Alonne...

~Capitulo 42~

Carl Grimes

Salí enojado de la celda dejando a Vivian sola.

Sabia que me había pasado al decirle eso, estab muy conciente de ello, y tenía que pedirle disculpas, pero mi jodido orgullo no me dejaba.

Me sente frente a las rejas de la cárcel y mire las pequeñas flores que había, tuve una idea.

No iba a ser una disculpa muy normal pero algo es algo.

Agarre las flores más bonitas que pude y camine hasta la celda que compartía con Vivian, empeze s arrepentirme.

¿Y si me rechazaba?
¿Y si me terminaba?
¿¡Y si seguía enojada?

Aunque muy en el fondo me merezco eso, igual me daba miedo.

Suspire y entre a la celda, pero me quedé estático al ver a Vivian dormida en el piso con las manos ensangrentadas y lastimadas.

-Y ahí tengo mis respuesta del porque las cosas aparecen rotas- dije dejando las flores en una mesita y acercandome a Vivian, la cargué y la puse en la cama, agarre las vendas que guardaba en su mochila y comenze a ponérselas.

-Enserio que no te meresco- dije mientras limpiaba sus heridas.

Termine de limpiarla y luego me sente en una silla que había frente a la cama y me puse a leer una historieta, pero pare un momento para escribir una nota y ponerla al lado de las flores.

-Ahora si- dije y me sente en la silla a leer de nuevo la historieta.

Pasaron dos horas y Vivia seguia durmiendo.

-Esta chica tiene el sueño más pesado que un oso- me queje.

De repente, una almohada fue directo a mi cara.

-¡Santísima mierda!- me queje sobandome el ojo.

-Escuche eso idiota- se quejo la pelirroja mirándome mal.

-¡Me dio en el ojo!- me queje.

-Entonses no te burlas de mí sueño- se defendió encogiéndose de hombros.

Gruñi por lo bajo.

-¿Hace cuanto que estás despierta?- pregunte mientras dejaba la historieta a un lado.

-Es muy difícil dormir cuando tu no paras de leer en voz alta- dijo con una mueca.

-Oh, lo tomaré en cuenta- dije y me pare- saldré un momento para que sigas durmiendo- dije y salí.