El impulso final II

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Desvíe la mirada apenado y desconcertado por el momento, alcancé a ver con el rabillo del ojo como Akira hacia lo mismo volviendo a lo suyo, estoy confundido, me siento extraño. Me siento inútil, tan inútil como no ser capaz de realizar algo tan simple como caminar, en este caso me siento tan inútil al no poder descifrar el significado de las expresiones de Akira.

¿Por que sucede esto? pensarlo me llena de más confusión y me genera un fuerte dolor de cabeza.

Seré otra vez el idiota que solo miraba a Akira como alguien sin sentimiento alguno, aquel que no era capaz de notar que muy en el fondo existía más de un significado oculto en ese rostro que cualquiera tacharía de inexpresivo.

Odio mi yo del pasado, lo odio por no tratar de comprender a Akira desde un inicio y más que eso odiaría más volver a ser ese idiota sin la capacidad de comprender lo que Akira transmitía.

Mi determinación no puede ser acabada de este modo, dar atención a cada gesto y minúsculo movimiento de su rostro en cada encuentro que teníamos me dio esta capacidad de poder leer sus emociones.

Acabo de perder ese privilegio y no se el motivo, no saberlo me llena de rabia.

Apreté fuertemente las sabanas del colchón, inconscientemente por el conflicto interno que tenía me desahogue con algo del exterior.

- ¿Mhm?

Olvidé la compañía del cuarto. Volví a la realidad, otra vez. Sentí la presión de mis dedos contra la sabanas que se arrugaban debido a la fuerza de mi agarre, relaje mis manos de inmediato.

Vi a Akira, ella me vio a mí. No podía negarlo, era evidente que lo había visto todo, estuve desconectado del exterior unos minutos, más que suficientes para notar mi inexplicable acción con las sabanas. Darle a entender lo que pasó no sería lo ideal "Oye Akira después de todo nuestro tiempo juntos acabo de perder la capacidad de entenderte y me siento frustrado, tanto que las sabanas pagaron el precio de ello".

- Ejem.

Me levanté de un tirón, mis piernas aún necesitaban reposo pero al menos tenía las energías suficientes para poder salir de esta situación.

- Voy a...comprar agua.

Dicho eso salí de la habitación, baje las escaleras hasta llegar a la recepción. Allí seguía la joven recepcionista, tomando nota en su libreta, no paso mucho cuando notó mi presencia

- Hola ¿Se le ofrece algo? -pregunto la recepcionista-

- No.

- Emmmm ¿Paso algo?

Creo que meterse en los asuntos ajenos del cliente sería una penalización, al diablo, no tengo a mi madre en este momento y tampoco sé si ella me sería de utilidad en momentos como este.

- Sí.

No tarde en hacerle un resumen del problema que me atormentaba, conté un poco sobre mi relación con Akira dando más detalle en lo que considere importante, así ella podría tener una mejor visión de mi situación. La recepcionista acomodó sus lentes, la iluminación de la lámpara del costado hizo contacto con los cristales de sus anteojos tornándose blancos ante la luz.

Había visto algo similar en otro lado pero eso no es lo importante. Ya enserio ¿Qué hago contando todo esto a una desconocida?

- ¿Haruo verdad?

- Si.

- Sabes, conocí a un chico que se encontraba abrumado por sus sentimientos, amaba a una linda chica y cuando se veía decidido a revelar su amor retrocedía de inmediato.

Sólo te quiero a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora