Multiversal Trouble | SpiderBear

Primero

— Juan... Juan, despertate...

El susodicho se removió en su lado de la cama, frunciendo el ceño por la repentina voz molesta que pretendía interrumpir su hermoso sueño.
Juan solo apretó las sábanas entre sus manos intentando volver a dormir.

— 5 minutos más... —murmuró como si se tratase de un niño que no quiere despertar para ir a clases.

Su pareja híbrido suspiró cansado y comenzó a mover suavemente el hombro del mayor dando inicio a su segundo intento de despertarlo.

— Amor, en serio, despertate.

— Déjame dormir, Oso sarnoso. —Respondió está vez de forma más clara y con notable molestia ya que no podría volver a recuperar el sueño.

Ante ésta respuesta, el joven de cabellos azabaches se enfureció.

— Entonces decile al pelotudo de tu amigo medio vaca que deje de tirar piedras a la ventana porque me tiene las bolas por el piso.

El Argentino ya había perdido su poca (nula) paciencia ya que, al ser híbrido de Oso, su sentido de la audición era mucho más sensible que la de cualquier otro y no fue de su agrado despertarse a mitad de la madrugada con golpes en el vidrio.

Claro, Juan no tenía que sufrir eso porque su sueño era tan pesado que aún si tuviera un Creeper al lado suyo seguiría durmiendo como un bebé.

— ¿Qué? —Preguntó confundido el chico castaño pero antes de que pudiera preguntar si era una broma escuchó el golpe en el vidrio.— ¿Que vergas quiere ahora este pendejo?

Esperó alguna respuesta de su prometido pero solo recibió un gruñido de su parte. Méndigo Oso, ¿De que le servía estar comprometido con la persona más temible del servidor si terminaría resolviendo todo por si mismo?

Suspiró y buscó sus gafas sobre la pequeña mesa de noche junto a la cama, se robó un suéter de su pareja (el cual le quedaba tres tallas más grande) y se encaminó fuera de su Santuario donde un híbrido de Vaca lo esperaba mientras caminaba de un lado a otro con notable preocupación.

— Dios mío, hasta que despierta, señor Mago Supremo.

— ¿Noni que haces aquí en plena madruga-

Sin esperar a que termine la oración, Noni se abalanzó a las piernas del contrario tomándolo por sorpresa y comenzó a explicar el por qué de su visita entre lloriqueos.

— Es que-.. yo-.. y Tani-... Y él-...

El Mago puso los ojos en blanco ante el inentendible balbuceo del híbrido pero al escuchar el nombre de la pareja del mismo pudo darse una idea de cuál era el problema.

— Noni, tranquilo, tienes que estar tranquilo porque sino no puedo entenderte y si no lo entiendo no te podré ayudar. ¿Comprendes? —Explicó el chico de gafas con suma paciencia para que su amigo pudiera relajarse un poco. Noni asintió limpiando las lágrimas que desbordaban de su rostro.— Perfecto, ahora dime, ¿Hubo un problema con Tanizen?

Noni asintió.

— ¿Es un problema amoroso?

Noni negó.

— ¿Es un problema... Grave?

Noni tardó en responder pero finalmente asintió confirmando las sospechas del mayor.

Juan ya se esperaba este dilema ya que el último "viaje multiversal" de Tanizen no había salido muy bien como esperaba. El pobre muchacho había terminado con secuelas y a veces creía que era otras personas, bueno, en realidad era otras personas, más bien otros Tanizen de universos alternos ocupando su cuerpo.