~Capitulo 61~

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Vivian Coleman

-¿Quien diablos es Diana?- dije algo molesta mientras lo miraba mal, el me miro y después se hecho a reir- Uy si, que gracioso- ironize.

El calmo su risa y luego me beso, podría besarlo todo la vida. Cuando se separó de mi me miro con gracia, mi rostro seguía serio.

-¿Te pusiste celosa?- pregunto con burla.

-¿Yo? ¿Celosa? Claro que no- mentía muy mal, enserio, cuando se trataba de Carl Grimes era un caso perdido.

-Aja y yo tengo el pelo rubio- dijo sarcástico, lo miré mal y el acarició al conejito mientras una de sus manos estaba en mi muslo.

Voy a fingir que eso no me pone nerviosa, para nada.

-¿Que tal Luke?- pregunto, el nombre no estaba mal, al contrario, me gustaba.

-Es lindo, Luke se llamara- dije con una sonrisa mientras lo acariciaba, Carl se me quedo mirando de forma extraña, de un momento a otro me beso, no era un beso lento, para nada, era todo lo contrario.

Están en una iglesia!- grito Michonne lanzándonos un zapato, Carl y yo reímos.

-Hacen linda pareja- dijo Gabriel con una sonrisa, la cual le devolví.

-Gracias- dijimos ambos al unísono.

.....

Estabamos algunos reunidos en la iglesia, Rick, Sasha, Tyreese, Bob y otros habían salido a buscar provisiones junto a Gabriel, según el había una escuela cerca y decidieron llevarlo por si las dudas.

Estabs algo retirada de los demás, la verdad era que la mirada de Abraham y Csrl sobre mi me ponían nerviosa, Abraham me miraba de forma penetrante, antes de saber que era mi padre me intimidaba, y ahora que lo me intimida aún más, Carl me miraba algo extraño....Nah, mentiría si les dijera que no se lo que significa esa mirada.

Deseo.

Pero ese no es el caso, tenia a Judith entre mis piernas, esta jugaba felizmente con algunos de mis mechones de pelo que caían por mis hombros, me habla crecido más, tal vez debería cortarlo.

-¡Auch!- dije cuando Judith jaloneo un mechón de mi cabello- Vaya forma de decirme te quiero cuñada- dije rodando los ojos, Judith río y aplaudio enérgicamente.

Que linda.
Que tierna.

Saque una manzana de mi mochila y se la tendi a Judtih, esta empezó a comerla felizmente.

Estaba tranquila observando a la pequeña Grimes hasta que Abraham llegó junto a mi, al igual que Eugene, mire a Eugene y luego a Abraham.

-¿Que pasa?-le pregunte a Eugene, ignorando olímpicamente a Abraham, escuche como bufo por eso.

-¿La puedo cargar?- pregunto estendiendo sus manos hacia mi, la pequeña Grimes río emocionada estirando sus brazos también hacia el.

-Por supuesto- dije y se la entregue.

Eugene se fue con Judtih y Abraham se quedó mirándome, yo a él no lo mire, mi mirada estaba fija en las puertas de la iglesia.

-Eres igual a ella- dijo mirandome de arriba a bajo, finalmente lo mire, pero no le hable, lo mire de arriba a abajo, y regrese mi mirada al frente.

-Oh porfavor, no puedes ignorarme toda la vida, Vivian- dijo rodando los ojos.

-¿Ah no?- dije con una sonrisa- Mira como lo hago- dije y volví mi vista al frente.

-No sólo te pareces a ella físicamente, también en personalidad, eres igual a tu madre....- dijo, no me gustaba que mencionara a mi madre.

-Detente- dije mirandolo, pero no lo hizo.

-Tienes la misma mirada...La misma sonrisa...- empezó a decir, el recuerdo de mi madre me atormentaba todos los santos días, veía su rostro completamente podrido, esa mordida en su cuello...

-¡He dicho que basta!- dije parandome cuando lo escuche seguir mencionando a mi madre.

Todos dirigieron sus miradas a nosotros, esto era jodidamente incómodo.

-Un segundo- dije con una sonrisa y agarre a Abraham del brazo para arrastrarlo hasta una de las habitaciones de la iglesia, técnicamente lo estaba arrastrando porque el se quejaba, cuando entramos cerre la puerta de un portazo.

-Calma Vivian, la puerta no tiene la culpa de tu rabia- dijo Abraham cruzándose de brazos, lo miré mal- Tu madre hacía lo mismo...-

¿Porque siempre mencionaba a mi madre? ¿Que no ve que me duele recordarla?

-¿Quieres dejar de mencionarla?- dije estresada.

-¿Quieres dejar de tener un carácter tan de mierda?- dijo enojado.

-No- respondi seria.

-Ya te eh pedido perdón miles de veces- dijo frustrado.

-Basta- dije.

-Te pido que me perdones, por Dios, ¿quieres que te ruego? ¡te lo ruego Vivian! ¡perdóname!- grito.

para!- dije estresada.

-¡Perdóname!-

-¡He dicho que basta!- dije enojada y tratando de salir de la habitación.

-¡No me dejes solo Vivian Camille Ford Coleman!- grito mientras me agarraba bruscamente de la barbilla, pero la aparte de forma brusca.

Alonne...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora