"El vacío es como un agujero negro que absorbe cada intento y lo hace quedar en vano".
Y es que el vacío se siente en realidad así. Hacemos cosas que nos hacen sentir mejor, que nos hacen sentir vivos, pero cuando volvemos a la normalidad de lo que somos, también vuelve ese vacío.
Todo está normal pero tenemos esa sensación de que algo nos falta, es como si le debiéramos a la vida, o ella nos debiera a nosotros, y ninguna de las dos partes paga.
En nuestro alrededor parece estar todo bien, es irónico que esa apariencia sea descartada por nosotros mismos, ya que sentimos algo que obviamente nadie más puede ver.
A veces sentimos necesidad de compañía, otras veces no, y es que las veces que sí es porque queremos escapar de nosotros, y las veces que no, es porque nos damos cuenta que de sí mismo no se escapa ni con una multitud alrededor.
Cómo es posible que algo nos haga sentir una chispa y que al poco tiempo la apague la oscuridad en nuestro interior, es una sensación confusa que no tiene comparación. ¿Y si somos seres oscuros y nuestra propia oscuridad nos está matando?, porque hay tanto en la vida, pero este sentimiento constante de tristeza y vacío nos está cegando.