Un vistazo al futuro

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Haruo junto a Miyao se encontraban sentados en el patio de comida, compartiendo un almuerzo tranquilo.

Aunque aparentemente todo parecía normal, Haruo llevaba consigo un secreto, no hace más de dos semanas que su relación con Akira había iniciado y se sentía afortunado de por fin dar ese avance.

Mientras mordisqueaban sus alimentos, Miyao notó una mirada distante en los ojos de Haruo. Preocupado por su amigo, decidió abordar el tema de manera cuidadosa.

- Oye, Haruo —comenzó Miyao con tono suave— he notado que últimamente te ves un poco distraído. ¿Hay algo que te esté pasando? ¿Algo relacionado con Akira, quizás?

Haruo sintió un ligero estremecimiento al escuchar el nombre de Akira en boca de su amigo. La sorpresa se reflejó en su rostro, ya que no había revelado su relación con Akira a nadie, y mucho menos a Miyao, a quien consideraba por así decirlo su mejor amigo.

El joven luchó por encontrar las palabras adecuadas, sintiéndose un tanto desorientado en ese momento. Su mente estaba dividida entre la alegría y el temor de compartir su secreto más profundo. Quería confiar en Miyao, pero también temía la posibilidad de que las cosas cambiasen entre ellos.

Después de un breve instante de pensar las cosas, Haruo finalmente respondió, intentando mantener la calma en su voz.

—Miyao, tienes razón, hay algo que te quiero contar...pero es algo importante y quiero que lo mantengas en secreto, al menos por ahora ¿Sí?

Miyao asintió con seriedad, mostrando su disposición a escuchar y respetar la confidencialidad de su amigo.

-No hay problema Haruo, puedes confiar en mí ¿Cuando te he fallado?

Reuniendo su valentía, Haruo compartió la verdad que había guardado dentro de sí durante 2 semanas.

-Akira y yo hemos comenzado una relación. Somos...pareja...

Miyao ligeramente abrió los ojos sorprendido, pero rápidamente recuperó la compostura y asintió comprensivamente.

-Entiendo...por fin maldita sea —lo último vino acompañado de un leve golpe a la mesa—

- ¿Tan poca fé me tenías?

- Ehm pues...

- Vaya amigo eres.

- Vamos, tampoco eras un misterio con tus sentimientos, Akira esto Akira lo otro.

- ¡Oye! ¿Acaso mi amor por Akira era tan evidente? —Haruo frunció el ceño, fingiendo una ofensa exagerada—

-Digamos que tu cara de enamorado era bastante obvia. Además, todos sabemos que no eres precisamente un experto en ocultar tus emociones—Miyao soltó una risa contagiosa y se encogió de hombros—

-¡Hey, eso es injusto! Solo porque mis expresiones faciales son más transparentes que una pecera, no significa que no pueda guardar un secreto.

-¿Un secreto? —Miyao levantó una ceja en señal de incredulidad— por favor, Haruo, tú eres más fácil de leer que un libro de imágenes para niños.

Ambos amigos estallaron en risas, disfrutando de ese momento de camaradería y complicidad. La tensión inicial se había disipado, reemplazada por una ligereza reconfortante.

-Es cierto...mi rostro traiciona hasta el más mínimo pensamiento—Haruo finalmente se rindió ante la evidencia y sonrió— al decir verdad esperaba una reacción diferente.

- ¿Querías que me sobresalté y empiece a delirar? No somos niños Haruo, si tuviste la confianza en decírmelo era obvio que lo tomaría con seriedad.

Sólo te quiero a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora