Treinta y Tres : Nunca me lo hubiera imaginado

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Abrí los con dificultad cuando sentí los tibios rayos del sol en mi piel desnuda y me encontré con la imagen más hermosa  frente a mí, que me hizo despertar por completo, Nick con su cabello revuelto estaba acostado de lado  mirándome y al darse cuenta de que  ya estaba despierta, me sonrió y acaricio mi mejilla. 

- Buenos días amor - dijo y me dio un beso tierno en los labios 

-Buenos días mi amor,  - respondí en sus labios sonriéndole.

- Me encanta como suena de tus labios, que me digas mi amor  

- ¿ Hace mucho que despertasteis amor?- pregunte mientas le acarició su mejilla 

- Como diez minutos amor, te vez hermosa dormida, tan pacifica.

- ¿ Tu medas  esa tranquilidad y esa paz, -aseguré acariciando a hora sus labios- ¿ qué hora es?

- Son las ocho y quince - respondió y luego beso mis dedos.

- Hora de levantarse.

- Si amor, quieres bañarte tu primero

-  Estaba pensando que... podríamos bañarnos juntos.

- Esa idea me fascina amor.    

Nos levantamos y entramos al baño, nos lavamos lo dientes, dejamos correr el agua de la regadera y mientas salía el agua caliente nos besábamos, Nick me cargo y entramos colocándonos debajo del agua, nos enjabonabamos  mutuamente el cabello y el cuerpo, mientas él enjabona mi cuerpo, mientas me lava la espalda, luego la piernas , me giré  para mirarlo, él empezó a lavar mis senos, mi abdomen y mis brazos, posteriormente yo hice lo mismo con él, una vez que terminamos nos abrazamos y nos besamos bajo el agua tibia, la sensación era maravillosa, excitante,  pero sabia que nos esperaban y no intenté manada más y él tampoco, cerré la llave, el tomo la toalla y me secó y  yo a él también.


Salimos y nos vestimos, me puse una short de mezclilla y una blusa gris de mangas larga y hombros descubiertos y él un short  azul y una playera blanca, me cepillo el cabello  y yo a él, sin decirnos nada,  era un momento mágico, en el cual sobraban las palabras, cuando estuvimos listos salimos tomados de la mano, bajamos al comedor, ahí ya se encontraba la familia, me enterneció tanto ver a Nolan  dándole fruta a Sarah en la boca, se veía encantada  de que su marido la consintiera y no se por que me sentía si, un sentimiento de nostalgia y de amelo me embargo. 

- Buenos días- dijimos Nicholas y yo  al mismo tiempo 

-Buenos días hijos  - respondió Elizabeth con una tierna sonrisa

Descubriendo la pasión con un desconocido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora