Alonne...

~Capitulo 75~

Vivian Coleman

Mi rostro quedó escondido entre mis brazos, me estaba empezando a dar sueño, sentí los brazos de Carl atraerme a su cuerpo, con timidez lo rodee con mis brazos y lentamente me fui durmiendo, antes de caer rendida logré sentir como Carl me daba un beso en la cabeza.

....

Desperte por unos besos en mi cara, arrugue la nariz y me acurruque aún más en lo que sea que estuviera acostada.

-Despierta cariño...- dijo una voz suave en mi oído, era la voz de Carl, gruñi y escondi mi rostro en su cuello, tenía sueño.

-Vamos linda....- dijo mientras me sacudía pero intensifique mi agarre para que no me quitara.

-Sueño- dije mientras sobaba mi rostro en su camisa.

-Ya sabemos dónde está Beth- dijo.

Como si fuera arte de magia, me pare de un brinco quedando sentada sobre el.

-¿Que ya saben que?- pregunte sorprendida.

El asintió.

-Si, el grupo que se llevó a Carol la tiene a ella también, un chico que era preso de ellos llegó hasta aquí y nos lo dijo- dijo Carl mientras acariciaba mi cintura.

Mis mejillas se sonrojaron cuando recordé lo que habia pasado ayer, Dios, y lo había hecho en una iglesia, ya ni hay respeto.

Diosito, si ves esto, pido perdón por aquella falta de respeto tan grande.

-¿Donde esta el chico? ¿Eata aquí? ¿Ya vamos a ir por ellas?- enpeze a preguntar sin darle tiempo a responder.

-Si, si, si, Algunos van a ir a rescatarlas, pero se va a nesesitar tiempo, y paciencia- dijo Carl sentandose.

-Justo lo que yo no tengo- dije rodando los ojos.

El también rodo los ojos.

-Tienes tiempo- dijo Carl.

No mucho Carl, en cuanto encontremos algún lugar seguro....
Mejor que valore su tiempo conmigo por que no creo que le dure.

Ella se está cansando.

Carl noto mi silencio y me miro confundido.

-¿Tienes tiempo cierto?- pregunto agarrando mi barbilla.

-Depende- dije y me mordi la lengua al darme cuenta de que se me había escapado.

No permites que se enteren pero aún así dejas pistas por todos lados.

-¿depende? ¿A qué te refieres?- dijo Carl con su ceño fruncido, mire hacia otra parte buscando alguna excusa creíble, y que de paso no hiciera que empezáramos a pelear.