Dieciséis: Al límite

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Entre al baño, me desmaquille me lave los dientes, todo muy lentamente, para hacer tiempo., Me desvisto y me colocó la bata de baño, voy a abrir la llave de la regadera, volteó para quitàrmela y colgarla, me asusté cuando me tope  con Nicholas, que alcanzó a taparme la boca para no gritar, se llevó a la boca, su dedo índice de su otra mano, indicándome que guardara silencio, yo asentí con la cabeza y me soltó.

– ¿ Cómo rayos entraste? — pregunté en un susurro mientras me preguntaba dónde estaría ahora Carlos que Nicholas  pudo entrar y escabullirse al baño sin ningún problema.

– vaya que eres distraída cariño, esté baño conecta con la otra habitación– respondió señalandome la puerta que yo no había distinguido–cuando escuché el agua correr me asomé con la esperanza de que fueras tú, y tuve suerte—soltando la cinta de la bata que se abrió dejándome al descubierto mi cuerpo desnudo.

–ahora si que enloquesistes por completo, Carlos está en la habitación al otro lado de esa puerta— señalé la puerta que está al frente de nosotros.

– ¿Y éso no lo hace más exitante?—susurro mirándome con pasión.

Yo me quedé paralizada, el se acercó y me quito la bata, la cuál cayó al suelo, me pegó a la pared y mi cuerpo se arqueó ante le frío de los azulejos, la adrenalina comenzó a recorrer mi cuerpo, mientras él pegaba su cuerpo al mío y sentí su erección, me lambio el cuello, luego subió a mi mandíbula y después a mis labios, mientras se pegaba más a mí, lo abrace por la espalda, quiese besarlo, pero él echó la cabeza para atrás sonriendo y solo pude lambiar sus labios, así que eso seguí haciendo, primero él inferior y luego el de arriba, sus manos masajeaban mis glúteos, yo bajé mis manos y las lleve hasta sus boxers los cuáles bajé y acaricié su masculinidad, el correspondió de la misma manera acariciando mi parte más íntima con sus dedos, nos besamos desesperadamente y luego sustituyó sus dedos por su miembro, pero sin introducirlo, solo se frotaba en mi intimidad.

Se separó para ponerse el condón, que tomó del lavamanos, me hizo darme la vuelta, tomo mis manos y las puso a los lados del lavamanos, yo me sujeté  con fuerza, él se colocó detrás de mí y se introdujo en mí, me mordí el labio para no gritar y él se comenzó a mover, sujetándome de mis caderas, yo trataba de reprimir mis gemidos para que no se escucharán, pese a que el agua de la regadera caía, él entraba y salía de mi interior sin cesar, me miraba atraves del espejo y yo él, tenía una sonrisa en el rostro, puso dos de sus dedos en mis labios, y lo que dijo  después me dejó sin palabras.

–Sof, abre la boca, chuparlos así no deberás de reprimir tus gemidos— dijo susurrando en mi oído.

Yo lo miré y hice lo que me dijo entre abrí mis labios y él introdujo sus dedos en mi boca, mientras recargaba mi cabeza en su pecho y mientras lo sentía moverse en mi interior, sus dedos se movían de igual manera, salían y entraban de mi boca, su otra mano subía y bajaba de mi muslo, apreté los ojos cuando sentí que estaba apunto de llegar, pero Nick explotó antes que yo en mi interior desencadenando que llegara al orgasmo minutos después de él.

Yo lo miré y hice lo que me dijo entre abrí mis labios y él introdujo sus dedos en mi boca, mientras recargaba mi cabeza en su pecho y mientras lo sentía moverse en mi interior, sus dedos se movían de igual manera, salían y entraban de mi boca, su...

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–Estuve esperando todo el día para poder estar contigo—susurro en mi oído– me trastornas Sofía Lauren, cada día ansió más estar contigo— agregó mientras me tomaba del rostro para voltearme y besarme.

– Estamos locos, no medimos los peligros, pero yo también he estado pensando en tí todo él día.

Nos bañamos juntos antes de salir y ir cada quien a su habitación, no sin antes volver a estar juntos.

Cuándo desperté, a la mañana siguiente Carlos no estaba en la cama, supuse que se había ido a correr de nuevo, mire el reloj y casi eran los diez de la mañana, así que me levanté, después de lavarme los dientes, me gano la curiosidad y me asomé a la habitación de Nicholas pero no estaba entré y observe la habitación, encontré una de sus playeras y la olí tenía su aroma impregnado y a mí mente vinieron los recuerdos de lo que hicimos anoche en el baño, solo de pensar en ello sentí un calor recorrer mi cuerpo entero, abrace su playera y lo que salió de mis labios y mi subconsciente me hizo decir.

– Nicholas que me has hecho, para enamorarme de tí de la forma en que lo he hecho, pero no sé, que es lo que sientes por mí o si solo soy una diversión para ti.

Después de dejar la playera en su lugar, baje a la cocina, estaba por abrir la puerta y escuché murmullos y reconocí la voz de Carlos.

–Yo también te extraño mucho princesa, te prometo que lo primero que hare mañana cuando regrese será ir a verte — dijo la voy tan familiar y se me hizo un nudo en la garganta.

Pasé saliva, tratando de ordenar lo que acababa de escuchar y aclarar mi garganta, abrí la puerta de golpe , el se dió la vuelta y me miró asustado, guardó  silencio unos minutos, me dió una sonrisa fingida y siguió hablando.

– Tengo que irme hermanita— volvió a guardar silencio, supuse que estaba escuchando la respuesta de la otra persona–aqui está Sofía, yo le doy tu saludó un beso y mañana hablamos—agregó y finalmente colgó–buenos días cariño– dijo dándome un beso, pero yo moví la cabeza y me lo dió en la mejilla– era mi hermana Olivia.

No le respondí nada, sólo asentí con la cabeza ¿ Desde cuándo él le llamaba princesa a su hermana? ¿ Por qué me sentí tan mal al escucharlo? Si me engañaba yo le estaba haciendo lo mismo, creó que al final lo que más duele es el orgullo o quizá yo sóla era la que me estaba haciendo rollos extraños en la cabeza por el peso de la culpa, la pregunta era ¿Qué sentía yo por Carlos,
tenía que encontrar la forma de averiguarlo?.

Tomé su cara con mis manos y lo mire a los ojos, se veía nervioso, trataba de esquivarla mirada y entonces lo bese dulcemente, él tituviaba , pero al final puso sus manos en mi cintura y yo corri las mías hacia su cuello, terminó por abrázame completamente y el beso se intencifico un poco, yo bajé mis manos a su espalda y de pronto, se escuchó un fuerte carraspeó que nos hizo romper el beso, pero permanecemos abrazados.

– No te preocupes Nicholas, lo dejaremos para después ¿verdad amor?—respondió Carlos  sin soltandeme y me dió un cortó beso en los labios.

– Bien, pues pueden aprovechar más tarde cuando Kat y yo vayamos al supermercado— exclamó en tomo sarcástico y pude notar como apretaba los puños hasta dejarlos rojos del coraje .

– Voy a preparar café— dije separandome de Carlos y pude sentir la mirada asesina de Nicholas, aún cuando estaba de espalda.

–Carlos me puedes dar las llaves del Mercedes por favor, ya que tú fuistes el que lo guardo en el garage.

–Claro, voy por voy por ellas, las dejé en la habitación.

En cuanto salió Carlos de la cocina, Nicholas me sujetó fuertemente por el brazo y me hizo girarme para mirarlo.

–¿ Qué parte no te quedó claro de que no permitas que te toque?– recriminó furioso

– Es mi novio, no lo puedo rechazar todo el tiempo.

–Eres mía Sofía Lauren, sólo mía y si no quieres que le tumbe los dientes al imbécil ése que tienes de novio, vas a buscar un buen pretexto para que ni siquiera te mire.

–odio que me digan Sofía Lauren y suéltame que me estás lastimado, no se quién te crees, no eres nadie para exigirme nada, recuerda que lo nuestro es sólo sexo sin compromiso, fue fácil entrar en ésto y así de fácil será salir,

–Estás muy equivocada, si piensas que te voy a dejar ir con facilidad, me perteneces, no lo olvides.

–no soy un objeto ni tampoco soy de tu propiedad, que no se te olvide Nicholas, puedo tomar mis propias decisiones, que no se te olvide.

Se escucharon lo pasos fuertes de Carlos y entonces me soltó, no se de dónde saque fuerza para decirle éso, lo que había entré nosotros era sexo y nada más, al menos de mí parte ya no era sólo sexo, sino que me he emocionado de Nicholas y tengo miedo de entregarle mí corazón y él no sienta lo mismo por mí.

Descubriendo la pasión con un desconocido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora