Cicatrices

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Fundy alistaba la tina de su baño con agua tibia, algunas bombas de espuma olor a lavanda, uno que otro pequeño juguetito de ule (lo pidió prestado de Quackity) y loción capilar para él pequeño niño sucio que estaba parado a lado de él mientras ob...

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Fundy alistaba la tina de su baño con agua tibia, algunas bombas de espuma olor a lavanda, uno que otro pequeño juguetito de ule (lo pidió prestado de Quackity) y loción capilar para él pequeño niño sucio que estaba parado a lado de él mientras observaba lo que hacía con curiosidad. Después de un rato le ayudo al menor a quitarse la ropa votandola en un cesto, los iba a quemar, ya no necesitaría esas prendas de todos modos.

—¿Está bien el agua para ti?— pregunto agarrando una pequeña fuente y le mojaba la cabeza.

El pequeño asintió, jugaba con la espuma le encantaba era cálido, tranquilizante y divertido aunque le dificultaba acostumbrarse nunca se dio un baño, al menos no uno decente.

No tenía derecho a tener buenas cosas según el señor que lo compro, solo era obedecer nada más, si hacía bien las cosas le darían de comer pero si no lo hacía a gusto de él lo encerraba en la habitación oscura hasta que aprenda la lección. Aunque la cosa haya cambiado tenía miedo aún ¿por qué lo trajeron a este lugar? ¿iba a trabajar aquí? ¿de quien tenía que seguir órdenes? ¿qué tenía que hacer?. Si iba a ser tratado de esta forma a cambio de trabajar para alguien, no dudaría en hacerlo, quería al menos un poco de comodidad y no sólo las miseras migajas de pan echadas por la gente con dinero.

Sintió las ásperas manos del mayor pasar por su pelo largo de forma suave y delicada deshaciendo los nudos sacando los grumos de tierra y basura pegada. Despacio para no dañarle en el proceso, todo olía a flores y un deseo egoísta le llegó lo cual lo traía de golpe a su versión de la realidad. No podía desearlo.

Su cuerpo se removia por el escozor que provocaba el tacto de las manos ajenas en su espalda llena de heridas no acudidas y algunas hechas no hace mucho.

—Perdón, perdón— decía tratando de no lastimarlo tanto al enjuagarlo con abundante agua.

Se levantó del banco que uso para sentarse mientras aseaba al niño y busco una toalla, el zorrito ahora de pelaje blanco esperaba aún en la tina hundiéndose un poco para sentirse calentito hasta la llegada del mayor, incluso podría dormirse ahí.

Ahora en la habitación del mayor este buscaba alguna prenda adecuada encontrando como buena opción su pijama acomodandosela al menor para que la pueda usar. Vio sus heridas del menor y las curó una por una poniéndole curitas de colores para que le vea lo divertido, al terminar acaricio su cabeza para decir

—Quédate aqui, yo iré a hablar con alguien no me tardo— salió de la habitación tranquilo pero al cerrar la puerta el menor escucho como varios pasos rápidos se alejaban de la habitación ruidosamente.

Era sólo un niño y era normal que uno de su edad sea curioso, así que aún pensando que estaba cometiendo un crimen salió de la habitación para explorar y conocer el lugar donde se encontraba.

El lugar era muy, MUY grande, no sabía si realmente esto fuera una casa pero siguió caminando, cada rincón veía cada habitación a excepción de las que estaban con llave no podía entrar a ellas, encontró un patio, la cocina, una sala extraña con cosas grandes de metal, etc.

༻My Angel༺ [DSMP/Quackity]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora