Rudbeckia

152. Extra 2

—Ah, no, Príncipe, ¿por qué el Príncipe...? Por favor no llore, si Su Majestad se entera...

No pude escuchar lo que Nariz de Fresa y Bigote estaban diciendo. Porque los tres estábamos llorando de la misma manera.

El oso pardo nos miraba con la boca abierta como un tonto. Supuse que se estaba preparando para hacer algo, pero resopló y suspiró al mismo tiempo.

—¿De verdad solo están mirando a tu alrededor?

Después de un rato, hipamos uno al lado del otro y entramos en la biblioteca secreta guiados por el tío Nariz de Fresa.

El Tío Bigote todavía protegía el exterior, pero el capitán "Oso Pardo Aterrador" de la Guardia desapareció en alguna parte.

Realmente no entendí lo que sucedió, pero lo logramos de todos modos.

Mi corazón latía de nuevo con alegría y emoción. Sin embargo, fue solo por un breve momento.

—¿Es esta una sala de almacenamiento secreta en el palacio? Parece una biblioteca antigua.

El sonido del hipo y el parloteo de Yuri dañaron mi autoestima.

—Sí... pensé que habría un montón de joyas o algo así.

—Las joyas deberían estar en la joyería, ¿por qué estarían en la biblioteca oscura? ¡Estos tontos!

Grité de molestia, pero extrañamente, mi voz sonó muy fuerte.

Abrimos los ojos en círculo y nos apresuramos a silbar. Estaba muy emocionado de que mi humilde silbato, que era varias veces más pequeño, sonara grandioso.

—No pueden hablar.

Tal vez sea por el mal aire aquí, pero el hombre de la nariz de fresa de repente parecía muy cansado.

Nosotros estábamos bien, los adultos son tan sensibles.

Era extraño verlo armar un escándalo mientras hablaba sobre el polvo y la ventilación.

—Tío Nariz de Fresa, ¿puedes silbar?

En lugar de silbar, Nariz de Fresa de repente comenzó a toser fuerte rascándose la cabeza con ambas manos. Oh, supongo que es por el aire. Creo que fue una petición irrazonable.

Sentí un poco de pena por él y al mismo tiempo recordé el propósito original de venir aquí, así que decidí dejarlo solo. Pero, ¿cómo es el mapa secreto?

—¡Oye, mira eso!

Yuri, que había dejado de silbar y miró a su alrededor, gritó y señaló un gran escritorio a un lado.

Corrimos hacia él todos a la vez.

—¡Guau!

—¿Qué es esto? ¿Juguetes para adultos?

Un hermoso jardín se extendía sobre un gran escritorio.

Había una entrada al invernadero redondo con forma de jaula de vidrio, y había muchos árboles pequeños, flores y fuentes en él.

Así es.

¿Pero por qué no puedo ver a nadie?

—¿Esta puerta está realmente abierta?

—No lo toquen imprudentemente... ¡Príncipe, esa es la restauración del jardín acuático!

¿Qué? Dudé de mis oídos cuando vi al Tío Nariz de Fresa corriendo rápido.

El Jardín del Agua era un jardín de invernadero enorme y muy misterioso en el Palacio de Mamá.

Hacía mucho calor incluso en invierno, había muchas flores y era bueno jugar al escondite. Cuando tuve una fiesta de refrescos allí con mamá, era como el cielo.