a la cama; se sentía bien, la suavidad de las sabanas y el aroma de mi Niel en ellas.
- Hey - Niel golpeó mi estómago con la palma de su mano. - te estás quedando dormido.
Me quejé pero moví mi cuerpo para quedar acostado de lado, Niel se sentó sobre la cama y acarició mi cabello, le sonreí y me levanté para acercarlo a mi cuerpo. Le miré directamente a los ojos, besé su mejilla y luego sus labios, jugué con mi lengua sobre ellos para adentrarme en su deliciosa boca. Fui recostando a Daniel sobre la cama hasta que acabé sobre él, le quité la toalla mientras nos besábamos.
Separé sus piernas empujando sus rodillas, besé su cuello y sus clavículas, jugué con sus pezones pasando mi lengua sobre ellos. Acaricié su abdomen mientras él soltaba suspiros pesados y enterraba los dedos en las sábanas, tomé su miembro entre mi mano y besé su glande para tomarlo todo con mi boca, succioné varias veces hasta sentir el líquido pre - seminal amargo sobre mi lengua, por lo que lo saqué y fui bajando mis labios hasta su entrada, dilate su entrada con mi lengua, metí uno de mis dedos en su cavidad y lo moví hasta que noté que pudiese entrar otro. Daniel apretaba las sabanas y cerraba las piernas debido al placer, me levanté para sacarme los pantalones y regresar donde Daniel me esperaba caliente y con las piernas estiradas.
- Me encantas, Ahn Daniel.
Me sumergí en él poco a poco, esperando que se acostumbrará a mí pues había pasado un tiempo desde nuestra última vez. Después de unos minutos el vaivén de caderas comenzó, su entrada me apretaba, llegué a sentir un placer exquisito, las estocadas eran precisas y nos hacia gemir nuestros nombres al unísono. Daniel repetía cuanto me amaba y yo no me negaba a responder.
Sentí el cosquilleo en mi vientre que anunciaba que pronto terminaría, tomé con mi mano el miembro de Daniel y lo masturbe hasta que acabamos juntos. Quizás fue producto del exceso de trabajo y la actividad de ahora que hizo que caigamos dormidos en cuestión de minutos...
*
Desperté a causa del ruido que hacía Daniel, levanté mi pantalón para sacar mi móvil y ver la hora, apenas eran las 10 de la noche, aun así Niel buscaba sobre su escritorio alguna cosa, con las luces apagadas y aun desnudo.
- ¿Qué sucede Niel? - le pregunté mientras pasaba mis manos sobre mis ojos.
- Estoy buscando un apunte de la escuela que deje aquí - contestó aún removiendo sus cosas.
- ¿Por qué no enciendes la luz?
- No quería molestarte, lo siento, pero ya lo encontré.
Levantó el papel para que lo viera y lo metió en la mochila que estaba sobre su silla giratoria. Saltó asustado cuando respiré sobre su hombro, acaricié sus caderas y simulé una embestida en su trasero.
- Hyung, ¿Qué haces?
- ¿Qué crees que hago Daniel?
Besé su espalda, acaricié su miembro haciendo que el mío despertara. Daniel se volteó para besarme, se hizo dueño de mis labios mientras yo apretaba su trasero, lo levanté un poco para ayudarle a que se sentara sobre el escritorio, tomé su miembro junto con el mío y los acaricié juntos.
- Byung Hun - suspiró y después soltó un agudo gemido. - Más rápido.
Mientras con una mano nos masturbaba a ambos, con la otra preparaba su entrada que ya no se encontraba tan apretada como antes, fue fácil dilatarle. Con ayuda del pre-semen lubriqué mi miembro y me enterré de una en él. Daniel gritó y apretó mis hombros, cuando comencé a penetrarlo levantó las cadera para que yo le apretara más contra mi. El escritorio golpeaba contra la pared, y las cosas que antes estaban sobre él ahora estaban en el suelo. Besé muchas veces la piel de su cuello, marqué su torso mientras sus dedos se enredaban en mi cabello, jaló de él para que estirara mi cuello y pudiese besarlo, subió hasta mis labios y mordió fuerte, estirando de ellos. Me abrazó muy fuerte, las embestidas comenzaron a ser más duras y profundas, Daniel gritaba de placer y yo gemía descontrolado. De un momento a otro Niel palideció aunque yo siguiese embistiendo, le vi tomar la toalla que estaba sobre la silla giratoria y en el siguiente segundo sentí aquella tela sobre mi cabeza justo en el momento en que se encendió la luz de la recámara.
- ¿Qué Mierda, Daniel?
Se escuchó en la entrada, esa voz, esa maldita voz que reconocería a miles de kilómetros. Los gruesos labios de Daniel pronunciaron un silencioso "no te muevas".
- No puede ser...
Oh sí, estaba seguro a quien pertenecía esa voz. Realmente, me están jodiendo.
Continuará...
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No More Perfume On You. NIELJOE/L.NIEL
Fanfiction"No uses tu perfume, por que mi novia se podría enterar" NielJoe Yaoi