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Los caballos corrían sin cesar, distanciándose del pueblo para ir hacia el bosque.

Cada persona conocía el rumbo de aquellos caballos, cada mañana a penas el sol se alzaba, salian a pasear el príncipe Kim y su amigo Chan.

Esos chicos eran inseparables, Chan pertenecía a la clase media/alta ocasionando algunas veces que el príncipe sea regañado por salir con él, pero para el pueblo esa amistad les aseguraba que el príncipe tomaría el mismo camino que el Rey.

Ser un monarca que guía con sabiduría el dinero del pueblo.

Llegando a su destino los caballos se detuvieron, tomando un poco de agua del Río.

El príncipe y Chan bajaron de los caballos para ir al lugar de siempre.

―Príncipe, las flores están por aquí  ―dijo con mucha educación.

―Chan ―llamó severamente, causando un escalofrío en el contrario ―¿Qué te dije sobre los honoríficos?

Chan bajó la mirada, haciendo una pequeña reverencia para pedir disculpas.

―Lo siento.

Corrio hacia el montón de hojas caídas de un árbol, sacudió todo el montón hasta que se vieron unas flores de color rojo.

―Aquí están ―arrancó una flor para mostrarle al príncipe.

El príncipe tomó la flor, dando un asentimiento, mostrando su aprobación.

―Me alegra verlas de nuevo ―sonrió genuinamente, eran sus favoritas y no pudo verlas debido a las bajas temperaturas del invierno y gran parte del otoño.

―Como a mí verte tan feliz ―dejó escapar aquella frase, temía que alguien de la realeza lo viera tratando al príncipe como un amigo de su misma clase.

―Chan, nadie viene detrás, no te asustes ―el contrario dejó de revisar todo el alrededor con la mirada.

―Lo siento Jungmin.

□ □ □

El caballo se estaba cansando pero Seungmin debía seguir, no permitiría que los atraparán aquellos idiotas de la marina, era bastante injusto que solo la clase alta tenga esos lujos.

―¡Bin, ve por el desvío!

Changbin hizo caso, doblando a la izquierda para irse por el desvío que encontraron hace unos meses.

Siguió cabalgando hasta que encontró un Río, estaba acorralado, hasta que una idea loca cruzó su mente.

Arrojó todo lo que robaron al agua, para luego dejar botado la bolsa marrón en dónde estaba el oro.

"Tontos"

Tomó la correa e hizo que su caballo pase por el Río, la corriente de agua no era tan fuerte así que pudo pasar tranquilamente y salió corriendo.

Los demás llegaron hasta el Río, viendo la bolsa en el piso. Uno de ellos bajó de su caballo para verificar si el contenido seguía en su lugar.

Al ver que no estaba se enojó y comenzó a gritar repetidamente.

―¡Maldito ladrón!

Seungmin logró escucharlo a la distancia, riendo por su hazaña, después de tanto tiempo robando, jamás logran atraparlo.

―Par de estúpidos.

Gemelos Kim [Chanmin/Changmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora