CAPITULO 2.

1K 78 8
                                    

Llegué a su departamento, abrí con la llave extra que él me había dado hace tiempo. Entré, lo busque en la sala no estaba, en la cocina y tampoco, ¿Será que no se encontraba en casa? Que raro, él sabe que siempre llego a esta hora. Me acerqué a la recámara, el aire me regresó a los pulmones cuando escuché el agua de la regadera, por un momento creí que mi Daniel se había ido con aquel chico de esta mañana.

—Nielu, ya llegué. —Me tiré a la cómoda cama, fiel testigo de nuestros encuentros apasionados.

Él salió del baño envuelto en la toalla, escurriendo agua de su cabello, una imagen muy excitante para mi.

—¿Qué tal tu cita? —Preguntó, de nuevo ese tema. Puse los ojos en blanco.

—Nada especial, ¿Y tu cita?

Se secó el cabello con una pequeña toalla y buscó entre sus cajones un bóxer.

— No era una cita, simplemente es un compañero de la universidad, me lo encontré por ahí. —Se quedó pensando un momento. —No tengo nada que explicarte, Lee Byung Hun.

Me acerqué a él, y besé su hombro desnudo, le tomé de la estrecha cintura pegando mi nariz a su nuca.

— Claro que tienes, eres mi chico.

Jale su cuerpo hacia mí, pegando su trasero a mi pelvis. Le di la vuelta, me levanté un poco pues él era más alto que yo, besé su esponjoso labio inferior, succioné un poco mientras le tomaba de la nuca para hacer el beso más profundo, le di una mordida y lo escuché gemir. Le quité la toalla tirandola al suelo y empujé su cuerpo hacia la cama, haciéndolo caer sobre ésta conmigo encima. Abrió las piernas y me acomodé entre ellas, seguí besándolo, introduje mi lengua en su boca, saboreando todo a mi paso. Cuando el aire nos hizo falta, nos separamos y besé su mejilla para luego acercarme a su hombro y reposar mi cabeza mientras empujaba mi cadera hacia adelante haciendo que nuestros miembros se rozaran.

—Nielu —Suspiré en su oreja.

Me quité los pantalones junto con el boxer y la playera. Besé el torso de Niel, marcando mis besos, quería que él supiera que era mío y de nadie más. Le hice lamer tres de mis dedos, me exitó aun más verlo así tan sensual.

—Abré las piernas para mí Daniel...

Así lo hizo, dándome una completa vista de su entrada, no dudé en introducirle el primer dígito.

— Byunnie —Me llamó.

Introduje el segundo dedo y empecé a abrirlos, Niel soltaba lindos suspiros. Empecé a masturbar su miembro mientras movía mis dedos dentro de él.

—Te tocaré — Me dijo y tomó mi miembro junto con el de él. —Estas muy duro.

Sonreí y el empezó a mover su mano mientras yo ensanchaba su entrada. Retiré su mano para volver a acomodarme entre sus piernas, tomé mi miembro y lo dirigí hasta su entrada, presione haciendome entrar en él.

— ¡Ah! Byunnie... —Cerró los ojos mientras yo me introducía más.

— Mmh Niel...

Lo sujeté de la cadera con ambas manos y comenzé a moverme lento para que él se acostumbrara. El vaivén de nuestras caderas se empezó a acelerar pronto, el aire se puso denso, difícil de respirar, la cama hacia ruido y Niel no podía acallar sus gemidos mientras apretaba la sábana con las manos.

— ¡Ah! Byung Hun más rápido ¡Ah! — sus gemidos me volvían loco, pegué mis labios a los suyos.

Con cada estocada que le daba sentía como se tensaba, estaba tocando su punto débil, golpeé muchas veces en el mismo lugar, Niel gritaba de placer. Sentí un líquido caliente y pegajoso esparcirse en mi abdomen. Hice que nuestros cuerpos dieran una vuelta quedando Niel arriba de mí, le tomé de la cintura y le indiqué que se moviera.

—Esto es vergonzoso —Dijo y empezó a mover su trasero, de atrás hacia adelante.

Levanté la cadera y él empezó a cabalgarme, agarré su miembro y empecé a bombearlo haciendo que de nuevo se levantara.

— Vamos Nielu, muevete más rápido.

Se autopenetró más rápido, causando en mi un cosquilleo, hacerlo con Niel era la mejor experiencia de mi vida, su estrecha cavidad me apretaba deliciosamente, seguí moviendo más mi mano sobre su miembro, sentí como tensaba su cuerpo y me apretaba aun más liberando en mi mano su esencia, mientras yo me derramaba dentro de él.

— Eres estupendo Daniel — Se sonrojó, con mucho esfuerzo se retiró de mí y se acosto dándome la espalda.

— Mi hermana me ha dicho lo de esta mañana.

— Si lo escuché —Hice una pausa mirando al techo. —Niel, me gusta tu perfume, pero trata de usar menos cuando estes conmigo.

— ¿Qué? —Dijo volteando hacia a mi con una gran sonrisa. —¿Te da miedo que tu novia se entere de que le eres infiel? O peor aún, ¿Qué te acuestas con un hombre?

— No —Dije seguro y luego reí. —¿Y qué con eso de que me acuesto con un hombre? ¡Sí, lo hago! Y lo disfrutó demasiado —Le abracé haciendo que recargara su barbilla en mi pecho mientras yo acariciaba su espalda.— Además no es cualquier hombre, eres tú Daniel.

— ¿Te das cuenta de lo grave que es el asunto? Se sentirá aun peor al saber que prefieres a alguien que tiene lo mismo que tú.

Tomó mi miembro sorprendiendome.

—Deja eso, travieso —Le di un pequeño golpecito en su mano para que me soltara.

Cerré los ojos, intenté dormirme, estaba a punto de, pero escuché a Niel.

— Te amo.

Quería contestar lo mismo, pero no podía decir esas palabras, no en esta situación.

No More Perfume On You. NIELJOE/L.NIELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora