Te alejaste, decidiste que era lo mejor para ti, yo jamás estuve para competir y menos contra tus propios sentimientos. No me puedo lamentar el resto de la vida, ni siquiera me lamentaré por algo, no me perderé a mí por alguien más, hasta el último suspiro seré lo único que tendré.
Te quería, te quiero, tal vez dure tiempo haciéndolo y tal vez un día de la nada, así como tú te fuiste, ya no te querré más.
Quisiste irte, quisiste hacerlo y lo hiciste, no me echaré la culpa de tu decisión porque yo no te eché, nunca lo hubiera hecho, pero es un hecho que ya no estás.
No te sientas mal, así como tú, se han ido muchas personas de mi vida, tal vez si causaste diferencia, pero no fuiste la excepción.
A veces quisiera que vuelvas, pero simplemente no lo hagas, si quisiste irte, ¿para qué estarías aquí? No tienes nada que hacer aquí.
No hay motivo para volver. Pienso en lo mucho que pensaste para tomar tu decisión, así como me hiciste entender que saber de mí te hacía daño, te hago saber que jamás quiero que vuelvas.
Intenté tantas veces por tí. No rogaré por nada, y aunque seas tan excepcional, no eres la excepción.
