Rudbeckia

153. Extra 2

—Príncipe, si está aquí así...

—No te molestaré.

—... Podría lastimarse, así que creo que sería mejor ir allí.

—¿Por qué me lastimaría?

—Las ramas caerán.

—¿Por qué estás cortando ramas? ¡Eres malo!

El tío del jardinero arrugó la nariz por un momento sin decir una palabra. Daniel me agarró del brazo y decidí olvidarme de la pobre rama.

—Señor, ¿hay un canal subterráneo aquí abajo?

—Así es, es natural que haya tantos canales.

Como era de esperar, admiré la imaginación de Daniel.

Ahora todo lo que queda es encontrar la entrada a la misma.

Estamos separados por una escalera y miré alrededor del círculo y saqué el mapa de nuevo.

—Dibujaste muy mal.

—Sí.

Pero a partir de entonces, fue ridículamente fácil.

Todo lo que tenía que hacer era encontrar algo similar a la foto de la escalera manchada.

Una pequeña escalera de piedra entre la fuente de la cascada y los rosales, y allí abajo, sobre un campo de fresias amarillas, apareció una gran puerta de aspecto secreto.

Mi corazón comenzó a latir tan rápido.

Intercambiamos nuestros ojos, tragando saliva seca. ¿Es real? Me agaché con cuidado, agarré un mango de hierro grueso y lo levanté en silencio. Luego, las escaleras que conducen hacia abajo y la luz tenue se encuentran con nosotros.

—¡Hay escaleras...!

¡Ja, el pasaje que conduce al lugar secreto entre ellos dos en el jardín solo para ellos dos, es infantil!

De todos modos, ¡finalmente descubrí el pasaje secreto!

Nos echamos a reír, envueltos en una emoción y un éxtasis indescriptibles.

Riendo y dando vueltas por el jardín, pasamos junto al tío del jardinero y salimos corriendo.

Pensé que el tío gritó algo con un ruido sordo por detrás, pero no pude escucharlo bien. Después de correr como loco durante mucho tiempo, logré calmarme y establecer el día para el enfrentamiento cuando llegué al establo.

Por lo que he visto hasta ahora, las citas secretas entre papá y mamá no son consistentes, pero siempre desaparecen la noche anterior al banquete.

Así que tuve que hacerlo antes de eso. De esa manera, en mi cumpleaños, podré ser dueño de Mamá.

—¿Es mucho más difícil salir en secreto por la noche? ¿Por qué no hacemos un viaje rápido el día antes de mi cumpleaños?

—Eso es increíble. ¡Creo que está bien!

Yuri sugirió una estrategia con entusiasmo.

Hubiera sido genial si Dani no hubiera dudado de repente mientras todo iba bien.

—¿Pero qué hacemos si alguien nos ve?

—¡Es un lugar secreto para el Rey, que nos está mirando, cobarde!

—Pero también hay una base militar secreta allí. El mapa solo dice escondite, ¿cómo sabes exactamente dónde está?

Yuri y yo nos miramos por un momento.

Daniel también parecía asustado.

—¡Oye, si tienes tanto miedo, déjate engañar, idiota! ¿Qué dije, Alyosha? ¡Dijiste que no deberías meter a este niño en primer lugar!