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-Ay mi amor! Al Pedro con barba dámelo siempre!

-Estas loca- soltó una risa mi novio.

-Te dije alguna vez el pedazo de dios griego que sos?- dije acercándome a el coqueta pasando mis manos por su pecho.

-Em, creo que no, pero ya me lo imaginaba ya que siempre me miras- dijo con una sonrisa- se te pego el labio entre los dientes? Necesitas ayuda tal vez?

Negué y pase mis manos por si cuello ahora- no podes ser tan hermoso, quiero decir, te vez- termine suspirando al no encontrar la palabra para expresarme, termine siendo el objeto de burla de mi novio.

Pedro agarro una de mis manos y con su otra mano la puse en mi cadera, par darme un beso.

Dios, como me encantaba este hombre.

Hace casi una semana que estábamos en Argentina, más específicamente en la casa de mis papás.

Hoy, un día antes del bautismo de mi sobrina, mañana ya teníamos que volver por la tarde a España.

-Ya te van a salir las palabras, tranquila- dijo con una sonrisa.

-Soy yo, o desde que estamos juntos te volviste más altanero?- pregunte con las cejas fruncidas.

El se encogió se hombros.

-Te gusta este o este?- cambie de tema mostrandole dos vestidos blancos.

Yo iba a ser la madrina, y tenía que ir aceptable.

-Me gusta ese- señaló en que tenia en la mano derecha- además te hace bonita figura, bueno, siempre te vez hermosa, pero me gusta como resalta tu figura.

Algo que me encantaba de Pedro era que el no tenía problemas con la ropa, siempre me daba una opinión sincera, sin contar que no le importaba si me ponía ropa corta o muy 'exibidora', solamente quería que yo esté cómoda.

-Entonces este- dije poniéndolo en la cama- y vos que te vas a poner?

-Mmm, no lo se, cualquier cosa.

Estaba por decirle algo cuando la puerta del cuarto que anteriormente era mío, fue tocada.

-Pasa.

-Hola Ni.

-Hola Gus- salude a mi primo- listo para hoy?- el asintió.

Gusti era mi primo, era tres años mayor que yo y era el padre de mi sobrina, que ya tenía tres años casi.

-Si, ustedes, que se van a poner?

-Yo ahí prepare el vestido- comente.

-Pedro?

-Yo me pondré cualquier cosa, esta bien.

Mi primo frunció el ceño- no podes.

Lo quedamos mirando confundido.

-Por que no?

-No le dijiste Nina?- me pregunto mi primo.

-Decir que?

-Lo que te dijo Olivia- dijo- lo de Pedro, no te dijo nada?

Negué.

-Que mujer, dios- dijo frustrado- siempre se olvida de decir lo más importante, Pedro vos vas a ser el padrino junto a Nina, a vos si te dijo que sos la madrina? O también se olvidó?

-Sere el padrino?- pregunto Pedro, tratando de contener la emoción, Gusti asintió- pues que honor, muchas gracias, en serio.

-De nada, así que ponete algo aceptable- Pedro asintió.

Gus se fue y con mi pareja nos cambiamos por fin.

-Que hermoso- dije acercándome al español, acomodando el cuello de su camisa blanca.

-Hermosa eres tu- devolvió el alago- Eres más hermosa que todas las mañanas que despierto a tu lado, cariño.

-Que romántico.

Salimos por fin de la casa para ir a la iglesia.

Mi mamá ya estába enojada, ya que llegábamos diez minutos tarde, pero llegamos. Salude a mi papá y a mis otros primos, con Pedro detrás mío.

-A que hora entramos?- pregunte, ya me dolían las piernas de estar parada.

-Tenemos que esperar a que llegue la nena hija- dijo mi papá calmado.

Suspire. Sentí la mano de mi novio agarrar la mía para caminar hacia otro lado.

-Donde vamos?- pregunte.

-A sentarnos, ven.

Tal como dijo, me llevo a unas bancas de madera pintadas de blanco, se sintió tan bien sentarme por fin, no exageraria si dijera que estuvimos mínimo una hora ahí.

-Me veo bien?- pregunto el chico.

-Muy bien amor- dije sonriendo- yo como estoy?

-Eres divina de por sí, pero hoy, te pasaste.

Baje la cabeza por la vergüenza.

Estuvimos hablando por un rato, hasta que nos llamaron para entrar a la iglesia, ya habían llegado.

Cuando entramos, nos pusimos a un lado de los padres y mi sobrina. Isa estaba hermosa con su vestidito blanco, de por sí era una nena tranquila, así que se mantenía calmada en los brazos de su papá.

Cuando nos pidieron que agarremos a la nena, le dije a pedro que la lleve el, lo hizo con algo de nervios.

-Pepi- dijo mi sobrina en cuanto vio a mi novio.

El la semana que llevábamos acá, puedo asegurar que mi sobrina se enamoro del canario.

Y no la culpo.

Mi sobrina se impaciento en cuanto estuvo en brazos del chico, pero Pedro le dio su mano para que juegue con ella, así que se calmo.

-Suertuda- susurre para mi.

El bautismo por fin terminó y ya pudimos irnos a la casa de mi primo para seguir con la 'fiestita' entre nosotros.

-Mina- me llamo la mujer de mi primo.

-Si?

-Nunca te pregunte, por que hay gente que te dice Nina? Por que Gusti te dice Nina y yo pensé que te llamabas así.

-No, mi nombre es Mina- dije simplemente- pero cuando Lu, la hermanita de Gus era chiquita, le costaba decir la 'm' y me decía Nina, en vez de Mina, por eso quedó como un apodo entre la familia- me encogí de hombros.

-Entonces no importa como te llame?- negué con la cabeza- bueno.

Después de un rato salimos con Pedro e Isa a tomar aire.

-Che, Neni, mira que el es mio- le dije con el ceño fruncido.

Ella me miro mal también, era muy celosa con el español.

-No- dijo simplemente- Pepi mío- dijo y se abrazo a su pecho.

-Eso también es mía, roba novios- dije, pero termine riendo junto al canario- Pepi, decile algo.

Pedro se rio negando, se acercó a mí y dejó un beso en mi cabeza. Eso parece que molesto a la nena, ya que empujaba mi pecho para alejarme de él.

-Bueno eh, te lo dejo por hoy solamente.

-Así de simple me entregas a cualquiera?- dijo gracioso Pedro.

Negue- la dejo por que es re toxica- el río- después me encargo de vos- dije en su oído.

El sonrió coqueto y puso su mano en mi cadera y me hacerco.

-Pepi!- llamo enojada Isa, sacandonos una risa al nombrado y a mi.

Argentina | Pedri González |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora