Alonne...

~Capitulo 67~

Vivian Coleman

-¡Estupido!- grite mientras trataba de correr hacia el pero Daryl y Abraham me lo impidieron.

-Cuidado muñequita, seria una pena tener que matarte antes de tiempo- dijo con una sonrisa.

-¡Idiota!- grito Gleen mientras le daba un puñetazo, este se lo devolvió e intentó dispararle, pero Abraham y Daryl corrieron y empezaron a ayudarle, solo se escuchaban los pasos de los cocodrilos, los gritos del grupo para que subieramos, y los gritos de Daryl, Abraham, Gleen y el estupido ese.

Idiotas.

Ese trabajo es para mí.

Saque la pistola que tenía escondida en mi bota y luego agarré la que Abraham tenía en su cinturón sin que se diera cuenta.

Ninguno de ellos se dio cuenta así que apunte con una de las armas hacia arriba y dispare.

Todos se levantaron asustados y me miraron sorprendidos, mientras que yo los miraba seria, una de las pistolas apuntaba a el tipo y la otra la tenía escondida detrás de mi.

-¿¡Que mierda Vivian!?- dijo Daryl molestó.

El tipo trato de acercarse pero le quité el seguro al arma y lo miré desafiante.

-Un paso más y te volare el cerebro, si es que tienes- dije burlona sin dejar de mirarlo, escuche como alguien caminaba hacia mi así que con el arma que tenía escondida les apunté a Abraham, Gleen y Daryl, que trataban de acercarse a mi para quitarme el arma.

-La advertencia va para todos- dije seriamente, todos me miraban serios.

-Baja eso Vivian- dijo Abraham.

-Ustedes- dije y mire a mis amigos- Vayan y busquen la forma de distraer a los cocodrilos- dije y ellos no hicieron nada- Ahora- dije remarcando cada letra.

-Vivian no tienes que hacerlo....- dijo Abraham.

-Si Vivian, hazle caso a tu papito- dijo el hombre riéndose.

-Te callas o te daré de comida a esos cocodrilos antes de tiempo- dije mirandolo, mi cara no demostraba otra cosa más que odio.

Lo odiaba con todo mi puto ser, y lo odiarla hasta el día en que muriera.

Volvi a mirar a Abraham.

-Dije que me iba a vengar, yo no rompo las promesas, Abraham- dije con una fría mirada.

-Pero....Apenas te encontré...No te puedo volver a perder....No otra vez...- dijo tembloroso, era la primera vez que se mostraba así, muy en el fondo de mi ser, tampoco quería perderlo, pero mi orgullo y mi parte dolida me decían que no debía perdonarlo.