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Narra Alicia

La piscina relucía y la observaba bajo mis lentes de sol, hoy utilice un bikini con mis uñas pintadas de color rojo.
Me levante del camastro y me dirigí hacia las escaleras de la piscina con la intención de meterme, al sentir el agua tibia de esta tocar mis pies sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo. Me metí a la piscina y lo primero que hice cuando mi cuerpo estaba completamente adentro del agua fue meter mi cabeza también a la piscina, mi madre siempre me decía que hiciera eso cuando entraba a una piscina, creo que para que no me diera frío o me aclimatara no lose.
Mire hacia donde estaba peso pluma y sonreí al ver que tenía su mirada fija en mi mientras estaba sentando en su camastro mientras y bebía de su botella.
Comencé a nadar en la piscina entre las brillantes ondas azules y me sentía bien haciéndolo.
Después de una vueltas dejé de hacerlo y sonreí satisfecha de mi desempeño, pensé que ya había olvidado como nadar. Volví a mirar hacia donde estaba hassan y él ahora estaba despidiéndose de sus amigos.

— nos vemos luego Alicia !.— me dijo uno de sus amigos con una sonrisa mientras me hacía una seña con la mano.

— adiós roberto .— le dije devolviéndole la sonrisa desde la piscina.

Los amigos de hassan se fueron y él se acercó a mí con una sonrisa.

— acabo de darme cuenta que eres una hermosa sirena .- dijo hassan llegando a la orilla de la piscina. Sonreí levemente y él me devolvió la sonrisa .

— de pequeña tomaba clases de natación .— le mencioné y hassan y este me miró elevando las cejas.

— ¿ en serio ?.— preguntó elevando las cejas, asentí con la cabeza .

— si, lo tuve que dejar porque de pequeña tuve una pequeña lesión en mi pie, pero ahora estoy bien y me di cuenta que sigo sabiendo lo que aprendí . — dije con una leve sonrisa el asintió .

— claro que si hermosa, lo sigues haciendo genial.— dijo él y después de sonreír me salí de la piscina, el se quedó embobado mirándome mi lindo bikini blanco, sonreí, me gustaba cuando él me miraba así.
Estaba toda mojada e iba a ir al camastro para tomar mi toalla para secarme. Cuando de pronto siento como unas manos se posan en mi cintura y me hacen darme la vuelta rápidamente quedando cara a cara con hassan.
Sonreí levemente al tenerlo tan cerco, era tan guapo y tan mio.

— ese bikini blanco  te queda hermoso pero ahora solo tengo ganas de quitártelo.— dijo tan cerca de mí que pude sentir su aliento chocar en mi cara. Solamente sonreí y me acerqué a besar sus labios, él me siguió el beso y se sentía tan bien al hacerlo.
Sin dejar de besarnos fuimos al camastro donde hassan se se sentó y yo me senté arriba de él, pudiendo sentir su notable ereccion, nos separamos un poco por falta de aire.

— te amo muchísimo .— dije mirándolo, tenía la boquita rojita e hinchada por los besos que los besos que nos habíamos dados, también me miraba de una forma tan linda, como si quisiera más de mí pero con amor. — enserio muchísimo .— dije y volví a besar sus labios, tenía gana sed de él y parecía que él también .

Se había comenzado a crear una tensión sexual entre los dos, que sin duda me encantaba. Hice un ligero movimiento sobre él para acomodarme mejor y pude sentir que su miembro estaba más enfurecido, ya que podía sentir el roce de su bermuda de baño con mi panti del bikini. Comenzó a dejar suaves besos en mi cuello, para después llegar a mi oreja y morder el lóbulo.

— no tienes porque ser suave .— murmure .

Me sacó la parte de arriba de mi bikini, dejando mis pechos expuestos. Removió algunos mechones sueltos de mi cabello para tener una mejor vista de ellos. Agacho la cabeza y se metió uno de mis pechos a la boca. Jadee de sorpresa. Por lo inesperado. Él hizo presión con sus labios y comenzó a lamerlos suavemente. Me di cuenta que mis pechos se veían demasiados pequeños en sus enormes manos, la diferencia era notable. Incluso tenía que encovar toda la espalda para llegar a mi . Mordió un pezon y luego el otro. Yo dejé caer la cabeza hacia atrás mientras disfrutaba de sus lengüetazos.

Única :peso pluma Donde viven las historias. Descúbrelo ahora