~Capitulo 30~

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                   Vivian Coleman

Rick estaba acostado en su cama, su camisa estaba a un lado.

Perfecto.

-Bien, ahora entra y ponle el polvo en la camisa y pantalón- dije bajito para no despertarlo.

-¿Y si se despierta cuando lo heche en el pantalón?- dijo Carl.

Suspire.

-Lo haré yo entonses, pero se lo hechas en la camisa- dije.

El asintió y entró a la celda.

Todos estábamos viendo cómo lo hacía y tratabamos de mantenernos callados, pero la risa nos ganaba.

Rick se dio la vuelta y Carl se quedó quieto en su lugar para no ser descubierto.

Cuando lo hizo, salió de la celda y me estendio la otra mitad del polvo.

-Sigues tu-

-¿Si saben que Rick se dará cuenta?- dijo Daryl.

-Eso lo hace más divertido- dijo Maggie y asenti.

Entre a la celda y me acerqué lentamente a Rick.

Cuando estuve cerca trate de alzar un poco su pantalón para poder echarle el polvo, todos me miraron raro.

-¿Que?- pregunte en un susurro- Tengo que hecharselo- dije bajito y asintieron.

Justo cuando estaba por echarlo Rick se movió y me agarro la mano.

-No no no- dije bajito.

Rick seguía dormido, pero estaba abrazado a mi brazo.

Cualquier cosa lo podría despertar y por ende significaba mi muerte.

-¡Joder Vivian hazlo rápido!- dijo Daryl bajito.

-Hazlo antes de que despierte- dijo Maggie.

Suspire y aproveche que Rick me había agarrado el brazo para echarle el polvo dentro de el pantalón.

¿Y ahora cómo me suelto?

Movi mi mano lentamente y fue sacándola, cuando por fin me liberé de sus garras me dirigui a la salida de la celda.

Tire la bolsa del polvo pica pica en el piso.

Pero me tropecé con algo, por fortuna no caí, pero si hise ruido.

-¡Corre corre!- dijo Gleen y salimos  corriendo de nuevo a la celda de Beth.

-Joder eso estuvo cerca- dije agitada -Vi mi muerte frente a los ojos-

-¿Tu crees? Si se da cuenta de que fuimos nosotros me matara- dijo Carl.

-Estas exagerando-

-¡Tu tal vez solo te ganes más tareas! ¡Yo soy su hijo! ¡A mi me va a castigar por siempre!- dijo.

-Si no se da cuenta tal vez no- dije y me volví a sentar.

Alonne...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora