Capitulo 9

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-¿Cuándo comenzaste a escuchar la voz?- le preguntó a mar mientras vamos de regreso al departamento, nuevamente vamos tomados de la mano.

-Hace un par de sueños atrás - hace una pausa, como si estuviera recordado- Creo que la primera vez fue en el fin de semana de Miami, pero no le preste tanta atención, si no hasta hoy que lo escuche en el muelle y solo estábamos tu y yo - cuando termino de escucharlo, comienzo a recordar que igualmente lo escuche ese fin de semana, un día después de la propuesta de matrimonio.

-También lo escuche esa misma noche, es como si- antes de que pueda terminar la frase él la completa.

-El destino nos está uniendo - lo miró sorprendida, porque es exactamente lo que pensaba. -Pero de verdad lo agradezco, porque aunque literal llevo unas horas conociéndote eres como aire fresco después de una carrera.- Es ridículo como lo dijo pero se escucha bien viniendo de él.

-La verdad, la sensación es mutua, eres como mi fin de semana después de una semana de exámenes - cuando terminó la frase me doy cuenta de lo tonto de que suena, pero para mí gran sorpresa, en vez de reírse de mi, me toma de la cintura envolviéndome en sus brazos, cuando realmente tengo noción de lo que esta pasando tengo su cabeza en mi cuello, mientras que yo me descubro a mi misma olfateando su camisa.

-Me gusta tu perfume - me dice mientras olfatea una vez más mi cuello- eres como un campo de fresas frescas - se detiene una vez más para exhalar mi perfume - en la cosecha de verano.

Cuando termina de dar la descripción de mi perfume, me doy cuenta que jamás nadie había adivinado el olor de mi perfume, siempre me decían "es muy dulce" "es como cereza" entre otros olores pero jamás decían fresas.

- ¿fresas? estas completamente ¿seguro? - le pregunto porque espero que me diga el porque ese olor en específico, pero sin esperarlo se vuelve acercar a mi cuello, exhalando muy despacio.

-Sí definitivamente es fresas, porque tengo 5 motivos muy válidos, número uno las fresas definitivamente van contigo, dos el olor es dulce pero sin llegar a hacer intolerable, tres me recuerda cuando comenzaba a correr, cuatro desde que te conocí que fue hace un par de horas fue inevitable no notarlo, y el 5 siendo el más importante me recuerda que existe la calma en medio de la tormenta.

Cuando lo miro nuevamente a los ojos, me doy cuenta que es completamente honesto, en ese momento me permito apreciarlo en su totalidad, siempre lo he considerado atractivo, ya que su escudería es conocida por sus pilotos.

Pero teniendo esos ojos azules tan cerca, me hacen sentir que literalmente, el mar se puede venir encima pero que estando con él, nada me pudiera hacer daño.

-Estoy de acuerdo con tus 5 motivos pero tengo duda con uno de ellos que sería el número tres - cuando terminó de hablar me percato que tiene gesto de sorprendido, pero justo antes de que pueda detener la pregunta, me sale por sí sola - ¿Por qué estás sorprendido?

Él me observa dos veces más sorprendido pero no entiendo el porque si todo el grita ¡SORPRENDIDO!

-Si, estoy sorprendido, pero sobre todo estoy impresionado porque jamás nadie pone tanta atención, bueno claro aparte de la prensa que distorsionan todo- le regaló una sonrisa como indicando que continúe, él me sonríe de vuelta.

- Bueno, te contaré por qué el punto número tres, en mi profesión empezamos desde muy chicos, teniendo que viajar solos, los hoteles se convierten en tu casa, el equipo y los pilotos tu única familia, en unos de eso viajes yo me encontraba en España queriendo regresar con mi familia pero sabía que tenía que correr para volver, mientras me encontraba meditando la situación en la alberca, me llegó un olor a fresas tan dulce pero suave a la vez que me relajo tanto que de un momento a otro, había tomado una decisión, desde ese entonces el olor a fresas me tranquiliza - cuando finaliza su relato lo único que puedo hacer es volverlo abrazar.

LO QUE ANHELA TU CORAZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora