Eran las once de la mañana y yo jugueteaba con el lápiz, golpeándolo contra el escritorio, no podía concentrarme para hacer mi trabajo, había hizo una noche espectacular, memorable , terminó con una frase, que para nada me agrado “no estaré disponible hasta el lunes por la noche” lo dijo antes de salir de la habitación, así que mi mente empezó a trabajar, y uniendo esto y a qué no lo hacía por dinero llegué a la conclusión de que estaba casado,¿ Que otra razón había para que no pudiéramos vernos el fin de semana?.
No sabía si podía soportarlo, pensar en que era viernes y faltaban muchas horas, para las ocho de la noche del lunes y eso si me respondía el celular, claro que siempre había otras opciones…puedes acariciarte pensando en mí, había dicho antes de cerrar la puerta.
- ¿Estás bien?— preguntó Jane entrando a mi oficina.
- Si, ¿ Porqué?.
- Llevas como media hora, haciendo lo mismo, vas a terminar por romper el escritorio .
- No exageres Jane —exclame con una sonrisa.
- Te noto.. algo rara, estás ansiosa, no sueles jugar con los lápices, no a menudo , solo si tienes problemas con Carlos,¿ tienes problemas con Carlos? ¿es eso verdad?.
- No, con el todo bien… estoy un poco bloqueada con el slogan de la nueva campaña.
- Será que la inscripción se fue de vacaciones— le sonríe mirando hacia arriba, por cierto hoy no podré ir contigo a almorzar iré con Jay.
- El contador — le dije sorprendida, había tenido un par de altercados con él, poco agradables.
- Si, pero no es lo que tú piensas, su hermana administra un salón de fiestas infantiles y quizá me consiga un descuento para la fiesta de mía.
- Si, claro, por supuesto, algo parecido me dijisteis dé, ¿ Cómo se que se llamaba? Así de Thomas, y terminaron en su oficina , pero no precisamente haciendo negocios.
- Bueno, tú porque tienes novio, que es maravilloso y no sabes lo que es querer sentirte mujer en toda la expresión de la palabra, sentirse deseada.
- No, no lo sé puesto que todos lo días duermo con mi novio — dije irónicamente.
- Al menos tienen novio—dijo saliendo de la oficina.
Si lo tenía, pero no me hacía sentir deseada, no despertaba mi pasión, al menos no como el extraño de la anoche, que me miraba de una forma que me hizo temblar, que me hizo sentir deseada como nunca antes, con un fuego incesante en sus ojos, tenía que hablar de esto con alguien, no podía seguir manteniéndolo en secreto, me estaba causando remordimiento por dentro y necesitaba que alguien me escuchará, pero Jane no era la persona, por qué de seguro me regalaría por engañar a mi prefecto novio de al menos yo si tengo.
Entonces pensé en Dove y recordé que me había platicado del pequeño desliz que había tenido, en aquella reunión de ex compañeros de preparatoria, ella era la persona ideal para escucharme y quizá hasta podía aconsejarme.
Entonces tomé el teléfono y le marqué, afortunadamente su oficina estaba a tres cuadras de la mía y la invité almorzar de inmediato notó mi tono de angustia en la voz y me dijo que nos veíamos a la una en punto, en el restaurante que estaba en contra esquina de mi oficina.
Cuando llegue, ella ya estaba ahí, se levantó, me saludó de beso en la mejilla y después ella me dio un abrazo de consuelo.
- A ver sof .. ¿ Qué es lo que te sucede?.
- No sé por dónde empezar, es algo complicado.
- De eso me pude dar cuenta en seguida, traes una cara como si hubieras cometido un delito—dijo colocando su mano en mi mentón y me movió la cabeza.
- ¿Les ofrezco algo de tomar? — nos interrumpió el mesero.
- Si, un agua mineral y una ensalada de atún, pero por favor ponga el atún a un lado no encima de l lechuga.
- Enseguida, con permiso.
- A ver ahora sí, cuéntame qué te ocurre Sofía..
- Engañé a Carlos — solté sin siquiera prepararla para la noticia.
- ¿ Que hicistes qué Sofía? — exclamó abriendo los ojos tan grande como pudo.
- Lo que oíste, me acosté con un hombre—acepté avergonzada.
- Pero, ¿Cuándo?,¿Quién es?¿ Dónde lo conocisteis?.
- El día de mí cumpleaños… y ayer — dije jugando con el tenedor para evitar mirarla.
- Sofía Lauren, te desconozco, no te estoy criticando, soy la menos indicada, pero eso... simplemente no lo puedo creer, no doy crédito, tú siempre has sido tan… correcta, tan tímida, tan buena, y una chica buena.
- Lo sé, lo sé, yo tampoco doy crédito, pero — suspiré sin poder evitarlo- Dove no tienes idea de las miles de sensaciones, qué me hizo sentir, ha hecho que descubra la pasión que descubra partes tan sensibles en mi cuerpo, qué ni yo sabía que tenía.
- Wow sof, amiga pocos hombres tienen ese don, pero aún no me has respondido quién es , ni dónde lo conociste.
Pasé saliva, una cosa era contarle el desliz y otra muy diferente decirle que no tenía ni idea de quién era en realidad, quien era el implicado además supuse que no debería prolongarlo más y menos divulgar las reglas., Afortunadamente en ese momento llego el mesero y colocó el plato frente a mí, lo cuál me permitió pensar por un momento e inventar una historia , sólo espero sonar convincente.
- Es un cliente de la agencia, bueno, no él, su asistente, un día platicando, me dio su tarjeta, la encontré el día de mi cumpleaños y como estaba sola, lo llame y terminamos en un hotel y me lo hizo de una forma qué…. Que ayer me orillo a volver a verlo.
- ¿Tan bien estuvo?.
- Bien es poco para describirlo, magnífico, extraordinario, Dove., Me hizo gritar me hizo sentir sensaciones que nunca antes había sentido, te lo juro que sabía que partes de mi cuerpo tocar y cómo hacerlo.
- Wow sof, felicidades cariño , pocas mujeres llegan a conocer y disfrutar del buen sexo.
- Si, pero, me asusta.
- ¿Porqué?.
- Porqué, no puedo dejar de pensar en él, tengo una necesidad que no creo que sea adecuada, además entro muy fácil a mi vida y con ésa misma facilidad puede salir de ella y ¿qué voy hacer después?.
- Sofía, si vas a seguir con esto, te debe quedar muy claro algo, disfruta del momento sin pensar en lo que viene después, no te enganches y tampoco involucres sentimientos, entiendo cómo te sientes después de experimentar algo así, en tú vida, tu siempre has sido muy correcta, muy tímida, y es normal que sientas ésas ansias a mi también me pasó con Michelle y fue lo que me orillo a casarme él, pero a veces me preguntó si eso es suficiente, si es lo único que tenemos en común, la verdad hablamos poco, así que mentalízate que es solo sexo y nada más, que duré lo que tenga que durar y después podrás seguir con tu vida.
- Tienes razón, además, creo que es casado, me dijo que no podíamos vernos el fin de semana.
- Seguramente, pero te repito Sof, disfruta los momentos con el y ya.
- Pero me siento mal por Carlos, él no se merece algo así.
- No es cuestión de merecer o no , reconozco que él te tiene descuidada y a su relación también, no es por intrigar , sabes que no me gusta pero, no te has planteado la idea de ¿qué a lo mejor tiene a otra? Por qué no es normal eso de que trabaja casi veinticuatro horas los siete días de la semana, está muy raro no lo crees.
- No lo sé, no lo creo , él no es así…. Si Jane te escuchará ya se hubiera infarto.
- Pero yo no lo tengo en un pedestal como ella y a todo esto ¿ Cómo se llama el hombre que despertó a la pasión a mi amiga?.
- Luke — dije al leer ese nombre en la sopla de uno de los meseros que paso.
Entonces pensé que era una mejor forma de llamarlo en lugar de haber guardado su número con las siglas CD de completo desconocido., Dove me sonríe sincera, mientras movía la cabeza y los ojos, había sido una buena idea confiar en ella.
Me ayudó a liberarme de la carga que tenía sobre mis hombros y creo que hasta de mis ansias de estar con él desmintieron un poco.
- Un consejo Sof, métete a un gimnasio, te ayudará a liberar esa energía.
- No te burles de mi Dove.
- No, es verla , es enserio.. podrás mitigar las ganas cuando no puedas verlo.
Me quedé más tiempo de lo necesario en la oficina, ya que Carlos había ido a un viaje a Chicago a cerrar un nuevo contrato y regresaba hasta el domingo, entonces recordé las palabras de Dove¿ Cabía la posibilidad de que él tuviera una amante?, ¿ Acaso por eso no quería tener relaciones sexuales conmigo? ¿ Qué estaba pasando con mí nuestra relación?, ¿ Debía dejarlo?, No yo conocía muy bien a Carlos, y sabía que no sería capaz, claro que yo tampoco era capaz de enredarme con otro y ahora lo estaba haciendo, y junto era lo que está haciendo con un desconocido.
Llegué a mi departamento como a las nueve, me puse la pijama y me senté a ver televisión mientras me comía un plato de cereal, estaba cambiando de canal en canal y en uno había una escena erótica, pareciera que todo estaba confabulando en mi contra o quizá sería que ahora prestaba más atención a estás cosas, será por qué ahora tenía las hormonas más alteradas, me quedé viendo la escena hasta que terminó, en otras condiciones más normales, le hubiera cambiado, pero ahora me dio morbo, sacudí la cabeza y decidí que la mejor manera de terminar con mis pensamientos sucios era una ducha de agua fría.
El sábado me levanté a las nueve, después de desayunar, eché la ropa a lavar y hice el aseo de mi departamento a demasiada conciencia, a decir verdad, necesitaba estar lo más ocupada que se pudiera, seguiría el consejo de Dove y hice un poco de ejercicio, por la noche ví una película cursi para evitar malos pensamientos.
El domingo fui a casa de Jane y estuve jugando con mía, por la tarde me llamo Carlos y fuimos al cine, vimos una película de acción, se me ocurrió un par de cosas poco decentes, mientras estaba en la sala abrazarla a él, pero lo ví tan concentrado en la película que preferí no intentar nada, se estaba divirtiendo y con eso me confirmó, al menos no estaba pensando en sus negocios en esos momentos.
Cenamos hamburguesas y después me llevo a casa, nos despedimos en el auto, sin invitarlo a subir a mi departamento, estaba muy cansada y el tampoco se veía muy interesado en acomodarme, quizá Dove tenía razón en eso de la amante y extrañamente deseé que fuera verdad, eso me haría disminuir un poco la culpa.
Al fin era lunes Y el día se me estaba haciendo eterno, cada medía hora estaba tentada a llamarle a “luke ” pero él había sido muy específico en el horario, así que espere hasta las siete y media de la tarde y por un momento dudé con el celular en la mano, pero qué más daba lo que pensará de mí, no sabía quién era yo en realidad, creo que con él me trasformaba en otro persona , así que con el corazón latiéndome a toda prisa y con las manos temblorosas le marqué.
- Hola— respondí con la voz que me encanta.
- ¿Estás libre está noche? — dije otra vez con tono sensual.
- Si, misma hora , mismo lugar.
- - ok , ahí te veo.
Y ahora fui yo la que colgué, tomé mi bolsa y mi saco del respaldo del asiento, entonces recordé que debía irme a cambiar traía un traje sastre que pará nada lucía sexy ni seductor que dijimos, suspiré y me puse en marcha al hotel.
Eran las ocho veinticinco de la noche y no había señal del desconocido, resople y me dirigí a la salida, iba a mitad del lobby cuando lo ví entrar y mi corazón se aceleró de inmediato, Jamás me imaginé que una persona pudiera alterarme de tal manera, me sonrió seductoramente y en cuento estuvo a mi lado me ofreció su brazo.
- Disculpa la tardanza, tuve un contratiempo.
- Entiendo — estaba aprendiendo a hablar poco con él.
Llegamos a la habitación, dejé mi bolsa sobre la mesa y sentí como me abrazo por detrás y me pegó a su cuerpo me beso el cuello mientas sus manos acariciaban mis senos por encima de la blusa, me quito el saco y me volteo, me miró con fuego en los ojos, en ellos había el mismo deseo que en los míos, me beso apasionadamente, en tonto acariciaba mi glúteos y me pegaba a su cuerpo, que ya estaba repitiendo a la pasión que nos consumía , y yo lo sujetaba fuertemente por la espalda, para evitar que se separa , siguió besando mi cuello, subió a mi oreja, la cuál mordí y succionó el ovulo de mi oreja.
- ¿ hicistes lo que te sugerí? — preguntó bajando su dedo por mi columna vertebral.
- Si, exclamé con un hilo de voz .
- Demuéstramelo, cómo lo hicisteis — susurro después de lamer mi oreja.
- ¿ Qué? — pregunté contrariada separándome un poco de él, para verlo.
- Quiero que te acaricies para mí— solicito con una seductora mirada y una sonrisa en los labios.
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Descubriendo la pasión con un desconocido.
Fanfictionsoló tengo un número y una clave. La persona que me lo dio los datos, me dijo que me haría perder la hasta la razón... Yo no lo creí, hasta que estuve con él, con un perfecto desconocido. para que esto funcione él tiene tres reglas ... Uno: No No...