II

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Jungmin siempre tuvo curiosidad sobre los trabajos que hacían la marina, desde pequeño le gustaba el mar, aunque el rey le prohibía estar cerca de las aguas. Debido a que cuando era un bebé estuvo a punto de ahogarse y como la Reyna murió no podían dejar que Jungmin muera.

Incluso en estos momentos deben ser bastantes cuidadosos con la salud y la vida del príncipe.

―Chan, por favor ―juntó sus manos comenzando a rogar, esa acción causó pánico en Chan.

―¡Príncipe no debe hacer eso!

Jungmin estaba esperando el momento perfecto para que Chan cumpla su deseo.

El príncipe se arrodilló frente a Chan, haciendo que el corazón de Chan este a punto de sufrir un paro cardíaco, rápidamente se arrodilló y le susurró a Jungmin en la oreja las palabras que quería escuchar.

"Te llevaré, pero debes taparte el rostro"

Hasta ahora pudo obtener lo que quería, aunque quisiera no hacer ese tipo de cosas para salir a dónde quisiera.

Ahora debe esperar hasta la madrugada, para ir a recibir la carga del Rey, ya que hoy les robaron una bolsa llena de oro.

Jungmin no solo quería ir para ver el mar, sino para mostrar que puede cuidar las pertenencias del Rey y proteger a los pueblos.

Seguramente tratarían de robar mañana.

Y él estaba preparado para demostrar que podía ser el mejor príncipe, también ser el orgullo de su padre.

Ya en la madrugada Jungmin estaba nervioso, pero su voluntad era más fuerte.

Además quería mostrar su valentía y su capacidad de liderar, así nadie podría dudar de su talento y capacidad.

El embarque llegaría pronto, se podía ver a la lejanía el barco, debía estar atento a cualquier movimiento.

Así estaba por unos minutos, hasta que a la lejanía se escuchó varios gritos y de repente un grupo de seis caballos descendieron de la montaña. Las personas que cabalgaban estaban lanzando flechas con fuego al alimento.

El fuego se expandió rápidamente, los soldados no podían hacer mucho, porque algunos salieron heridos, para la próxima deben ir más de diez soldados.

―¡Jungmin! ¡Corre!

La voz de Chan lo hizo salir del trance, sus músculos se congelaron, sin poder moverse continuó mirando. Hasta que a lo lejos había un chico que salía del barco con una bolsa en su mano.

"¡Puedes hacerlo, sé valiente!"

Corrió lo más rápido que pudo hacia su caballo, si lograba atrapar a un solo ladrón valdría la pena ser regañado.

Se subió a su caballo y sin dejar de mirar al sujeto comenzó a cabalgar.

Sin perder el camino que esa persona tomó, ignorando los gritos de Chan, incluso dejando a los heridos atrás, debía atraparlo, no debía ser un príncipe inútil.

□ □ □

¿Acaso era posible?

Un simple soldado lo estaba alcanzando, él que derrotó a varios y es uno de los mejores en escapar.

Aunque seguramente ese idiota no sabe sobre sus caminos secretos o sus gloriosos desvíos.

―¡Bin! ―gritó a la lejanía, no debían perder el oro.

Gemelos Kim [Chanmin/Changmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora