𝐗𝐕. 𝐢𝐧𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐝𝐨𝐬 & 𝐃. (𝑃𝑎𝑟𝑡𝑒 𝐼)

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Dedicado a: @kajdakjdsj y su día. Por qué sé que has disfrutado de este escrito, te obsequio dicha parte.

Disfruten.

Abrí los ojos cuando escuché la puerta de la entrada cerrarse

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Abrí los ojos cuando escuché la puerta de la entrada cerrarse. Observé torpemente hacia el reloj digital, marcando recién las siete en punto de la mañana.

Di mi primer suspiro del día.
Ahora sólo tenía que enfocarme en lo importante y no en mis pensamientos.

Me estiré como si fuese un felino sobre mi cama, di otro largo suspiro y me levante de la cama, decidida a dejar de torturarme psicológicamente. Salí de mi habitación con lo necesario para ducharme (una bata y ropa interior limpia). Si tan sólo me hubiese dado una ducha a las 11:57 y salido 12:05, no tendría que sufrir ahora. Pensé melodramática.

Tardé alrededor de veinte minutos en bajar a la primera planta ya lista, encontrándome con papá tomando un café tranquilamente.

Di un salto corto sobre mi lugar.

—Disculpa sí te he asustado.

Mads bajó el periódico, me dirigió una mirada y de allí, se levantó. Yo retrocedí por inercia, él ladeó sutilmente la cabeza ante mi reacción.

—Me iré a trabajar —Informé tajante.

Acomodé la bolsa colgante sobre mi hombro derecho y me di la vuelta, rogando por el que mi estómago no emitiera algún sonido e interfiriera en mi salida.

—¿Te irás sin desayunar? —Su cuestionamiento es gélido y algo hosco.

Me detuve y asentí.

—No tengo hambre —Respondí mientras le miraba.

—Ven a sentarte, te haré algo rápido —Demandó severo.

Pero —Fui interrumpida por mi misma al ver su mirada — Me iré a trabajar, comeré algo en el primer descanso — Aseveré sin ceder.

Debo estar loca si aún así, he pasado de Mikkelsen. Pensé.

Mads parecía analizarme en silencio. Y antes de poder decirme algo, una llamada interrumpe sus acciones.

—¿Diga? —El tono de su voz logra cambiar a uno autoritario y elegante, sin embargo no es hosco como momentos atrás lo fue conmigo.

Le hice un gesto con la mano y aproveché a escaparme de él, tomé mi bicicleta y me marché hacia la estación de tren que me llevaría hasta mi trabajo.

En el primer alto que tuve, aproveché a poner mis audífonos y buscar alguna playlist que me ayudará a calmarme y mantenerme concentrada en otra cosa que no fuese en Mads Mikkelsen.

Bajé rápidamente y me detuve al azar, quedando mi dedo sobre la canción de "Kygo — Stole the show". Guardé el celular en mi bolsillo de la gabardina y volví a avanzar cuando era turno de los ciclistas pasar.

「𝐌𝐲 𝐃𝐚𝐝𝐝𝐲 𝐈𝐬𝐬𝐮𝐞𝐬」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora