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    —¡Eh, primo! ¡Ramón!

Ramón caminaba por las calles de su natal Chihuahua, cuando escuchó a los lejos que lo llamaban. Se trataba de su primo Román, el cual estaba caminando hacia él. Se había mudado en el tiempo que él estaba en Japón.

—Oh, hola primo, no te había visto...

—No, deberas. Te vas un rato al extranjero y cuando regresas desconoces...

—Tampoco me creo mucho, me echaron a patadas cuando perdí una pelea. ¿A dónde vas o qué?

—Aquí cerquita nomas, ¿y tú?

—Estaba por irme a casa de nuestra abuelita. Vengo del correo—Román observó varios sobres que su primo traía en mano.

—¿Otra vez del correo, pus que tanto mandas o qué?

—Mandé una carta a Japón.

—¿A quién?—preguntó mientras ofrecía un cigarro.

—¿Bueno, como que amaneciste muy preguntón, no?—contestó Ramón mientras aceptaba.

—Veamos—Román expulsó algo de humo— Te vas al extranjero, regresas distraído y con un sombrero de mal gusto... Si no quedaste tarado por un golpe, debe ser por una chica.

—¿De qué hablas? El sombrero no es de mal gusto...—Ramón se lo quitó de la cabeza y lo observó con melancolía. No se lo quitaba ni para dormir y lo llevaba, hubiera sol o lloviera.

—Entonces sí fue una chica jaja.

—Bueno, y a ti que...

Román comenzó a reír y siguieron platicando de otros temas, hasta que este se tuvo que retirar. Ramón, por su parte, continuó hasta un parque cercano, donde había un gran árbol en el cual podía resguardarse del intenso calor que hace en el norte del país.

Observó a una pareja que caminó frente a él y se imaginó caminando con Miku por las calles del centro, llevándola al quiosco y todas esas cosas que hacen las parejas. Suspiró y abrió uno de los sobres que tenía en mano. Dentro, contenía una carta escrita en kanji, la cual, a pesar de las dificultades, lograba comprender después de tanto estudio.

Esta decía algo así:

"Hola Monchito

¿Cómo te la has pasado esta semana? Recibí tus cartas, pero no he podido enviar una de respuesta hasta hoy, no sé cuando la estés leyendo.

Yo he estado ensayando un montón para cuando regreses, dar el mejor espectáculo que veas. Espero que estés ganando muchas peleas allá, aunque también espero que no te estés excediendo mucho.

Qué más puedo contar... Rin se peleó con su hermano y está viviendo unos días conmigo, además, también he estado estudiando español. Me gustaría ir a visitar tu país también, he visto algunas imágenes en revistas de viajes. Hablando de revistas, he hecho un par de sesiones más, me gustó como me veo con el cabello rosa, tal vez te envíe una foto algún día. No me tinté, solo fue una peluca, así que ambos seguimos teniendo la cabeza azul. ¿Todavía conservas tu gorro? Espero que sí.

Oh, también estoy escribiendo una canción, pero no sé si hacerla pública...

Me gustaría verte sonreír de nuevo y detener el tiempo para poder recorrer la distancia que nos separa, pero ambos estamos tan ocupados. Sé que te esfuerzas por conseguir dinero para regresar a Japón, pero me siento tan, no sé cómo decirlo...

Siento que el amor a distancia me hace mal y que el amor duele sin ti...

Pero bueno, tengo que cortar la carta aquí porque me están llamando.

PSD. Hay rumores de que tengo novio, la foto que nos tomaron ese día llegó a una revista de chismes. He negado todo, espero no te ofendas..."

Ramón tentó su cartera y recordó que esta se encontraba casi vacía.

Su manager lo anunciaba como el boxeador que había derrotado a Japón. El recinto estaba repleto cada que él se presentaba y las entradas eran ligeramente más caras, pero de alguna manera, Ramón seguía recibiendo lo mismo y la mayoría de ese dinero, lo destinaba para ayudar a su abuelita.

—Esto ya es abuso, ganaría más vendiendo churros—se dijo a sí mismo, mientras meneaba la cabeza—Pero que se le va a hacer. Si cierto, necesito pasar a la papelería por otro sobre...

Hatsune Miku x Don Ramón - Duele el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora