IV

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Los papeles ya se habían intercambio, Seungmin el ladrón paso a ser el príncipe, quién lo diría, Seungmin tenía que convertirse en lo que más odiaba, un noble.

―Me cuesta admitirlo pero eres idéntico a Jungmin, si no lo conociera podrías engañarme.

Bueno, esa voz amable de parte de Chan no se la esperaba. Normalmente los nobles eran una porquería, incluso las personas que vivían cerca al reino se creían superiores.

―Por el exterior soy igual, pero somos completamente diferentes por dentro ―se cruzó de brazos, manteniendo una postura recta.

―Bueno, eso lo veré, pero como ya salió el sol, debes cumplir muchos deberes ―sacó una libreta con demasiadas letras, si Seungmin nos supiera sobre la escritura ahora estaría perdido ―clase de hangul.

Chan explicó como debía escribirse correctamente los caracteres. Incluso las formas más simples para formalizar cualquier oración que diga.

―Así que en lugar de decir hijo de perra, debo decir ¿descendiente de canino? ―Seungmin estaba con una sonrisa, le gustaba burlarse de todo el mundo, pero no espero que en lugar de un ceño fruncido, Chan se comenzará a reir bastante fuerte, tanto que se sujetó el estómago con sus manos. ―Era en serio ―eso solo aumentó las risas de Chan, no podía tomarselo en serio, no cuando vió el ceño fruncido de Seungmin.

―Lo siento ―dijo entre risas ―es solo que me tomó por sorpresa ―la risa de Chan seguía escuchandose, Seungmin perdió el control y fue contagiado por la diversión, comenzando una melodía hermosa de ambos riéndose.

□ □ □

Changbin no tenía el control, claro que no lo tenía, Jungmin era más enérgico que él, era eso o que Jungmin está acostumbrado a madrugar.

―Vamos, quiero ir al Río ―mecía la mano de Changbin de un lado a otro ―por favor, me da miedo ir solo ―hizo un puchero muy adorable.

¿Dónde quedó el orgulloso Príncipe Jungmin?

Pues nadie sabía que podría llover en plena primavera, bueno, no tan fuerte como para que cayera rayos.

La cuestión es que un rayo cayó cerca de la casa de Changbin y de ahí Jungmin saltó sin pensarlo sobre el cuerpo de Changbin. Para ese momento su orgullo y dignidad estaban por los suelos, mientras suplicaba que lo defendiera de los rayos.

―No te pasará nada, con la ropa de Seungmin es probable que todos se alejen de tí ―se dió la vuelta, dándole la espalda a Jungmin.

―Por favor Binnie ―dijo dulcemente, acariciando el brazo de Changbin, hasta que sintió la dureza de este, perdiendo la razón, comenzó a tocar todo el brazo fuerte de Changbin.

Changbin se levantó de golpe, teniendo un pequeño sonrojo en sus mejillas.

―Te llevaré, pero no me digas Binnie ―Jungmin asintió, pero antes de salir de la casa soltó aquellas palabras que pensó se quedarían en sus labios.

―¿Puedo seguir tocando tu brazo?

Changbin se congeló en la puerta, tragando saliva se dió la vuelta para encarar a Jungmin.

―¿Por qué quieres tocarlos? ―Jungmin no se esperaba esa pregunta, aunque tenía un poco de curiosidad también, ¿por qué pedirle eso? Ni él lo sabía, pero de algo estaba seguro, quería tocar esos brazos fuertes.

Gemelos Kim [Chanmin/Changmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora