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Primera mañana despertando en España.

Bueno, despertar quiere decir que dormí, lo cual no hice.

Resulta, que antes de hacer todo este quilombo de cambio del país, yo no tome en cuenta la diferencia de horarios, la cual era muy grande.

Y no, no pude dormir nada en toda la noche. Saben cuando me agarro sueño? Cuando Pedro se despertó a las seis de la mañana para prepararse para ir a entrenar.

Pero me force a no dormir, por que si no nunca me iba a acostumbrar al horario de acá.

-Buenos dias- dije entrando a la cocina encontrándome a mi novio preparandoce el desayuno.

-Bueno días cariño- dijo el sonriente- que haces despierta? Duerme un ratiyo más, si?

-No, no quiero, anoche no dormí nada, tengo que quedarme despierta así duermo bien a la noche.

-Uy, probreciya, dormiste mal- se acercó a mí, dejo caer sus manos desde mi cintura hacia mi cadera y se acercó para dejar un beso en mi frente.

-Y Fer?

-Durmiendo- dijo obvio- por eso te digo que duermas un poco más.

-Nono, ya voy a encontrar algo para hacer, no se, dame una idea.

El soltó una risa y se encogió de hombros- puedes hacer lo que tu quieras, no lo se, si quieres puedes esperar a que Fer despierte y le pides que te de un paseo por ahí.

Asentí, pero el rápidamente se corrigió.

-No, mejor no- dijo y lo mire sin entender- es que yo quiero ser el que te de el paseo.

Comento tímido con una sonrisa, yo sonreí.

-Bueno, te espero entonces.

El celebro y miro en su celular la hora.

-Ostias, ya me tengo que ir- dijo, agarro su bolso de entrenamiento y se acercó a mí para dejar un beso en mis labios- que pases un lindo día cariño, te quiero.

-Chau.

El se fue y yo bufe pensando que hacer ahora.

Camine al cuarto de mi cuñado para comprobar que estaba más tieso que una madera.

-Que hijo de puta.

Fui a mi valija y saque mi termo para hacerme unos mates.

-Pero que pelotuda, como voy a hacer los mates si no tengo ni pava, ni yerba?- me cuestione sola y me puse a pensar.

Revolviendo mi valija, me encontré u a bolsa negra abajo de todo, frunci el ceño y la abrí.

En la bolsa había bastantes cosas de mercadería de Argentina, entre ellas, yerba, dulce de leche y un par de cosas más.

Esta es mi mamá, pensé. Ella siempre me ponía las cosas que sabía que me olvidé de poner en mi maleta cuando era chica, y ahora, con viente años, sigue haciendo lo mismo.

Saque el dulce de leche para ponerlo en la heladera, a la yerba la abrí y la puse en el mate, pensé en como hervir el agua, ya que no tenía una pava.

-Bueno, momento argentino en apuros- dije y busque en la alacena alguna olla o algo para poner a hervir el agua.

Tenían una de esas cositas para hervir leche o cocer los huevos, pero no me iba a entrar toda el agua.

Así que agarre la olla de un litro y la puse a hervir. Mientras boludeaba con el celu, el tiempo ya había pasado, así que agarre mi termo y analize la situación para ver como maniobrar para no hacer un enchastre.

-Tía, que cojones haces?- deje la olla para darme vuelta y encontrarme a un Fer adormilado y con cara de confundido.

-Buenos días.

-Que haces?- repitió con su acento español.

-Pongo el agua para los mates, que? Nunca viste a una argentina en apuros?- el nego- bueno, ya la viste, me podes ayudar?

El río y se acercó para ayudarme con la olla.

Una vez con mi mate, Fer se hizo un café y nos pusimos a charlar sobre un par de cosas.

-Es que Pedro es un celoso- dijo gracioso al escuchar lo que me dijo en la mañana, yo negue- si que lo es, tu por que no lo has visto celoso al máximo.

-Solamente quiero mostrarme el lugar, es entendible- el asintió- pero estoy aburrida, no tendrás alguna sugerencia para que haga o hagamos mientras no esté Pedro?

El pareció pensarlo por unos segundos- tengo que ir al mercadona para comprar las cosas de la semana, si quieres acompáñame, así también puedes comprar tus cosas y ver lo que consumimos en la semana tu novio y yo.

Asentí ante su idea, cuando terminamos de desayunar me cambie y salimos para irnos al mercado y comprar lo necesario.

-Uy loco, que frío que hace- dije al sentir el aire frío chocar contra mi en cuanto salimos.

-Y eso que no esta nevando.

-Uy, jodeme que acá nieva?- el asintió.

-Nunca has visto nieve?

-Si, pero era muy chiquita, no me acuerdo de nada, además de que yo no pude ir a bariloche en sexto- el me miro sin entender- al terminar la secundaria los alumnos van a bariloche, uno de los pocos lugares donde nieva en Argentina.

-Y por qué dices que no pudiste ir?- pregunto manejando hacia el mercado.

-No, por que a los genios de mis compañeros quisieron ir a otro lado. Dije ya fue, Brasil, por que una prima fue ahí por viaje de egresados.

-Y fue así?

-Minga, fuimos a otro lado de no se donde, nisiquiera nevaba.

El soltó una risa y no volvimos a hablar del tema.

La verdad es que si me emocionaba la idea de la nieve, jugar con la nieve, ver la nevada, tipo así como en las películas yankees.

-Disculpa, por las dudas no tenes Nesquik?

-Como?

-Ya sabes...- trate de buscar la palabra- Nesquik.

El nego sin entender y yo bufe.

-Que pasa?- Fer llego a mi lado y yo le dije lo que buscabas- dices Colacao?

Cola- que? No yo quiero Nesquik.

-Una Colacao por favor- pidió el y hombre me entregó la lata.

Me cacho, es lo mismo.

-Ese tipo me miro re raro, como si hablara otro idioma- mire la lata- es lo mismo! Pero con diferente nombre.

-Si, es que aquí no están acostumbrados a otros nombres que no sean los típicos, entiendes?

-Si, pero tampoco para que me vea así.

-Descuida, ya te acostumbraras- dijo palmeando mi espalda levemente.

Parece que estar acá sería más difícil de lo que pensé.

Solo espero acostumbrarme rápido, o al menos acostumbrarme.

Argentina | Pedri González |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora