Capítulo 5

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Helga Manchester entró al edificio de las empresas Kant y se fue directo a la oficina de Aitor.

―¿Qué haces aquí? ―le preguntó el hombre al verla entrar.

―Vengo a saber qué es lo que tramas con esa mocosa.

―¿De quién hablas?

―De esa niñita a la que le van a sacar los óvulos.

―No es algo que te interese a ti.

―Aitor, nosotros nos vamos a casar, lo lógico es que ese hijo sea tuyo y mío.

―Yo no me voy a casar contigo, ¿en qué idioma quieres que te lo diga?

―Tus padres y los míos estaban de acuerdo.

―¿Y eso qué? Estamos en el siglo veintiuno, esas cosas no se hacen, ya no existen los matrimonios por contrato, no estamos en una teleserie donde las personas hacen acuerdos y se casan por compromiso.

―Amor, hemos estado juntos desde siempre.

―No hemos estado juntos nunca, Helga, tú y yo jamás hemos sido pareja.

―¿Me quieres dejar? ¿Es eso?

―¿Dejar? Para dejar a alguien hay que estar comprometidos, y ya te dije que tú y yo jamás lo hemos estado.

―No puedes renegar del acuerdo que hicimos. Yo te amo.

―Yo no hice ningún acuerdo y yo por ti no siento nada.

―¿Es por esa niñita?

―Analía no tiene nada que ver en esto.

―¿Seguro? ¿Por eso te quedaste con ella anoche? ¿Piensas hacerle un crío al modo antiguo?

―No me quedé con ella, solo me quedé en su casa.

―¿Y esperas que te crea? Tú no eres un hombre que pueda estar con una mujer sin tener sexo con ella.

―Tú y yo nunca hemos intimado.

―Porque yo soy una mujer decente.

Aitor sonrió con burla.

―¿Me vas a decir que eres virgen?

―¡Aitor!

―Aitor nada, Helga, me cansaste, vete y no vuelvas, no te quiero volver a ver.

Madre por error (ONC2023)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora