Quince: Tentando al destino

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– ¿Katherine?- exclamé mirándola desconcertada - ¿Qué hacías en nuestra habitación?   

–Oh por dios sof, me asustaste, es que  esa es la recámara que regularmente ocupo cuando venimos aquí, es que necesito dormir con antifaz, como soy sensible a la luz y entré por el, lo tome del cajón de la mesita de noche— me respondió y me mostro el antifaz, toque pero nadie respondió, por eso entre a tomarlo pensé que tú y Carlos habían ido a dar un paseo- mientas me mira con una mirada picara al igual que su sonrisa. 

–¿Carlos no está en la recamara ?— pregunte sorprendida 

–No, no hay nadie, ¿ dónde estabas tú? 

– Bajé a la cocina a tomarme una pastilla para el dolor de cabeza 

–Oh esta bien, pues descansa buenas noches, oh mejor, diviértete –dijo de lo más divertida  y vi como entraba a la recámara de enfrente.

Entré a la habitación y en efecto Carlos no estaba en la cama, el pánico me invadió y mi corazón se aceleró al pensar en la posibilidad de que se haiga dado cuenta de lo que estaba haciendo., tomé mi celular para llamarlo, cuándo la puerta del baño se abrió y al verme parada a mitad de la habitación se asustó y soltó el celular que cayó en la alfombra, de inmediato se agachó para recogerlo.

– Sof te tardaste bastante—dijo nervioso y caminó hasta la mesita de noche dejando el celular, mientras se sienta en la cama y me voltea a ver.

–salí a tomar aire para ver si se me pasaba el dolor.

– ¿ Y funcionó?— preguntó mientras se acostaba dándome la espalda.

–Si, ya estoy bien.

–Hasta mañana cariño, que descanses.

– Descansa, hasta mañana Carlos.

Me metí a la cama, me acosté a su lado en la otra parte de la cama de lado, apague la luz, no pude evitar sentirme mal por lo que hice con Nicholas, mientras mi novio estaba en la misma casa, pero también sentía incertidumbre por la actitud de Carlos, al verme en la habitación, ¿Qué hacía hablando por teléfono en el baño?., Cuándo le reloj de la mesa marcaba las dos de la mañana.

Deja de pensar en tonterías Sofía, él sería incapaz de engañarte, solo tú haces ese, mi consciencia me vuelve a traicionar, mientras me quedo dormida, sintiéndome mal por lo que he hecho.

Aún no despertaba por completo, cuando siento unas caricias que bajaban por mi espalda y subían por mi brazo hasta llegar a mi hombro, dónde bajo el tirante de mi blusa de pijama, y moverlos en mi hombro y después bajar por mi cuello y meter su mano bajo la blusa para acariciar mi seno, mientras siento como pega su cuerpo al mío.

Abro los ojos, cuando siento que su mano baja más allá de mi cintura y volteé para encararlo.

– oh por dios Nicholas ¿ Que rayos haces aquí?- exclamé atemorizada, levantándome de la cama.

– sólo comprobando si eres capaz de cumplir con tu promesa– respondió algo serio acostándose de lado , apoyando su cabeza en su mano.

– Estas loco., ¿ Cómo entras así nada más, Carlos puede estar en el baño?— dije exaspera.

– No te preocupes por él, salió a correr, hace quince minutos.

– De todos modos vete, Katherine si está en la casa.

–Esa niña no se despierta hasta después de las doce y apenas son las nueve de la mañana - dijo mientas se hincaba en la cama

- Por favor Nicholas no me hagas las cosas mas difíciles 

Descubriendo la pasión con un desconocido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora