ZANIAH NASHIRA BLACK

CAPITULO 24 - PARTE 2

Zaniah notó que pisaba tierra firme, mientras las formas borrosas que lo rodeaban se iban definiendo rápidamente. 

Enseguida se dio cuenta de dónde estaba.

 Aquella sala circular con los retratos de gente dormida era el despacho de Dumbledore, pero no era Dumbledore quien estaba sentado detrás del escritorio. Un mago de aspecto delicado, con muchas arrugas y calvo, excepto por algunos pelos blancos, leía una carta a la luz de una vela.

Supuso que era el antiguo Director Armando Dippet, así que ella solo vería lo que pasaría pero no podría intervenir ni hacer nada.

Vio como el Director Dippet con un suspiro dobló la carta, se levantó  y fue hasta la ventana a descorrer las cortinas.

El cielo, al otro lado de la ventana, estaba de un color rojo rubí; parecía el atardecer. 

El mago volvió al escritorio, se sentó y, mirando a la puerta, se puso a juguetear con los pulgares. 

Zaniah contempló el despacho.

Había mucha diferencia al Hogwarts actual

No, Aquello era Hogwarts tal como debía ser en los tiempos de Ryddle

Llamaron a la puerta

—Entre —dijo el Director con una voz débil. 

Un muchacho de unos dieciséis años entró quitándose el sombrero puntiagudo. 

En el pecho le brillaba una insignia plateada de prefecto. 

Era alto el pelo, de un negro azabache.

 —Ah, Ryddle —dijo el director.

 —¿Quería verme, profesor Dippet? —preguntó Ryddle. 

Parecía azorado.

 —Siéntese —indicó Dippet—. 

Acabo de leer la carta que me envió. 

—¡Ah! —exclamó Ryddle, y se sentó, cogiéndose las manos fuertemente.

 —Muchacho —dijo Dippet con aire bondadoso—, me temo que no puedo permitirle quedarse en el colegio durante el verano.

Supongo que querrá ir a casa para pasar las vacaciones... 

—No —respondió Ryddle enseguida—, preferiría quedarme en Hogwarts a regresar a ese..., a ese... 

—Según creo, pasa las vacaciones en un orfanato muggle, ¿verdad? —preguntó Dippet con curiosidad.

La palabra orfanato puso a Zaniah rígida y expectante a la respuesta de Ryddle.

—Sí, señor —respondió Ryddle, ruborizándose ligeramente.

 —¿Es usted de familia muggle? 

—A medias, señor —respondió Ryddle—.

 De padre muggle y de madre bruja. 

— ¿Y tanto uno como otro están...? 

— Mi madre murió nada más nacer yo, señor. 

En el orfanato me dijeron que había vivido sólo lo suficiente para ponerme nombre: Tom por mi padre, y Sorvolo por mi abuelo. 

Dippet chasqueó la lengua en señal de compasión. 

—La cuestión es, Tom —suspiró—, que se podría haber hecho con usted una excepción, pero en las actuales circunstancias...