Capítulo 7

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Aitor Kant despertó cansado después de una noche llena de pesadillas en las que todo le salía mal. Se levantó directo al baño y se dio una larga ducha con agua caliente para bajar su estrés, estaba nervioso, no lo podía negar, si algo salía mal, no sabía lo que podía ocurrir. Suponía que sus primos estaban intentando tener hijos por los medios tradicionales. Él estaba tomando las medidas que creía necesarias, la mujer que sería la que llevaría en su vientre a su hijo estaba lista, solo debían esperar los días necesarios para poder implantar el óvulo fecundado.

Llegó a la oficina y vio a Dina que hablaba por teléfono. Le hizo una seña con la mano a modo de saludo, él iba a pasar de largo, hasta que escuchó el nombre de la doctora Remenic, la que atendía a Analía.

―Espero que pase pronto. ―Silencio―. Claro, dígame. ―Otro nuevo y largo silencio―. ¿Cómo así? ¿Qué significa eso? ―preguntó con el rostro pálido.

―¿Qué pasó? ―preguntó Aitor, su asistente le hizo una seña para que esperara.

―No puede ser, confiamos en ustedes para esto, no pueden haberse equivocado de esta manera. ―Se calló mientras escuchaba―. Sí, lo entiendo, pero el procedimiento era claro: extracción de óvulos, no inseminación. Nunca se habló de inseminarla. Sí, sí, mire, deje que lo converse con Aitor, la llamo más tarde, no le diga a Analía todavía, por favor.

Cortó la llamada y miró a su jefe con ojos aterrorizados.

―¿Qué pasó?

―Inseminaron a Analía, no le sacaron los óvulos.

―¿Cómo que la inseminaron? ¿Qué significa eso?

―Que podría estar embarazada.

―¿De mí?

―Sí. Por suerte no se equivocaron con usted, la doctora Renner cometió un error, pensó que había que inyectarle su semen, no quitar sus óvulos.

Aitor se pasó la mano por el pelo, desesperado.

―¿Cómo es que se fueron a equivocar así?

―No lo sé. Podría no estar embarazada, no siempre resulta a la primera, según me dijo la doctora.

―Aun así, ¿qué pasará con sus óvulos? Es decir, habrá que empezar todo de nuevo si no está embarazada.

―¿Y si sí lo está? ¿Qué pasará?

―No lo sé ―respondió derrotado y se dejó caer en el sofá―. Ella no querrá tener a ese hijo.

―Podría obligarla.

―¿Obligarla? ¿Quién crees que soy? No voy a obligarla a tener un hijo que no quiere, además, debía ser una madre sustituta, una mujer dispuesta a prestar su útero un tiempo y yo no quiero tener nada que ver con ella, si es Analía...

Madre por error (ONC2023)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora