Rudbeckia

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El pequeño dragón, que agitaba ferozmente su enorme cola y resoplaba con la nariz, nos miró.

—El cachorro no parece muy tranquilo.

—Señor, por favor, absténgase de su tendencia a desconfiar de cualquier cosa con la que no esté familiarizado. ¿Cree que he visto dragones pequeños solo una o dos veces?

—Además de eso, ¿cómo es esa información relevante para que el dragón crezca de manera segura?

—No sé por qué me preguntas eso porque lo que dije no fue con el propósito de abordar las preocupaciones sobre el bienestar del cachorro. Simplemente dije que la estabilidad emocional es clave cuando los dragones jóvenes sufren dolores de crecimiento. Popori y Griffin también ayudan a cuidar al cachorro alimentándolo, pero no siempre están ahí para hacerlo... No, en realidad princesa, ¿cuál es la conexión entre esos monstruos y el dragón?

Los sujetos de la conversación, Popo y Griffin, rodaban emocionados en una pila de joyas.

Ya fuera por la cantidad de joyas acumuladas en los alrededores o simplemente porque estaban distraídos jugando, Popo y Griffin no habían prestado atención a lo que estaba pasando, aunque parecía que originalmente nos habían arrastrado hasta aquí porque el cachorro estaba enfermo.

Isuke, quien lanzó una mirada de desaprobación hacia mis amigos fugitivos, dio un suspiro amargo.

—No creo que sean dolores de crecimiento.

—... ¿Qué?

—No importa cuánto lo mire, el cachorro debe estar actuando a propósito. El cachorro de lagarto obeso solo quiere vivir su vida siendo acariciado y que alguien atrape su comida para ellos. Caray, ¿por qué la gente en estos días comete el crimen de codiciar a la esposa de otro hombre?

Después de que llegó a una extraña conclusión que no podía entender, el mejor paladín del Norte parecía estar en un estado de confusión mental.

Lentamente levanté la mano y le di unas palmaditas en sus hombros flácidos y caídos.

—Nadie te dijo que tenías que responsabilizarte y cuidarlos.

—¡No lo parece, pero no quiero hacerlo! Pero si no lo hago yo, ¿quién lo haría? ¡Hay muchos que quieren dañar al cachorro! ¡Maldita sea, como uno de los Santos Guardianes del Norte, arrestaré sumariamente a cualquier bastardo blasfemo que se atreva a interferir con el pan de cada día del cachorro, incluso si son sacerdotes!

No estoy seguro de cómo surgió esta lógica, pero parece que mi maridito está realmente preocupado.

Me gustó tanto la idea que no pude evitar reírme de la terrible realidad de que Isuke fuera la niñera de un pequeño dragón gruñón.

—Creo que el cachorro estará feliz si los cuidamos bien y les damos la oportunidad de crecer sanos y salvos. Será como si fuéramos sus padres.

—... ¿Es eso así?

Ni siquiera puedo comenzar a describir cómo el legendario Caballero Comandante de Paladines Longinus, de quien se dice que se encontró con dos dragones adultos jóvenes, comenzó a mirar a los otros caballeros con una expresión de incredulidad.

Sir Varons inmediatamente apartó su mirada temblorosa y abrió la boca de manera solemne para dirigirse a los caballeros que estaban al otro lado.

—¿Están aquí para perder el tiempo?

Ups, había olvidado por completo la presencia de los otros tres.

No sé por qué han estado tan callados como si estuvieran dormidos todo este tiempo.