Capítulo 16

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Marian entró a la clínica y vio a Aitor que estaba en el primer piso, se acercó a él.

―Hola, ¿cómo está Analía? ¿Pasó algo?

―Se va de alta, estoy haciendo los trámites para que pueda irse a casa.

―Qué bueno. La nueva empleada ya llegó a la casa.

―No será necesario, se van conmigo.

―¿De verdad?

―Sí ―respondió con una gran sonrisa―. Hablé con ella, me perdonó.

―¡Eso es genial! ¿Cómo fue?

―Ella tenía miedo de que la quisiera lastimar para quitarle los niños...

―Lo que no es así.

―Por supuesto que no, jamás podría hacer eso, sé cuánto los ama, a pesar del modo en el que fueron concebidos.

―Yo sabía que ustedes, de haberse conocido en otras circunstancias, habrían iniciado una relación.

―Sí, puede ser.

―Ella se sintió atraída a usted de inmediato.

―¿Te lo dijo?

―No era necesario, igual me preguntó si tenía novia o algo ―contestó la muchacha con una sonrisa algo burlona.

―Señor, aquí está todo, con esto ya pueden irse ―le informó la encargada de Recaudación.

―Gracias. ¿Vamos? ―le dijo a Marian.

Ambos caminaron al ascensor, cuando llegaron a la habitación, Analía estaba con una enfermera.

―Aquí están los papeles ―indicó el hombre enseñando los documentos.

―Está bien. ¿Necesita que la ayude a vestir?

―No, yo lo hago ―ofreció Marian.

―Gracias, esperaré afuera ―dijo el hombre luego de darle un corto beso a la paciente.

Marian miró a Analía.

―¿De qué me perdí? ―preguntó curiosa.

―¿Por qué no me dijiste?

―Porque no podía, es mi jefe.

―Sí. Él no quiere hacerme daño.

―No, eso sí te lo dije, está muy interesado en ti y en los niños ―respondió mientras sacaba la ropa del bolso que había llevado.

Madre por error (ONC2023)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora