Rudbeckia

38

══════════ .˚♡˚. ══════════

—¡Aaahhhh!

—GRAA ...

—¿Por qué, por qué estás...? ¡Agh!

*¡Estrépito! ¡Estrépito! ¡Estrépito!*

Las joyas fueron lanzadas al aire salvajemente.

Cada vez que me movía, él también movía sus pies en mi camino.

No estaba haciendo nada más.

Solo me dijo que me quedara quieto y me bloqueaba cada vez que me movía.

Solo después de jugar al escondite, pero no realmente, me di cuenta de que la atmósfera era un poco extraña.

¿Qué estaba haciendo conmigo? No me digas que estaba jugando conmigo. Dejé de moverme y lo miré.

Si lo miraba así, debería romperse y tragarme de un bocado. ¿Por qué le temblaba la cola? ¿Estaba listo para atacar?

*¡Tong, tong!*

Cada vez que el dragón movía la cola, las joyas preciosas salpicaban todo el lugar y provocaban vibraciones, como si las paredes se derrumbaran.

Popo regresó y comenzó a golpear su pierna.

—¡Po, po, po!

Popo fue valiente, pero el dragón feroz simplemente pateó a Popo sin piedad, resoplando como si los movimientos de Popo fueran como cosquillas.

Popo quedó impresionado sin mucha resistencia.

—¡Popo! ¡Eres malo ...!

—¡CRRAAAA!

Cuando hice un ruido fuerte sin darme cuenta, el dragón abrió su gigantesca boca.

Me sorprendió verlo porque pensé que estaba tratando de disparar fuego, pero en lugar de fuego, se derramó una gran cantidad de joyas.

'No, ¿cuánto amaba las joyas para dormir con ellas en la boca? Solo mira esto.'

Un montón de gemas grandes, del tamaño de un puño, cayeron a mis pies, ligeramente diferentes de las que se habían amontonado alrededor. Me pregunté si esto era una señal de asfixiarse con joyas gigantes.

—Oye...

—Grow...

—Ahora, ¿qué vamos a hacer...?

—¡Growaaaa!

Con la cueva temblando, rodé por la colina de las joyas.

'¿Qué te pasa, dragón malhumorado?'

Alguien me agarró del brazo y me tiró hacia atrás. Fue Popo.

—¡Puaj!

¿Un dragón justo después de Durahans? ¡Esto estaba lejos de ser una escena de película con clasificación B! En medio de la confusión, mi cuerpo se movió para vivir. El dragón rugió, detrás de nosotros, mientras nos apresurábamos a escapar.

—¡Growaaaaaaaaaaaaaaa!

*¡Boom, boom, boom, boom!*

El aterrador sonido de sus pies viniendo detrás de nosotros, provocó un escalofrío de miedo. Había grietas en el suelo de piedra mientras se movía por todas partes. Los carámbanos pegados en el techo cayeron, incapaces de soportar el impacto inesperado. Si Griffin no hubiera volado sobre mi cabeza y los hubiera detenido, probablemente me habría convertido en un erizo.