Fantasma #2

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—Vamos a intentar otra vez

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—Vamos a intentar otra vez...— Quackity se encontraba en su salón sentado en una alfombra, en frente de él estaba su hijo —Di conmigo... MI-LO—

—¡Malo!— Dice Milo riéndose ante la cara de cansancio de su papá.

El presidente de las Nevadas se estaba frustrando, pasaron alrededor de media hora intentando hacer que su hijo pronuncie bien su nombre. Pero el niño continuaba diciendo las palabras erróneas lo cual ya sospechaba que lo hacía por gusto.

Tendido en el suelo mientras miraba el candelabro del techo solo buscaba en su mente métodos de como hacer que su crío pronuncie bien las palabras

—¡Papá!/¡Abuelo!— Gritan dos pequeñas criaturas uno hecho de Slime y el otro un zorro albino, lanzándose sobre el torso de Quackity quien se había perdido en la agonía de estar por un momento sin oxígeno, los ve con molestia pero lo deja pasar por varios motivos.

—Hey... bajense de mi ahora— Musita con incomodidad ya que su cuerpo no soportaba a Charlie y Yogurt, estos recientes llegados de la escuela solo ríen para salir de aquel salón a comer algo —Ya estoy viejo...—

—Yo creo que si, se te notan las canas ja!— El de ropas moradas solo se burlaba de Quackity quien estaba aún tendido en el suelo.

—¿Terminaste tu trabajo?— ignora la burla para sentarse y mirarlo con el seño fruncido.

—Si... por cierto, tengo esto...— Purpled se acerca a Quackity mostrando en sus manos una carta de parte de Foolish —El vino aquí... pero sólo me dio esto para ti— después de lo dicho se retira de ahí, sabía que los problemas de Quackity se mantenían cerrados, aunque el tenga la curiosidad y sea de confianza, aún así se le es oculta.

El pelo carbón dejó de atender a su hijo por un rato para leer el contenido de la carta mientras salía de la habitación permitiendo así que el fantasma viera al pequeño ser.

—He llegado enano— Jschlatt estaba flotando encima del niño, sosteniendo el muñeco verde que le había arrebatado el día de ayer —Me sorprende que esto sea tu juguete y no un muñeco desestresante para Quackity, estoy en lo correcto... malo?— Jschlatt se burla de la errónea pronunciación del niño.

En esa platica lo único que quería Jschlatt era matar el aburrimiento,  tras estar metido dentro de un Tártaro del horror mental, no sabía que esperar más que ese enredadero de cárcel que le dio el pato a su alma o todo en si. Pronto le reclamará sobre lo que le hizo.

—Ere feo, todo feo!... ¡puto!— Milo al no ser muy buen hablante si que sabía insultar por gusto o por disgusto hacía alguien, a excepción de su papá y Purpled. No había alguien que se libre de sus insultos... en fin.

Quackity mala influencia.

Que gusto le daría a Jschlatt darle un merecido zape a Quackity, lo iba a hacer tal vez, pronto, no pensaba en muchas cosas ahora el hecho de que aún tenía salvación era su preocupación. De cierta manera, le quitaba a el pato 10 años de vida, literalmente.

༻My Angel༺ [DSMP/Quackity]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora