Cuando dos niños nacieron en una época que solo importaba el poder y la riqueza. Fueron separados para que nadie pueda quitarle la corona al Rey Kim.
La dinastía Kim era la que todos consideraban la mejor, todo el reino adoraba al rey y el príncipe...
Esto ya era un castigo para Seungmin, salir de su cama para ir a un pueblo lejano a plena luz del día, era un completo castigo.
Seungmin estaba acostumbrado a la oscuridad, el frío y la noche. Esto era muy cruel para él.
―Me dices que no es este pueblo y me largo ―amenazó, ya pasaron por varios pueblos y ninguno era el que el Rey le indico.
Chan bajó un poco la tela que cubría su rostro, volteó para mirarlo.
―Es está.
Seungmin se calmó, odiaba los viajes largos.
―Espero que este pueblo este peor que el mío, porque si no ―la mano de Chan lo interrumpió, quiso alejarlo pero unas personas pasaron cerca de ellos.
―Si quieres que nos descubran sigue hablando de pueblos ―susurró en su oreja.
Frunció el ceño, piso el pie de Chan y se fue corriendo hacia el pueblo.
"Me pagarás esto Seungmin"
Chan fue detrás de Seungmin, nadie debía reconocerlo como el príncipe.
Caminaron por todo el pueblo, viendo a las personas trabajar y algunos niños jugaban, pero la caminata se detuvo cuando llegaron a un lago, Seungmin se quedó mirando el agua por un largo tiempo.
―¿Ocurre algo? ―el silencio de Seungmin lo preocupó mucho, mucho más del que debería.
―Nada, es solo que... ―soltó un largo suspiro ―este es el lago donde solía comer con mi padre.
Había una cosa en la que Seungmin era bueno, jamás le daba rienda suelta a sus pensamientos, la razón era de que cuando lo hacía comenzaba a relucir demasiados secretos.
Un ejemplo es la vez que Changbin le preguntó el porque no se parecía a su padre. Fue ahí que su mundo se derrumbó, su padre le confesó que lo encontró botado en el lago donde solían comer.
―También es el lago donde me abandonaron.
Chan se quedó sin habla, no encontraba las palabras para consolar a Seungmin, ni siquiera sabía cómo se podría sentir Seungmin en este momento.
―Si quieres puedo ayudarte.
―¿En qué podrías ayudarme?
Chan se acercó lentamente, tomando la mano de Seungmin y lo acerco a su pecho. Abrazándolo, acarició la cabeza de Seungmin.
―Una vez mi madre dijo que el peor sentimiento que puedes guardar en tí, es la tristeza.
Seungmin en lugar de empujarlo y gritarle, se acomodo en su pecho y soltó las lágrimas que estaba conteniendo.
Le dolía recordar el como sufrió en aquella época, se sentía la oveja negra. Pero después de todo su padre lo seguía queriendo igual que siempre.
―No le digas a nadie de esto ―dijo cuando se alejo del cuerpo de Chan.
Chan acercó su mano a sus labios y fingió cerrarlos con llave.
Seungmin sin pensarlo sonrió por el gesto.
□ □ □
Jungmin estaba arto, Changbin le había dicho que irían a un Río para lavar la ropa. Una cosa que él jamás en su vida realizó y le estaba costando demasiado.
―Changbin ya me cansé, me duele los dedos y el sol está muy fuerte ―lloriqueo, mostrando sus dedos rojos por la fuerza que hizo al lavar.
―Nunca hiciste estas cosas ¿Verdad?
Jungmin asintió, jamás en toda su vida le hicieron lavar ropa, obviamente nunca realizó tareas domésticas.
―Nunca en toda mi vida hice esto, tampoco sé cocinar, sembrar, cultivar ―enumeró con sus dedos todo lo que no sabía hacer ―¡Mierda! ―gritó, sosteniendo su cabeza con ambas manos, sorprendiendo a Changbin.
―¿Qué pasó? ―preguntó Changbin preocupado.
―Me doy cuenta que soy casi un inútil viviendo una vida fuera del palacio.
Changbin retuvo una sonrisa, no quería ser antipático con los problemas que Jungmin tenía, pero le causaba mucha gracia lo que dijo.
―Puedes aprender, nadie nace sabiendo, todos aprendemos a hacer cosas con el paso del tiempo ―lo reconfortó, dándoles secretamente una ropa extra para que lavé.
―Ni pienses que haré tu trabajo ―le devolvió la ropa que Changbin le dió.
―Debía intentarlo ―tomó la ropa y siguió lavando ―Si quieres puedes descansar un rato, luego me ayudarás a llevar toda la ropa devuelta al pueblo.
Jungmin sonrió, sus dedos dolían horrible y que Changbin le dijera eso lo calmó bastante.
―Si, te ayudaré a llevar la ropa, gracias.
Changbin le sonrió, causando un sonrojo en Jungmin. La sonrisa de Changbin fue tan linda que Jungmin desvío la mirada, tal vez el calor en su rostro se debía a exponerse al Sol y no por las cosquillas que sintió al ver la sonrisa de Changbin.
"Nunca había sentido esto, el cosquilleo que siento con solo verlo".
Changbin estaba tan concentrado en lavar la ropa que no vió como Jungmin tenía un puchero en sus labios, mientras veía como flexiona sus brazos y como estos se marcaban en su ropa.
El calor en la cara de Jungmin no se fue después de mucho, cuando Changbin terminó de lavar la ropa.
"¿Por qué ahora encuentro atractivo a un chico que haga simples tareas, cómo lavar?"
―Jungmin ayúdame a llevar la ropa.
Salió de su trance y fue donde Changbin, debía dejar de pensar en algunas cosas que no debía pensar.
―Si, claro.
Changbin le dió la canasta de ropa mojada, mientras que él cargaba dos canastas repletas de ropa.
―No te pierdas ―dijo con la voz ronca debido a que se quedó callado por un tiempo.
―N-no lo haré ―perdió el control en su voz al escuchar la voz ronca de Changbin.
"Bueno, eso fue muy ¿excitante?, no, no, no, Jungmin deja de pensar esas cosas".
―¿En qué piensas?
Jungmin sacudió la cabeza, acomodando sus palabras para no decir algo indebido.
―En... "Tus músculos" nada.
Jungmin tenía mucho en que pensar, bueno, no tanto, solo debía profundizar el hecho de querer tocar todos los músculos de Changbin.
¿Cómo alguien podía ser tan fuerte siendo un ladrón? Ni siquiera los mejores soldados tenían un cuerpo así.
Siguieron su camino hasta el pueblo, sin decir ni una palabra, hasta que Changbin rompió el silencio con algo que Jungmin no estaba preparado para escuchar.
―Mañana será tu primer asalto, debes prepararte.
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