C.25

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Quería más de Lisa.

Desde que la castaña había entrado en esa habitación, no había soltado a Lisa.

Seguía abrazada a ella tratando de asimilar que todo era real y no una mentira creada por su estresado cerebro.

Eres tú...  cierto?_ Cerro los ojos fuerte, rogando por una afirmación.

La peli negra soltó una risita.

Claro que soy yo, me estas abrazando ya casi 3 minutos y aún lo dudas?_ con su pulgar alzó la barbilla de la castaña.

La otra al momento en que alzó la cabeza con ayuda del pulgar de Lisa fue invadida por un rubor en las mejillas.

Soy yo, estoy bien. Y aquí estamos, juntos otra vez_ No tuvo que pedir permiso para besar la frente de la castaña cuando su interior simplemente no paraba de pedir que la besarla de una vez.

Pero tampoco dejaría llevarse tan lejos por solo escucharse a sí mismo.

La castaña, aún sonrojada y sorprendida por el acto de Lisa. Llevo sus atrevidos ojos desde el azul intenso de Lisa hasta parar en aquellos rojos labios tan naturales y apetitosos.

Lisa también tragó saliva cuando notó que la otra miraba directo a sus labios, esto era peligroso.

Jugar de esta manera era ir a otra cosa. Y eso era algo que Lisa no tenía que buscar.

La peli negra sabía que habían personas afuera y que esas personas eran los padres de la castaña y también incluidas las amigas, podrían entrar en cualquier momento y no solo esto.

Debía controlarse, no era un buen momento para calentarse cuando nada había entre los dos y las diferencias eran grandes.

Lisa suspiró y apartó la mirada de la castaña.

Asi la otra notó a donde había llegado, fue muy cerca de conseguir un beso.

Aunque otra vez fue uno fallido.

La castaña carraspeó antes de comenzar un tema estable.

Ya.. ya no te duelen?_ Lisa la miró extrañada.

Hablo de tus heridas, en los brazos_ apuntó Jennie a los desnudos y marcados brazos de la peli negra.

Ahí también Lisa cayó en cuenta de que no llevaba una camisa, solo un top. Y apesar de que ya en varias ocasiones Jennie la vio sin camisa, aún no quitaba el hecho de que tenía un poco de vergüenza al estar tan expuesto.

De- de hecho no, ya no duelen como lo fue cuando los obtuve_ Dijo retrocediendo hacia la cama, al parecer el cansancio y la debilidad habían vuelto a entrar en la peli negra.

La castaña también se acercó a la cama, sentándose en la orilla al igual que Lisa.

Lo lamento tanto, fue mi culpa. Desearía que no te hubieran metido en ese lío, Lili. Tu no merecías esto_ Estiro su mano hacia los brazos de Lisa para acariciarlos.

Deja de culparte, fue mi deber como tu guardaespaldas y lo sigue siendo, es mi responsabilidad como tu protector. No me gusta verte llorar por algo que no tienes culpa_ abrazo por los hombros a la más chica.

Es mi trabajo ¿sí? Y no dudaré en hacerlo durante el tiempo que lleve aquí_ La castaña alzó la cabeza para mirar a Lisa.

Tu.. te irás después de esto?_ Miro directo a los azules ojos de la otra.

La peli negra sin muchas opciones solo asintió.

Tengo una vida llena de cosas que aún no he terminado de armar, mi trabajo principalmente, después de esto seguro que tendré otra misión_ dijo sin mirar a la castaña, pero sonriendo.

Misión 21.- (Jenlisa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora