Hace muchos años, en la majestuosa mansión de los Oono, se encontraba Moemi junto a su madre, ambas vestidas con los impecables uniformes de sirvientas de la época. Con diligencia y gracia, atendían la mesa de los distinguidos miembros de la familia Oono, cumpliendo con cada detalle de manera impecable. Moemi, a pesar de su corta edad, ya mostraba una gran destreza en las labores domésticas y era apreciada por su diligencia y dedicación.
Al final de una larga jornada, madre e hija se retiraron a su pequeño cuarto en la parte trasera de la mansión. Moemi se sentó en su cama, contemplando el pequeño espacio que compartía con su madre. A pesar de la humildad del lugar, Moemi siempre había sido feliz allí, pues estaba con su madre, su compañera y apoyo en la vida.
- Mami, ¿algún día podremos tener un cuarto más grande que este? -preguntó Moemi, con los ojos brillantes de esperanza-
La madre le acarició suavemente la cabeza y le respondió con una dulce sonrisa.
- Si trabajamos duro y nos esforzamos, podríamos incluso tener algunos caprichos con los Oono. Por eso es importante que sirvamos a la familia lo mejor posible.
La niña sintió una emoción alentadora en su corazón. Soñaba con un futuro donde ella y su madre pudieran disfrutar de un cuarto más amplio, donde tuvieran más espacio para sí mismas y pudieran vivir con mayor comodidad. Esa visión de un futuro mejor le daba el impulso para realizar sus labores con aún más pasión y dedicación.
- ¡Sí! ¡Lo lograremos, mami! -exclamó Moemi, llena de entusiasmo-
Desde aquel momento, Moemi se entregó por completo a su labor como sirvienta de los Oono. Cada día se esforzaba más y más, con la esperanza de alcanzar ese futuro anhelado. Su madre siempre estuvo a su lado, guiándola y alentándola en cada paso del camino.
Los años pasaron y Moemi se convirtió en una excelente sirvienta, reconocida por su lealtad y dedicación. A pesar de los desafíos y dificultades, nunca dejó de trabajar duro para conseguir ese cuarto más amplio que tanto anhelaba.
Con el tiempo, Moemi ascendió a un nuevo rol en la mansión Oono. Dejó de ser simplemente una sirvienta para convertirse en la tutora del futuro linaje de los Oono. Su papel era asegurarse de que Akira cumpliera con todas sus obligaciones educativas y que estuviera preparada para llevar el prestigioso apellido Oono con orgullo.
Sin embargo, mientras desempeñaba este nuevo rol, Moemi también se dio cuenta de que había más en la vida que solo cumplir con las expectativas de los demás. Comenzó a cuestionarse sus propias aspiraciones y deseos. ¿Realmente quería pasar toda su vida sirviendo a una familia prestigiosa? ¿Qué había más allá de las paredes de la mansión? ¿Y qué hay de sus propios sueños y anhelos?
La niña que una vez soñó con un cuarto más grande y lujoso ahora se encontraba en una encrucijada, buscando su propio camino en la vida. Y mientras tanto, el destino la llevaría a cruzarse con Akira y Haruo, dos almas libres y apasionadas por los videojuegos, que desafiarían su visión del mundo y la ayudarían a descubrir quién realmente era.
Esta es la historia de Moemi, una joven que luchó por cumplir sus deberes y expectativas, pero que al final encontró el valor para explorar su propia identidad y vivir su vida según sus propios términos.
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Sólo te quiero a ti
Romance¡Hola! Esta será una reescritura de mi primera historia, con el mismo nombre, optaré por mejorar obviamente la narrativa y quizás agregué unas cuantas cosas para darle un ambiente diferente al Fanfic original que si bien no la consideró mala pienso...